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Lionel Messi: el “¿mal Capitán?”

Lionel Messi, capitán del Barcelona, se fue del estadio del Liverpool sin dar declaraciones. (Photo by Clive Brunskill/Getty Images)
Lionel Messi, capitán del Barcelona, se fue del estadio del Liverpool sin dar declaraciones. (Photo by Clive Brunskill/Getty Images)

Pasarán los años y se seguirá hablando de la hazaña del Liverpool, el equipo que volvió a dejar al Barcelona en ridículo, que remontó un 3 a 0 en contra para ganar 4 a 0 de local con baile, actitud, sangre, coraje, entrega y decisión.

Precisamente todo lo contrario que mostró el conjunto liderado por Lionel Messi, el mismo que hasta hace una semana ratificaba su condición de mejor del mundo y que este martes en Anfield Road fue una sombra de aquel que brilló en el Camp Nou.

Discutirlo como futbolista sería un atrevimiento imperdonable. Sin embargo hay cuestiones que deberían ser revisadas.

Messi es el capitán del equipo, y asumir tamaña responsabilidad no se limita estrictamente a lucir una cinta en su brazo. Va mucho más allá de eso. Es liderazgo, es voz de mando, es personalidad, pero por sobre todas las cosas es “dar la cara” tanto en las buenas como en las malas.

Ya lo había hecho en el Mundial de Rusia cuando Argentina quedó eliminada ante Francia. Se fue sin hablar y así estuvo por meses.

Lo volvió a hacer este martes en Liverpool. Con cara de pocos amigos (compresible por lo vivido) pasó de largo ante la requisitoria periodística, dejó al mundo sin su palabra, olvidó y le importó muy poco que cumple con una función en la que hay que poner el pecho en cualquier circunstancia.

Alguien debería explicarle que con ser un genio con la pelota en los pies, con ser muchas veces el salvador, el goleador, el emblema de una gran victoria no lo exime de ser el que asuma el rol de vocero en la derrota. La grandeza se manifiesta en ambas situaciones.

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