La 'extrema violencia' se apoderó de los aficionados de los Raiders: arrojaron basura a la cancha

Oakland Raiders fans in "The Black Hole" watch their team walk off the field at the end of an NFL football game against the Jacksonville Jaguars n Oakland, Calif., Sunday, Dec. 15, 2019. (AP Photo/D. Ross Cameron)
Fanáticos en el "Black Hole", el estadio de los Raiders de Oakland, en el partido contra los Jacksonville Jaguars. (AP Photo/D. Ross Cameron)

Era un domingo especial para un partido de NFL en el Coliseo de Oakland, en el encuentro entre los locales, los Raiders, que recibían a los Jaguares de Jacksonville, con un estadio pletórico, a reventar de fanáticos que ansiaban una victoria tras tres derrotas consecutivas que ponían en riesgo su participación en postemporada, a dos encuentros para que termine la temporada regular.

Además de esperar la victoria, el partido sería el último que los Raiders jugarían en el vetusto RingCentral Coliseum antes del partido de postemporada, programado gracias a la combinación de resultados, para jugarlo el próximo 4 de enero de 2020, en el duelo de comodines de la Conferencia Americana con rival aún por definir.

La NFL no programó ningún partido especial antes de la partida de los Raiders a la ciudad de Las Vegas, en donde llegarán a estrenar estadio.

Sin embargo, ninguno de estos factores fueron detonantes de la furia de los más de 50 mil asistentes que veían cómo sus ‘malosos’ perdían de nuevo por apenas cuatro puntos de diferencia con los Jaguars.

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La tensión comenzó a sentirse al comenzar el 4to cuarto, cuando los Raiders ganaban 16 a 6. Se esperaba una avalancha de fanáticos que invadirían el campo para celebrar el último partido en casa en temporada regular. Cientos portaban carteles reclamando el inminente abandono.

OAKLAND, CALIFORNIA - DECEMBER 15: A detailed view of a torn off piece of a stadium seat thrown on the field by fans after the Oakland Raiders loss to the Jacksonville Jaguars at RingCentral Coliseum on December 15, 2019 in Oakland, California. (Photo by Daniel Shirey/Getty Images)
(Photo by Daniel Shirey/Getty Images)

Pero el temperamento cambió, de la felicidad se pasó a la furia en tan sólo 15 minutos relativos del último cuarto del partido. Los puntos que anotaba Jacksonville ante una inoperante y en extremo confiada defensiva local, fue lo que finalmente enardeció a la grada que mostró su furia, muy al modo de la idiosincracia estadounidense en un estadio deportivo: arrojó basura a la cancha.

Botellas de plástico rígido, latas medio llenas de cerveza, pizzas y hamburguesas a medio comer, pedazos de las butacas de plástico, fueron proyectiles que la horda de aficionados arrojaban al campo de juego, con consecuencias funestas como alguna aficionada acomodada detrás de una de las diagonales, quien recibió un golpe en la frente y comenzó a sangrar, según Torrey Hart, colaboradora de Yahoo Sports.

“La situación se volvió caótica en Oakland. Se le pidió a la prensa que abandone el campo para mantenerse a salvo, mientras que elementos de seguridad someten a un aficionado. Una mujer sangra por la frente ya que aparentemente fue golpeada por un pedazo de basura”.

El otrora consentido de la afición de Oakland, el mariscal de campo de los Raiders, Derek Carr, se dirigió a los miles de asistentes del “Agujero Negro” o el RingCentral Coliseum, para agradecer a sus seguidores por los años que habían jugado en el inmueble. Ni eso calmó los ánimos, en cambio recibió abucheos y gritos, y la agresión aumentó entre los fanáticos.

Los elementos de seguridad tuvieron una ‘ardua’ labor al someter a un fanático que había saltado a la cancha. El altercado, digno de la ‘barbarie’ se dio al lado de una portería, en uno de los momentos que más vergüenza ha dado al fútbol americano en décadas.

Para añadir más drama a la escena para muchos dantesca, los medios de comunicación fueron evacuados por su seguridad. Varios fanáticos valientes se ‘aventuraron’ saltaron los pequeños muros de seguridad e invadieron la cancha. Con amplia experiencia en someter a la masa, los guardias, vestidos con un sutil uniforme, manejaron rápidamente a los rijosos y sólo unos cuantos fueron detenidos.

Así despidió la fiel afición de Oakland a unos Raiders que jugarán en la ciudad del pecado en 2020.