La Liga Nacional no tiene un campeón, pero sí algo más importante: controles económicos

Unos meses después de la decepción que implicó cancelar la temporada 2019/2020 tras gestiones y planteos de varias posibilidades según los escenarios que iba abriendo la pandemia de coronavirus, la Asociación de Clubes (AdC) anunció que la Liga Nacional de Básquetbol (LNB) 2020/2021 tiene fecha de comienzo y nuevas reglas de ordenamiento fuera de la cancha.

Más importante que la determinación del 1° de noviembre, si el Ministerio de Salud de la Nación aprobare el protocolo sanitario y la evolución de la situación lo permitiera, como día de inicio del certamen, es un par de novedades institucionales. Por un lado, habrá un control financiero a los clubes, y por otro, se estableció un convenio de AdC con la Confederación Argentina de Básquetbol (CABB), que debería descartar conflictos de intereses.

Básquet argentino: una estampida de jugadores al exterior que vacía la Liga y genera incertidumbre

Hace unos años, la Liga Nacional se hizo a la idea de que los clubes debían invertir más en infraestructura, a costa de debilitar los planteles en caso de necesario. Mejores estadios, más comodidades para el público y una imagen más prolija para la televisión eran objetivos por los cuales se concedía una baja de nivel deportivo, con contratos menos onerosos y, por ende, menos extranjeros de alta calidad y más jugadores argentinos que emigraran a otros países, en pos del largo plazo, del futuro de la competencia como producto más atractivo para la audiencia.

Para que ningún club corriera riesgo de perder la categoría por haber dedicado muchos más recursos a lo inmueble que a su plantel, fueron suspendidos por dos temporadas los descensos, y de 16 equipos en la Liga se pasó a 18, y luego a 20. Al poco tiempo se formó un San Lorenzo demoledor, todo un Dream Team para los parámetros locales, con muchas figuras de primer nivel nacional, como Gabriel Deck, Marcos Mata, Nicolás Aguirre y Selem Safar, y jugadores foráneos de renombre para el medio doméstico. El presupuesto para el equipo del club vicepresidido por Marcelo Tinelli, dirigente que a su vez era el encargado del básquetbol azulgrana, doblaba o triplicaba los de otras entidades para sus planteles profesionales, y así San Lorenzo conquistó cuatro veces sucesivas la Liga Nacional.

Mientras tanto, seguían existiendo en general algunos problemas de deudas con jugadores y otros profesionales. El principal certamen del país no tenía paridad deportiva, absoluta prolijidad en el respeto a contratos ni infraestructura superior en general, más allá de ciertos casos en los que hubo progresos en instalaciones. Ahora AdC llevará adelante el control presupuestario que debería evitar desmanejos y establece castigos por incumplientos económicos. Además, fijó fechas para informar cesiones de plazas, inscripciones, avales, reservas de extranjeros y presentaciones de listas de buena fe.

Por otra parte, la institución rubricó un acuerdo con CABB y creó una mesa de coordinación. Se trata de una exigencia de la Federación Internacional de Asociaciones de Básquetbol (FIBA), entidad que durante un cierto tiempo estuvo en conflicto con la Euroliga (el máximo certamen europeo de clubes) por una cuestión de calendario y de cesiones de jugadores a los seleccionados nacionales. Con el convenio CABB-AdC, el básquetbol argentino trabajará cohesionado, aunque ciertamente no venía teniendo problemas en ese sentido: la mayoría de los integrantes del equipo nacional actúa en competencias del exterior, y Fabián Borro, el presidente de CABB, condujo AdC hasta antes de asumir su cargo actual. De hecho, Gerardo Montenegro, hoy presidente de AdC, era su vice, y la buena sintonía continúa.

Por otro lado, en lo deportivo hay otras novedades. Los planteles, que deberán tener al menos cuatro basquetbolistas sub 23, volverían a entrenarse a mediados de septiembre (falta el permiso de las autoridades nacionales), y la Liga tendrá una primera etapa dividida en Norte y Sur, en sedes por determinar que contendrán "burbujas" sanitarias.