La destitución de Neymar

Neymar no será el capitán de la selección brasileña. Su lugar lo ocupará Dani Alves. (Photo by Buda Mendes/Getty Images)
Neymar no será el capitán de la selección brasileña. Su lugar lo ocupará Dani Alves. (Photo by Buda Mendes/Getty Images)

No es nada sencillo sacarle la cinta de capitán a un referente. Menos aun cuando se trata de uno de los jugadores más famosos del mundo.

Tite, técnico de la selección de Brasil, lo hizo con Neymar. No le tembló el pulso, lo hizo con la autoridad que le compete y nombró en su lugar al veterano e ícono Dani Alves.

El “por algo será” tiene distintas aristas, diferentes opiniones, cada uno desde el punto de vista que quiera ser tomado.

Neymar es una de las figuras de la Canarinha, sin embargo a sus 27 años no ha ganado nada relevante (sólo una Medalla de Oro Olímpica y una Copa Confederaciones). Al igual que su amigo Messi, más allá de la diferencia de edad, poco por tratarse de una estrella de su magnitud.

¿Por qué entonces pierde su condición de capitán, teniendo en cuenta la importancia que merece? Pueden existir varias razones valederas. Tal vez sea un correctivo para un futbolista que no atraviesa por un buen momento, que denota inestabilidad confidencial.

Las lesiones y las críticas a sus acciones “poco profesionales” pueden ser parte de los motivos. Un ejemplo claro es el hecho de haber ido al carnaval de Río estando lesionado y cuando su equipo, el PSG, se estaba jugando una dura parada en el Champions League. Su obligación era estar presente junto a sus compañeros, ser parte del grupo, dejar de lado el ego.

Tite tomó una decisión fuerte. Sabe que Brasil tiene la urgente e irrenunciable obligación de ganar la Copa América en su tierra luego de la decepción sufrida en el Mundial 2014.

Para eso se necesita concentración máxima, compromiso total, profesionalismo, conducta y una figura referencial que trasmita liderazgo.

No significa que Neymar no cumpla con esas premisas, pero una figura casi “paternal” como la de Dani Alves puede ser de mayor influencia tanto en lo grupal como en lo personal. Una especie de “correctivo” suavizado, una manera sutil de despertar al león dormido.

Así como hace un año y medio atrás el propio Tite lo defendió de la críticas, lo que hizo estallar en lágrimas a Ney, hoy le saca la capitanía. Una actitud paternal digna de ser imitada…

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