Yahoo Noticias Los días grises de Claudio Bravo
Desde que tenía tan solo 14 años, Claudio Bravo ya conocía las inclemencias de ser arquero.
A esa edad jugando para Colo Colo, un error suyo le costó un título a su equipo que no hubiera sido tan trascendental sino fuera porque el que celebraba en frente era la U de Chile, rival acérrimo del Cacique.
Hoy Monín, como lo llamaban sus compañeros en aquel entonces, atraviesa uno de los momentos más amargos de su carrera.
Llegado al Manchester City para tomar el lugar de una leyenda del club como Joe Hart, la apuesta significaba para el portero chileno un escrutinio nunca antes vivido.
Sí, Bravo venía del Barcelona, uno de los equipos más admirados y seguidos del mundo, y donde cada actuación suya era seguida con minucia, pero lo que se iba a encontrar en Inglaterra resultaría devorador. Y más cuando un técnico extranjero recién llegado fue el que lo impuso, sacando de un tajo al portero de la selección nacional local.
Tras errores que le costaron la titularidad en el Man City, hoy todo lo bueno que haga Bravo bajo los tres palos es tildado de normal, y lo malo de paupérrimo. No hay tintas medias. Es el precio de jugar en una de las ligas más críticas del mundo.
En el partido pasado de FA Cup ante el modesto Huddersfield, Bravo volvió a colmar las portadas por un gol que le pasó por debajo del cuerpo. Al final el City ganó 5-1, pero los cinco tantos pasaron desapercibidos: la noticia fue el error de Bravo.
Tanto ha sido el acoso hacia el arquero chileno, que sus compañeros han tenido que salir a defenderlo.
El primero fue Pep Guardiola: “La actuación de Claudio fue estupenda. Lo felicité por como jugó”, dijo.
Y sobre la reacción de la gente en contra del golero tras la anotación, añadió: “Él es muy fuerte. Este año estuvo nominado entre uno de los mejores cinco porteros del mundo. Lo que digan los aficionados, no estoy aquí para juzgarlos”.
Guardiola, quien entiende que cada salida en falso del chileno es una suya también, prefiere hacer enfásis en el trabajo de su arquero fuera de los palos.
“Él lee cuando hay hombres desmarcados. No es fácil leer eso”, dijo. “Nos da continuidad en el juego”.
También el defensor argentino Pablo Zabaleta salió en defensa de su compañero.
“Conocemos a Claudio y no es fácil cuando se llega a Inglaterra, es una liga diferente. Somos un equipo, nos apoyamos mutuamente y sabemos exactamente lo que Claudio puede hacer para el equipo. Tiene el apoyo de todos”, indicó. “Sabemos lo bueno que es Claudio. A veces sólo se trata de confianza. Su distribución del balón ha sido muy buena”.
Para la propia desdicha del buinense, las oportunidades se han ido desvaneciendo hasta poder contarlas con una sola mano. Guardiola trató de hacer oídos sordos a las críticas hasta que la situación se convirtió en un elefante blanco.
La relación Bravo-Man City comenzó mal desde el principio.
Con la temporada ya empezada, Bravo tomó la titularidad en la cuarta fecha ante el Manchester United. El Man City había logrado por fin destrabar una complicada negociación con el Barca, y desembosó 19.9 millones de euros por sus servicios.
Ese mismo día, el de su debut, cometió un error al soltar el balón tras un centro, que mandó a la red un atento Zlatan Ibrahimovic.
Fue comienzo con pie izquierdo. De ahí en más, opacas actuaciones del chileno, que le costaron puntos importantes al equipo, llevaron a Guardiola a decidirse por un cambio de planes, y Willy Caballero pasó a reemplazar a Bravo en la portería.
Se habían jugado 22 fechas y el City marchaba quinto, con 28 goles en contra, más que cualquiera de los siete primeros en la clasificación. En esa fecha, la 22, el City llevaba una cómoda ventaja de 2-0 sobre el Tottenham, pero el partido terminaría 2-2. Bravo no cometió errores de gol, pero seguía sin salir figura de un partido.
En la jornada siguiente, ante el West Ham, Caballero fue el titular. Se invertirían los roles: Bravo pasó a jugar la FA Cup y Caballero a ser el arquero de liga y Champions.
Desde entonces el City no ha perdido y apenas le han anotado un gol en los últimos tres partidos de liga, y el haber sumado nueve puntos de nueve, lo volvió a impulsar en la tabla hasta el tercer lugar, con un partido menos que el Tottenham que de ganarlo lo dejaría segundo.
Es difícil imaginarse que el entorno esté venciendo a un arquero que ha sido campeón de América dos veces ante la Argentina de Messi y sacando su arco en ceros, y que además viene de jugar y ser campeón con el Barcelona.
Pero ya nos ha enseñado la historia de este deporte que la gratitud pasa en puntillas cuando se trata de los arqueros, a los que un gol que se pudo evitar los condena sin preámbulos.
No son días azules para Bravo, quien hoy más que nunca tendrá que hacer honor a su apellido para demostrar que Guardiola no se equivocó con él.
