La Liga incorpora de golpe nueve jugadores de Arabia Saudí

La Liga española de fútbol está considerada una de las más poderosas que existen. De hecho, para la Federación Internacional de Historia y Estadística de este deporte, lleva ocupando el primer puesto de su clasificación ininterrumpidamente desde 2010. Sus equipos son los más fuertes y exitosos internacionalmente, lo que se debe en parte al talento propio y en parte a importar a los mejores jugadores de otras latitudes del planeta.

Pero el último movimiento del mercado de fichajes sorprende mucho, porque no parece que vaya a servir para mejorar el nivel. De golpe, de un día para otro, han llegado nueve jugadores a distintos clubes de Primera y Segunda División, las dos categorías que dependen de la Liga de Fútbol Profesional (LFP). Lo llamativo es su procedencia: todos ellos vienen de Arabia Saudí. La incorporación colectiva se anunció el pasado domingo en una ceremonia en Riad, la capital del país oriental.

Cinco se integrarán en clubes de Primera: el Levante se ha hecho con el delantero Fahad Al Mullawad, el Leganés con el mediapunta Yahia Al Shehri y el juvenil Marwan Othman, y el Villarreal con el extremo Salem Al Dawsari y con Jabor Issa, también para las categorías inferiores. En Segunda, el mediocentro Nouh Al Moussa recala en el Valladolid, mientras que Abdulmajeed Al Sulaiheem ocupará la misma posición en el Rayo Vallecano y Alí al Namer, centrocampista polivalente, jugará en el Numancia. El Sporting también se ha hecho con un refuerzo para el filial, Abdullah Al Hamdan; este último fichaje ha tenido cierta guasa por el curioso error que cometió el equipo asturiano al anunciarlo en sus redes sociales:

Todos estos jugadores (salvo los juveniles) son habituales en la selección nacional; a algunos, como Al Shehri y Al Mullawad, incluso se les considera pieza clave en el combinado árabe entrenado por Juan Antonio Pizzi que ha logrado clasificarse para el Mundial de 2018. No obstante, los halcones verdes (apodo con el que se conoce en su idioma al equipo saudí) no pueden presumir de ser la élite del balompié: en el último ranking FIFA, publicado el 18 de enero, se encuentran en el puesto 65º, por detrás de países como Cabo Verde, Eslovenia o Venezuela.

Queda claro que el motivo de tan extraño desembarco desde Arabia no es el futbolístico, y la LFP no se molesta en disimularlo. En su propia página web ha informado de que este movimiento es consecuencia del convenio firmado el pasado octubre con la Autoridad General de Deportes y con la Federación de Fútbol del reino asiático. El objetivo para los clubes españoles es “aumentar su visibilidad en el mundo árabe” y mejorar “el interés por la Liga, así como las audiencias de televisión y las oportunidades comerciales”. Como contrapartida, la LFP se compromete, además de a darle a estos nueve jugadores la oportunidad de desarrollar parte de su carrera en España, a crear academias en territorio saudí para enseñarles la metodología española y contribuir al surgimiento de futuras promesas.

Está por ver el beneficio deportivo que obtendrán los clubes españoles con la llegada de los nueve saudíes. Según el acuerdo, los jugadores, que vienen en calidad de cedidos para lo que queda de temporada, han de tener ficha en el equipo y e integrarse en las plantillas, pero los entrenadores no tienen obligación de hacerles salir al terreno de juego. De momento, fuentes del Leganés referidas por la Cadena SER ya han dejado claro que no hay motivación puramente futbolística para el fichaje, que los técnicos no habían pedido en ningún momento, y de hecho causa un problema: estaba previsto traer otro centrocampista, pero con la llegada de Al Shehri el cupo de 25 fichas profesionales está cubierto, por lo que para seguir reforzándose habría que desprenderse de algún miembro actual de la plantilla.

Habrá que ver también qué opinan los aficionados de los distintos equipos implicados, y más teniendo en cuenta que la situación sociopolítica de Arabia Saudí (una monarquía absoluta donde rige una interpretación ultraconservadora del islam y los derechos humanos de las mujeres, o de colectivos como los homosexuales, no se respetan) tiende a despertar hostilidad en el público occidental. En principio, la actitud dominante entre los hinchas en redes sociales es de desconfianza por el carácter absolutamente desconocido de los recién llegados, el carácter marcadamente comercial de la operación y el riesgo de que los nueve saudíes cierren puertas a los jóvenes talentos locales, aunque no falta quien aboga por darles al menos el beneficio de la duda y dejar que demuestren si valen para jugar en España.

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