Una reportera de TVE engaña a la audiencia al hacer creer en directo que le había tocado el Gordo

La historia que vas a leer a continuación iba camino de convertirse en una de las anécdotas más bonitas del Sorteo de Navidad (de hecho, la versión inicial de este relato era bien distinto) y ha terminado siendo un lunar que por poco daña la credibilidad de una cadena de televisión nacional.

¿La protagonista? Natalia Escudero, una de las reporteras de La mañana de TVE, que trabajaba recogiendo testimonios premiados. En su caso, desde San Vicente de Raspeig, en Alicante, que repartió una serie del 26590, número premiado con El Gordo.

En una de las primeras conexiones del programa, saltaba la noticia: contaba que le había tocado El Gordo.

Pero la cosa no quedó aquí, porque se lo comunicó a los presentadores, María Casado y Fernando Timón, en directo. Es más, también su directora se enteró sin esperárselo.

El momento comenzó a centrar las miradas de propios extraños, no solo por la anécdota, sino por su júbilo que la convirtió en protagonista durante toda la retransmisión. Era tal su alegría y cómo la contagiaba a todos los de su alrededor que literalmente robó todos los focos y alteró por ella misma toda la escaleta del programa: había numerosos reporteros esperando paso, pero era ella la noticia. No es lo mismo, claro, contar el júbilo de los premiados que ser partícipe de él. Su éxtasis logró incluso que todos los allí presentes bailaran una conga en medio de la calle o que esos propios presentes la terminaran manteando.

Al principio tanto María Casado como Fernando Timón se reían sin llegarse a creer del todo la historia.

Fue entonces cuando, en medio de una lluvia de cava, decía ante los micrófonos: “Que mañana no voy” (a trabajar), decía, entre gritos de “No me lo creo”. “Que le ha tocado de verdad”, decía por lo bajo María Casado a su compañero cuando empezaba a entender realmente la situación.

Hasta aquí todo maravilloso, de no ser porque todo era en realidad mentira. A Natalia Escudero no le había tocado El Gordo y la situación estuvo a punto de írsele de las manos. Cuando vio que la bola de nieve empezaba a engordar en las redes sociales, no le quedó más remedio que rectificar.

Ocurría en una posterior conexión, ya con los ánimos más calmados, al final del programa. “He de aclarar que El Gordo no me ha tocado, pero un buen pellizco me ha tocado y eso sí que es cierto. Vaya por delante que aquí con la alegría de todos los premiados me he venido arriba, pero sí me ha tocado la lotería de conocer a toda esta gente del Gordo de la Lotería de Navidad”, reculaba.

Hará espectadores que piensen que su alegría y actitud bien merecieron la pena igualmente, y habrá otros que no lo vean bien ante, no solo un programa de entretenimiento, sino de información. El espectáculo ahí quedó, y la mentira también.

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