La desgarradora historia sobre la desaparición de la madre de Randy Foye

La madre de Randy Foye apareció tras desaparecer en 1989. Foto: David Shankbone.
La madre de Randy Foye apareció tras desaparecer en 1989. Foto: David Shankbone.

Para Randy Foye, la celebración del Día de la Madre siempre estuvo teñida por una melancolía e incomprensión que de festivo tuvo poco. La última vez que la vio, el jugador de Brooklyn Nets tan solo tenía seis años de edad y, desde entonces, su rumbo hacia la NBA lo llevó a cabo con un nudo en el pecho. Nunca supo dónde fue su progenitora, Regina Diane Foye, y por qué le abandonó. Ahora, casi 30 años después, la duda por fin está resuelta.

Elegido en el puesto número siete del Draft de 2006, Foye fue criado por su abuela. Cuando tan solo tenía dos años de edad, su padre falleció en un accidente de motocicleta y desde que su madre desapareció, cada vez que preguntaba por ella la respuesta le confundía todavía más.

“Está de vacaciones”, contestaban sus familiares. A lo que él reflexionaba: “¿Cómo puede irse de vacaciones sin llevarse a sus hijos?”.

El mundo de Regina no era apto para menores. Su adicción a las drogas y los problemas con la justicia se convirtieron en su día a día. Estuvo en la cárcel y tras salir siguió coqueteando con las sustancias prohibidas. En enero de 1990, la madre de Foye apareció en un apartamento de Nueva York utilizado para estos fines. El jugador de la NBA nunca supo nada de esto hasta que este otoño recibió la llamada del Dr. Jason Graham.

El médico leyó la historia de Foye y acto seguido la relacionó con un caso sin resolver en el que estuvo involucrado en la época. Poco a poco, los cabos sueltos se fueron atando y tanto el jugador de la NBA como su familia se sometieron a unas pruebas de ADN que determinaron que Regina, esa chica que fue enterrada en el cementerio Kings County de Brooklyn, era efectivamente la madre de Foye.

Por primera vez desde 1989, el escolta y armador celebró el Día de la Madre consciente por primera vez que la suya nunca se fue de vacaciones sin él.

“Definitivamente es un final feliz. No fue un final Disney o de ‘yo gané la Super Bowl’, pero todo ese tiempo que pasé cuestionándome los valores morales de mi madre, pensando que se marchó para no volver… ahora sé que ella siempre estuvo ahí, pero que se metió en un problema que le costó la vida. Pienso que ella siempre estuvo ahí. Todo el tiempo”, señaló a ESPN.

Los restos de Regina descansan incinerados en una de las habitaciones donde Foye vive con su esposa y sus tres hijas, y su conciencia está tranquila. El nudo en el pecho desapareció para siempre.