Las contradicciones de Scaloni, el enojo de Lautaro

Dejemos de lado el resultado final entre Argentina y Paraguay. Dejemos de lado el pobre rendimiento del equipo que dirige Lionel Scaloni. Vayamos al centro de la controversia, a parte de los motivos que llevan a jugar tan mal, a decepcionar y, en consecuencia, hundirse en su propia impotencia.

Las contradicciones de Scaloni son el eje principal de este camino hacia la nada misma. Y eso que aún Argentina está viva, que tiene posibilidades de clasificación, lo que no implica que el proceso que atraviesa tenga como estandarte el nulo concepto de juego, de una idea que lo asocie con un estilo, aunque este continúa siendo indefinido.

Más allá de la nueva pobre demostración, existe un elemento que explica este momento de incertidumbre. Esas contradicciones son el fiel reflejo de lo que inexorablemente se traduce en el terreno de juego.

El cambio que realiza Scaloni en la segunda etapa, poniendo a Di María y sacando a Lautaro Martínez lo dice todo, lo expone abiertamente. No sólo se equivoca sino que confirma ese mareo emocional.

En la conferencia de prensa dice que Lautaro no estaba en plenitud luego de aquella terrible paralítica que le aplicó Gustavo Gómez en el primer tiempo. (Ver video a partir del minuto 1 con 40 segundos).

Más tarde, en este mismo video (minuto 7 y 30 segundos), dice que la mejor versión de Argentina en el partido fue con los tres en la cancha. ¿Entonces?

A su vez el propio Lautaro manifestó su rabia por el cambio. No quería salir, estaba, según él en condiciones de seguir jugando.

Detalles, momentos, motivos que llevan a un todo. Ese mismo todo que, en el caso de esta selección argentina, llevan a la nada. Sí, aunque parezca una contradicción…