Un asteroide que pasará cerca de la Tierra el día antes de las elecciones en EEUU desata bromas y temores infundados

En un año de pandemia, debacle económica y confrontación política y social, algunos han añadido a la lista de catástrofes un hipotético impacto de un asteroide contra la Tierra, justo el día antes de la elección presidencial de Estados Unidos.

Pero que ese choque suceda es, con todo, altamente improbable.

Una ilustración de un asteroide ingresando y ardiendo en la atmósfera de la Tierra. La posibilidad de que un asteroide choque con la Tierra el 2 de noviembre es minúsculla, y si sucede no causará daño pues se desintegrará en la atmósfera. (Getty Creative)
Una ilustración de un asteroide ingresando y ardiendo en la atmósfera de la Tierra. La posibilidad de que un asteroide choque con la Tierra el 2 de noviembre es minúsculla, y si sucede no causará daño pues se desintegrará en la atmósfera. (Getty Creative)

Como se narra en Space.com, en efecto se ha identificado que el asteroide conocido como 2018 VP1 pasará muy cerca de la Tierra el próximo 2 de noviembre de 2020, un día antes que los comicios presidenciales, pero en realidad no representa un peligro para el planeta.

Para empezar, la probabilidad de que el 2018 VP1 entre a la atmósfera de la Tierra es, según científicos de la NASA, de 0.41%, pero dado su pequeño tamaño (unos 2 metros), incluso si eso sucede el asteroide arderá y se desintegrará en la atmósfera.

Que el 2018 VP1 pase de largo es por mucho el escenario más probable y aunque el asteroide se acercará ciertamente a la Tierra, los datos indican que se mantendría en todo caso a unos 418,000 kilómetros del planeta, una distancia similar a la que existe entre la Tierra y la Luna.

No habría entonces ningún cataclismo cósmico el día previo a los comicios estadounidenses, ni tampoco el día de la votación, el 3 de noviembre, cuando otro asteroide más grande (entre 8 y 18 metros) se acercará también a la Tierra pero a una distancia mayor, unas 16 veces la distancia del planeta con la Luna, de acuerdo a Science.

Ambos asteroides han tenido notoriedad más que nada por su proximidad a la fecha electoral, pero habría otros casos más llamativos: por ejemplo, el asteroide 2011 EES4 pasará a principios de septiembre a una distancia bastante cercana de 75,000 kilómetros de la Tierra y su tamaño es mayor que los anteriores, unos 25 metros. Pero tampoco representa ningún peligro para el planeta.

Con todo, la mezcla de asteroides que se acercan a la Tierra con la elección presidencial ha causado cierta fascinación y bromas en las redes sociales.

Más en serio, el Centro para el Estudio de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS) de la NASA se dedica a detectar y dar seguimiento a asteroides y cometas que se aproximan a nuestro planeta a fin de identificar los posibles riesgos. En el pasado se han registrado choques de meteoritos y cometas contra la Tierra, desde el impacto mayúsculo vinculado a la extinción de los dinosaurios hace decenas de millones de años hasta los que han dejado cráteres de diversas magnitudes, todos ellos con importante poder destructivo.

Por ello, aunque no se ha identificado ninguno que represente una amenaza inmediata y altamente probable, CNEOS rastrea y registra asteroides y cometas para establecer su nivel de riesgo. Hasta ahora, el asteroide 1950 DA es el que tendría mayor probabilidad de impacto catastrófico con la Tierra, aunque esta es del 0.012% y el choque no sucedería sino hasta el año 2880. Una lista de esos objetos, con la magnitud y probabilidad de un potencial impacto es actualizada periódicamente por CNEOS.

Y en general, de los objetos monitoreados por CNEOS el que tiene más probabilidad de impactar la Tierra es el asteroide 2010 RF12, con 4.7% de posibilidad entre los años 2095 y 2119. Pero como su tamaño es pequeño, unos 7 metros, si eso sucede presumiblemente se desintegrará en la atmósfera.

Ciertamente, objetos aún no ubicados podrían estar en camino hacia la Tierra e implicar mayores riesgos, y por ello el trabajo de CNEOS y otras instituciones resulta de gran relevancia.

Así, por lo pronto, mientras se acerca la elección del 3 de noviembre, lo conveniente es valorar el sentido del voto y el riesgo inherente a cada candidato para decidir al respecto. La trayectoria de los contendientes, y no la de los asteroides, es lo que importa y lo que puede causar fuertes efectos en función de quien resulte ganador de las elecciones.