El pedazo de México donde las corridas de toros ya es criminal.... como debe serlo en todo el país

Hablar de Tauromaquia y todo lo que implique esta actividad siempre estará rodeada de polémica. Como si en estos momentos nuestra sociedad necesitar más elementos para estar dividida... más dividida.

En los pasados días autoridades del estado de Quintana Roo prohibieron las corridas de toros en esta entidad, en un esfuerzo más por erradicar esta práctica que algunos confunden por arte, y que de extenderse la prohibición a la Ciudad de México, podría ser un paso más en el camino que emprendió Andrés Manuel López Obrador para emular a Benito Juárez, presidente de México durante varios periodos, quien en 1867 hizo lo mismo en la capital del país.

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En el libro "Historia Mexicana" de la escritora María del Carmen Vázquez Mantecón, se lee el artículo "¡Toros sí!, ¡Toros no! Del tiempo cuando Benito Juárez prohibió las corridas de toros" y en el que documenta que a partir del 28 de noviembre de 1867, el gobierno del 'Benemérito' prohibía esta actividad en la Ciudad de México y que se mantuvo vigente por 19 años.

Histórico fue también, decenas de años después, que el Congreso del estado de Quintana Roo hiciera lo propio el jueves 27 de junio y aprobara reformas que procuran la protección animal y se prohibieran los actos que impliquen sufrimiento o daño. Porque obvio y literalmente se infringe sufrimiento y daño a un ser vivo como los son los toros de lidia.

Cuando el polítco de Guelatao promulgó aquella ley en el siglo XIX, las hordas pro taurinas, que por aquellos días eran más numerosas, se le fueron encima con adjetivos e improperios, que prácticamente no han cambiado de tono con los que recibe ahora López Obrador, con la enorme diferencia que por aquellos días de 1867, no había redes sociales.

En el artículo "Las Corridas de Toros y sus Prohibiciones en México" escrito por Luis Cuesta para el sitio especializado en tauromaquia "De Sol y Sombra", se lee: "En México, el indio represor que logro ser Presidente, Benito Juárez García, también prohibió las corridas de toros el 28 de noviembre de 1867.

Don Carlos Cuesta (Roque Solares Tacubac) en la revista La Lidia del 22 de enero de 1943, expuso el siguiente comentario sobre esta prohibición: “… Nuestro egregio Primer Magistrado dejaba en el olvido su hermoso apotegma: El respeto al derecho ajeno es la paz.

El indio “culto” era irrespetuoso con el derecho que tenía el pueblo aficionado –la multitud- a gozar su diversión predilecta. Él, por la fruslería personal de no agradarle, ordenaba indirectamente la prohibición.

No era ecuánime ni consecuente con él mismo, ya que durante la guerra contra la intervención y el Imperio no había rehusado aprovechar la fiesta taurina para recaudar dinero que fue usado con construir hospitales provisionales- de campaña y en las ciudades.

Juárez duró en el cargo de presidente catorce años".

Luis Cuesta en el mismo artículo subestima la decisión de prohibir las corridas calificándola como un logro efímero: “Mi pregunta es: ¿De verdad es un motivo de orgullo para algunos legisladores y gobiernos, ante esta serie de problemas graves, gastar algunas partidas presupuestales en materia legislativa para anunciar logros efímeros para la sociedad, como prohibir las corridas de toros y las peleas de gallos?”

Las opiniones y justificaciones de los amantes de la fiesta brava a más de 150 años de distancia, son prácticamente las mismas, como lo constatamos con el reciente documento "Argumentos a favor de la preservación y defensa de la Tauromaquia" del Consejo Nacional Taurino Mexicano.

Sí, por increíble que parezca, hay un consejo constituido para este fin.

Este documento de cinco hojas, que con faltas de ortografía, falta de números reales y 10 inverosímiles puntos, pretende defender la actividad taurina en nuestro país, con elementos que pueden calificarse de hilarantes por su total ausencia de bases: "Pero resaltamos aun (sic) mas lo HUMANISTA que es la fiesta o corridas de toros, consistente en que toreros y aficionados taurinos a través de las corridas de toros y festivales taurinos hemos sido siempre solidarios con las causas de los hermanos necesitados, a través de la historia se han organizado infinidad de festivales taurinos o corridas de toros cuyos fondos han sido destinados en beneficio de los necesitados o caídos en desgracia".

Los toros, criaturas vivas con las que compartimos este planeta, no son seres necesitados, según este consejo, pero sí caídos en desgracia para deleite de los aficionados a esta actividad. Según el documento que se puede leer aquí y que parece una auténtica broma de un programa de Eugenio Derbez o Andrés Bustamante, con puntos como "EL 17 de Julio 2010 en la Décima Convención Nacional del CONTOROMEX celebrada en la ciudad de Tijuana, Baja California el Consejo Nacional Taurino Mexicano CONTOROMEX aprobó presentar ante la UNESCO solicitud para que la tauromaquia y corridas de toros sea declarada patrimonio inmaterial de la humanidad".

Con Quintana Roo, son cuatro los estados en México en los que se prohiben las corridas de toros, Coahuila, Sonora y Guerrero, probablemente en las próximas semanas se una Veracruz. Aunque no es un esfuerzo ideado para que se extienda en todo el país, ya que cada estado es independiente en las decisiones de su Congreso, bien puede plantearse una ley de carácter federal promulgada por el Ejecutivo que determine definitivamente la invabilidad de estas actividades.

Y es que como dijo la diputada Eugenia Solís Salazar “Prohibir este tipo de espectáculos es elevar nuestra calidad como sociedad, es promover el principio de respeto a la vida en todas sus manifestaciones, ningún espectáculo que promueva el sufrimiento y la muerte debe ser ya tolerado”.

El tema da para mucho más, como igual se protegerán a los toros, a los gallos y a todos los animales que implique su sufrimiento. Veremos si Xcaret jubilará a los delfines que tiene para deleite de los turistas o si Andrés Manuel López Obrador supera las acciones de Benito Juárez, que cabe mencionar, no ha sido el único mandatario en prohibir este espectáculo en nuestro país.

De hecho, el artífice de aquell promulgación fue Ignacio Ramírez, El Nigromante, quien definió: "Se debe abolir de la nación mexicana todo espectáculo o las corridas de toros que denigren al animal o a cualquier ser vivo y así evitar que el gozo por el sufrimiento de los seres vivos siga siendo un espectáculo degradante para los seres humanos que no han podido superar con esas conductas sus atavismos ancestrales. (...) No todo lo que llegó de Europa fue bueno" (Emilio Arellano, La Nueva República: Ignacio Ramirez "el Nigromante, Planeta, 2009).

Las razones y palabras para detener este “arte” retrógrada, son prácticamente las mismas desde hace más de 150 años. Felicidades a Quintana Roo.

Twitter @Chanclot