La psicóloga detrás de los éxitos del FC Barcelona

Los jugadores del FC Barcelona celebran un gol. En la imagen el recién despedido Javier Mascherano y los incombustibles Jordi Alba y Luis Suárez. Foto: EFE/Archivo
Los jugadores del FC Barcelona celebran un gol. En la imagen el recién despedido Javier Mascherano y los incombustibles Jordi Alba y Luis Suárez. Foto: EFE/Archivo


Que Leo Messi
lance magistralmente una pelota de falta y anote un gol antológico. Que Luis Suárez dispute la mejor posición dentro del área para golpear la pelota y abrir el marcador de un partido. Que Jordi Alba ayude al ataque y baje para hacer su trabajo por la banda izquierda en defensa. Y que Gerard Piqué mantenga centrada su concentración, junto con Ter Stegen y los demás hombres que, partido a partido, visten los colores del FC Barcelona, no es solo trabajo y logro del míster Ernesto Valverde.

Además del staff técnico que rodea al entrenador, hay una persona especial y determinante, que cumple con su labor puntual, y también es responsable del rendimiento del equipo. Se llama Imma Puig Santos. Experta en gestión de las emociones y conflicto en empresas familiares, desde hace 15 años es asesora del FC Barcelona como psicóloga profesional.

Puig Santos, psicóloga clínica, licenciada por la Universidad de Barcelona, es una convencida de que en el fútbol, como en las empresas, existe el liderazgo, el estrellato, los celos, la envidia, y lo más importante, el operar como un grupo sólido. “Se buscan resultados y hay que trabajar en equipo para lograrlo”, ha explicado en alguna de sus conferencias, como también mentora del área de Equipos Comprometidos del Human Age Institute.

El lateral izquierdo del FC Barcelona, Jordi Alba (i), el centrocampista croata Ivan Rakitic (2i) y los defensas, el francés Lucas Digne (2d) y Sergi Roberto (d), durante el entrenamiento del equipo en la víspera del partido de ida de semifinales de la Copa del Rey que disputan ante el Valencia. / Foto: EFE
El lateral izquierdo del FC Barcelona, Jordi Alba (i), el centrocampista croata Ivan Rakitic (2i) y los defensas, el francés Lucas Digne (2d) y Sergi Roberto (d), durante el entrenamiento del equipo en la víspera del partido de ida de semifinales de la Copa del Rey que disputan ante el Valencia. / Foto: EFE

La profesional de 64 años fue transparente al tocar puntos, en una entrevista publicada en el diario El País, que están presentes en el día a día de un futbolista de élite y que si no son bien manejados pueden alterar su condición y rendimiento, no solo de cara a los partidos sino frente a su vida misma. Temas como el ego (“no sé porque el egoísmo tiene tan mala prensa. Solo los egoístas sobreviven”); éxito (“nos preparan para el éxito, no para el fracaso. Todo el mundo persigue el éxito, pero nadie sabe cuánto puede dañar a la persona”); fama (“…a veces la admiración es envidia encubierta y puede tornarse en odio).

Puig Santos, que también es profesora en el departamento de Dirección de Recursos Humanos de ESADE, es clara al decir que deberían enseñar a todos de pequeños a gestionar equipos y a comportarse en ellos. “Porque -explica- toda la vida nos la pasamos en equipo. Nacemos en una familia, que es un equipo. Vamos a clase, que es un equipo. Vivimos con vecinos de escalera, que es un equipo. Formamos parte de un grupo de amigos, que es otro equipo. O jugamos al fútbol en un equipo. Trabajamos en una empresa tal, que es un equipo”.

La experta en formación, investigación y desarrollo de equipos de alto rendimiento apunta que la clave de un grupo exitoso está en “cuidar a sus integrantes. Por eso, un buen consejero debe escuchar más de lo que habla”. Andrés Iniesta, en su libro de memorias La jugada de mi vida (Editorial Malpaso, 2016), así lo reconoce: “En Imma encontré y encuentro el espacio único para compartir todos los temas posibles”.

El capitán del FC Barcelona, Andrés Iniesta. / Foto: EFE/Archivo
El capitán del FC Barcelona, Andrés Iniesta. / Foto: EFE/Archivo

En su trabajo, la consejera aplica el llamado “Método Balint”, que hace hincapié en la importancia de la utilización por parte del personal médico de la emoción y el entendimiento como potencial terapéutico en la relación médico-paciente. “Sigo el Método Balint, que sirve para entender al otro porque no hay prisa, porque nadie juzga. Juzgar hace un daño terrible. Estamos juzgando todo el tiempo a todo el mundo, sin pruebas. Y dictamos sentencias, lo cual cierra ya toda posibilidad de seguir tratando de entender a esa persona”, afirmó en la entrevista para El País.

Hacer el papel de, como ella lo llama, “interlocutor neutro”, la lleva a ver a los profesionales del fútbol como personas normales. “Es que al final a todos nos pasan las mismas cosas; en lo básico, las personas somos iguales. Aplico mi terapia sobre todo en los equipos técnicos, porque si el equipo no va bien, no despedirán a los jugadores ni dimitirá la Junta, sino que se cargarán al entrenador…”. ¡Cuánta razón!

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