Las madres que se infiltraron en un grupo de pedófilos y ayudaron a desmantelarlo

La popularización de las redes sociales ha tenido efectos positivos como la posibilidad de comunicarte con cualquier persona en el mundo, pero también tiene su lado oscuro, especialmente con esa gente que se aprovecha de la escasa privacidad que ofrecen. A diario, millones de personas publican fotos y vídeos sin ser conscientes de que pueden ser usados de una manera negativa que incluso puede conducir a un delito. Un buen ejemplo está en Indonesia, donde un grupo de madres han ayudado a desmantelar un grupo de pedófilos en Internet.

La historia empieza con una mujer llamada Risrona Simorangkir que habitualmente publicaba instantáneas de sus hijos pequeños en Facebook, tal y como cuenta BBC Mundo. Un día, mientras navegaba por Internet, encontró un blog en el que se hablaba de un grupo que compartía fotos de abuso infantil y ella junto a un grupo de amigas decidieron averiguar más.

Las madres se infiltraron en el grupo y lo desmantelaron (Facebook).
Las madres se infiltraron en el grupo y lo desmantelaron (Facebook).

Lo que se encontraron al unirse al grupo fue insoportable. Fotos, vídeos y artículos en los que se relataba cómo seducir a un niño para tener sexo, cómo conseguir que no se lo cuenten a sus padres o cómo evitar que sangren tras tener relaciones sexuales.

Las madres decidieron coger pruebas como capturas de pantalla, los datos de contacto de los usuarios o números de teléfono. Lo preocupante es que más de 7.000 personas estaban en el grupo y habían distribuido más de 400 vídeos y más de 100 fotos de cómo se cometían abusos contra los niños. Todo había pasado desapercibido para los ojos de Facebook y no se puso el foco en ello hasta que las valientes madres lo denunciaron a la policía. La red social, tras varias denuncias, finalmente decidió cerrar el grupo.

Hasta el momento se ha detenido a cinco sospechosos, pero el caso no es precisamente sencillo debido a que algunos de los miembros pueden estar vinculados con redes internacionales. Al parecer uno de ellos se unió a distintos grupos de Whatsapp que se dedican a intercambiar pornografía infantil con otros países, por lo que las autoridades ya están trabajando junto al FBI.

Uno de los problemas es que en Indonesia aún no hay la suficiente conciencia sobre los abusos a los más pequeños. En el contexto cultural, la gente solo cree que se produce pedofilia cuando hay penetración y no en ningún otro caso. El Gobierno ha aprobado recientemente una ley que permite la castración química a los pedófilos, pero van a ser necesarios años para que la forma de ver estos temas no sea tan laxa en la sociedad.

Las madres han recibido numerosos elogios por lo que hicieron, en un caso que se ha hecho muy famoso en el país, pero lo cierto es que se arriesgaron mucho ellas mismas. Al infiltrarse en el grupo, lo que hicieron fue mostrar sus verdaderas identidades, poniendo en peligro no solo su propia seguridad, sino también las de sus hijos. En estos casos la recomendación es acudir directamente a las autoridades, aunque Risrona y sus amigas han demostrado que ellas solas puedan hacer una gran labor en defensa de los pequeños.