La injusta situación de Keylor Navas

PA Sport
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Llegas a un club histórico por la puerta de atrás y cuestas sólo 10 millones. Tu curriculum habla de unos años buenos en un club de la parte baja de la tabla y una destacadísima actuación en un Mundial. Se te da la oportunidad de relevar al mito de la portería de tu nuevo club sólo tras haber intentado mandarte como moneda de cambio a otro equipo para fichar un portero por más de 50 millones. Te asientas y acabas ganando tres Champions Leagues de manera consecutiva.

Hasta el verano pasado, esa era la historia de Keylor Navas en el Real Madrid. El costarricense había sido un seguro de vida para su equipo y se había repuesto a todo tipo de prejuicios y críticas a base de fé –literalmente– y una ética de trabajo descomunal. Para Zinedine Zidane no había un portero mejor en el mercado, tanto así que rechazó la llegada de Kepa Arrizabalaga en el pasado mercado invernal por 20 millones de euros para proteger la figura de su portero titular.

Sin embargo seis meses después la situación cambiaría. Tras la salida de Zidane del club, Florentino Pérez estaba más que convencido de la necesidad de fichar a uno de los mejores porteros del futuro en Europa, de ahí sus intentonas por David de Gea en 2015, Kepa el invierno de 2018 y finalmente, la buena, por Courtois el verano después del Mundial de Rusia.

Goal.com
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El belga es un verdadero portento y a sus 26 años ya se ha consagrado como un grandísimo arquero en plazas tan complicadas como el Vicente Calderón y Stamford Bridge. Además, fue elegido mejor portero de un Mundial, pues llegó a las semifinales con su selección y consiguió llevarse la medalla de bronce de la competición. Como además entraba en su último año de contrato con el Chelsea, el Real Madrid vio una oportunidad de mercado irrepetible y fichó al cancerbero por 50 millones de euros.

Con Courtois el equipo se aseguraba un gran portero para los próximos diez años, pero las ganas de Keylor Navas de quedarse en el equipo y luchar por un puesto complicaron la situación al club. No sólo no ingresaría el dinero de un posible traspaso del que fuera elegido mejor portero de Europa, sino que además se crearía una competencia entre ambos que, por experiencia, no suele ir bien a ninguno de los dos protagonistas de la historia.

Julen Lopetegui definió la situación como una en la tenía dos grandes soluciones, más que un problema. El vasco –exportero– no se decidió por uno de los dos y prefirió rotar, aunque en el tiempo que estuvo en el club Navas disputó los partidos de Champions League y Copa del Rey y Courtois los de Liga. No podemos saber que hubiera pasado de llegar su periplo más lejos, pero toda vez que Santiago Solari agarró el testigo del exseleccionador español, el portero belga recibió el premio de ser el “titular”, mientras que Navas tuvo que conformarse con sus intervenciones en la Copa del Rey.

La situación no necesitaría más análisis sin ambos porteros estuvieran rayando a gran nivel, pero los problemas que está teniendo Thibaut Courtois en los últimos partidos, han puesto en relieve la injusticia realizada con un portero como el costarricense, que como él mismo explicó en su última actividad internacional: “pasé de ganar tres Champions al banquillo”.

Y es que hace apenas unos meses el Real Madrid tenía al mejor portero de la Champions del año pasada, pero decidió fichar al mejor del Mundial. El lío se veía venir.

El tema es que Courtois es un buen portero, pero no hace milagros, algo que en Madrid suele históricamente ser necesario para ganarse al público. Navas, tras muchos años de trabajo, dejó noches memorables el año pasado, tanto ante el Bayern de Munich en el Bernabéu como en la final de Kyev ante el Liverpool. Ya antes había hecho grandísimas actuaciones –despejando una clarísima ocasión de Pjanic a los cinco minutos de la final de Cardiff ante la Juventus, por ejemplo, y siendo crucial en varios Clásicos–, pero no fue hasta ese momento en que el madridismo le colocó a la altura de mitos históricos del club como Iker Casillas, Paco Buyo o Ricardo Zamora.

Courtois, por su parte, tuvo unos meses bastante buenos, pero tras una pequeña lesión a principio de año se le ha visto lento, descolocado y algo dubitativo en varias ocasiones en las últimas semanas. La afición todavía no le considera uno de los suyos pues no sólo ha sentado a Navas tras su llegada al club, sino que todavía no ha demostrado valer esos 50 millones que costó su fichaje.

Los números de uno y otro no son comparables, pues mientras Courtois ha jugado ya 28 partidos (recibiendo 35 tantos en contra), Navas sólo se ha vestido de corto en 12 ocasiones, en las que ha recibido 9 goles. Pero claro, cabe apuntar que Navas ha disputado en Copa del Rey partidos ante Melilla, Leganés y Girona, mientras que el belga le ha puesto el pecho a las balas en la Champions League y en la Liga.

(AP Photo/Andrea Comas)
(AP Photo/Andrea Comas)

Eso sí, visto el rendimiento de el costarricense ante el FC Barcelona en la Copa del Rey, cabe preguntarse porque Solari no le da más oportunidades a Keylor –sobre todo ahora que su compañero no pasa por su mejor momento. El técnico argentino ha sido valiente para sentar a Marcelo, a Isco e incluso a Gareth Bale, pero desde que llegó tomó la decisión de darle la portería a Courtois de manera unilateral, sin basarse en el rendimiento de ambos de sus porteros hasta ese momento.

Por eso parece injusto que Keylor Navas, tras cuatro años espectaculares en el club, no cuente ahora con más aliciente que intentar ganar al Barça la semana que viene en Copa del Rey para asegurarse jugar el que bien podría ser su último partido como madridista… la final del tornero que se jugaría ¡el 25 de mayo!

Casi tres meses de inactividad para un hombre que ha sido clave en el devenir del equipo en el último lustro y que, tristemente, parece que acabará yéndose por la puerta de atrás. Eso sí, seguro que lo hace como vino: sin hacer ruido.

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