La Liga de fútbol de Nicaragua atrae poco público en la reapertura de los estadios

Managua, 29 ago (EFE).- La Liga Primera de fútbol de Nicaragua, una de pocas en el mundo que no pararon por la pandemia de la COVID-19, atrajo poco público este sábado, en la primera fecha de puertas abiertas tras cuatro meses sin fanáticos, a causa de la emergencia sanitaria.

Ninguno de los tres encuentros programados para hoy, en las ciudades de Managua y Jalapa (norte), logró atraer el 50 % del aforo, el máximo que esperaba aceptar la Asociación Nicaragüense de Clubes de Fútbol (ANCF), como parte de las medidas para prevenir la propagación de COVID-19.

Las asociaciones médicas de Nicaragua han insistido a la población en que guarde cuarentena voluntaria por la pandemia, un llamado que, según algunos de sus representantes, ha tenido éxito en un país cuyo Gobierno no ha establecido restricciones para evitar la propagación de la COVID-19.

El silbatazo inicial del primer partido de la jornada, entre el C.D. Junior y Cacique Diriangén, fue presenciado por 84 personas en el Estadio Nacional de Fútbol, en el sur de Managua, según pudo constatar Efe, en la sede con capacidad para 15.000 personas.

En Jalapa, donde caben varios cientos de personas, el juego entre el Art Jalapa y Managua F.C. también tuvo pocos visitantes respecto a la vida sin pandemia.

El partido de mayor afluencia fue el del Walter Ferretti y Real Estelí, al ser presenciado por más de un centenar de personas, también en el Estadio Nacional de Fútbol.

Tanto en los duelos de Managua como en el de Jalapa se observó a personas que no portaban mascarillas, ni guardaban el distanciamiento social, contrario a lo que establece el protocolo sanitario de la ANCF.

En Nicaragua, un país que tiene en el béisbol y el boxeo sus deportes preferidos, el fútbol ha mantenido su actividad de forma inalterable, con la particularidad de que lo hacía sin público en las gradas desde abril pasado, pese a lo cual no se reportan casos de COVID-19 en la Liga Primera.

La pandemia sí afectó al fútbol de Nicaragua de forma indirecta, pues dejó a su selección nacional sin el entrenador costarricense Henry Duarte, cuyo contrato con la Federación Nicaragüense de Fútbol (Fenifut) fue cancelado a inicios de junio pasado.

Nicaragua es uno de los pocos países en el mundo que ha mantenido activas sus competencias deportivas en medio de la pandemia, entre críticas dirigidas al presidente Daniel Ortega por no poner restricciones, a pesar de la muerte de varios dirigentes deportivos a causa de la COVID-19.

(c) Agencia EFE