La carta escondida del Chelsea

La llegada de Marcos Alonso al Chelsea el verano pasado fue uno de los fichajes más inesperados en la Premier.

Era una carta bajo la manga que tenía bien escondida Antonio Conte para echar a andar su nuevo proyecto.

Hoy el equipo es líder de la liga, y Alonso uno de sus pilares.

Sin embargo no solo el Chelsea estuvo detrás de él. Por declaraciones del propio jugador, nos enteramos que el Barcelona también estuvo tras sus huellas.

“Creo que hubo conversaciones, pero la verdad es que en ese momento no estaba en mis planes el dejar Fiorentina”, dijo Alonso. “Fue únicamente cuando llegó el interés del Chelsea en el verano cuando empecé a considerar hacer un cambio”.

“Vi la posibilidad de triunfar aquí. Tuve otras ofertas de otros equipos de Italia y España, pero cuando vino por mí, no lo pensé dos veces. Chelsea es el club que siempre me había atraído”, continuó. “Desde mis años en el Bolton sabía que Chelsea era un gran equipo y la verdad es que estuve acertado en venir acá”.

Alonso ya había jugado en la Premier y no le había ido bien.

Lo hizo con el Bolton Wanderers en 2010 tras darse cuenta que de quedarse en el Real Madrid, el equipo que lo formó, sus oportunidades de jugar en Primera iban a ser casi nulas.

Entonces empacó maletas rumbo a Inglaterra a probar suerte en un equipo de pocas pretensiones y que venía de ser décimo cuarto la temporada anterior. Su pase había sido comprado por apenas 2.4 millones de euros.

Dos temporadas después Bolton caería a Segunda, con un escaso aporte de Alonso: solo nueve partidos jugados en dos temporadas.

Ya en Segunda empezaría a dar muestras de ser un jugador con más fútbol en sus piernas del que sus estadísticas reflejaban. Fue titular la mayor parte de la campaña con el Bolton y llamó la atención de otros entrenadores, uno de ellos Vincenzo Montella, quien lo llevó a la Fiorentina. Luego apareció Gustavo Poyet en el mercado de invierno y se lo llevó de vuelta a la Premier con el Sunderland hasta el final de esa temporada.

Para ese entonces Marcos Alonso lucía como un interesante lateral izquierdo, con mucha ida y vuelta, y de buen manejo de balón a pesar de su 1.88 m. de estatura. Pero aun era más futuro que presente.

Fiorentina lo reclamaría de nuevo, y fue con la Viola donde Antonio Conte, entonces entrenador de Juventus y luego de la Selección de Italia, vio algo en él que otros no vieron. Se enamoró de su estilo de juego.

Y en un golpe inesperado en el mercado de fichajes, Conte se lo llevó a su nuevo Chelsea por 23 millones de euros. Para Fiorentina resultó ser un negocio redondo: lo habían firmado gratis tras su salida del Bolton y tres años después lo vendían como caviar.

En Inglaterra ya lo conocían, pero algunos se preguntaban si el dinero pagado por Alonso era justificable.

Conte tenía otros planes para él. Había visualizado en el madrileño a un jugador más útil si lo usaba unos metros más arriba en la banda izquierda. Su buen dominio de balón y disciplina táctica le permitirían al equipo conseguir un apoyo para Edén Hazard en fase ofensiva y un refuerzo en marca para Gary Cahill.

El plan funcionó de maravilla y Alonso pasó de ser la carta escondida de Conte a convertirse en una pieza clave del andamiaje del equipo. De 27 fechas jugadas, el español ha sido titular en 21 de ellas, y ha anotado cuatro goles.

“Las cosas andan bien y tengo que continuar así porque creo que aun puedo dar mucho más. Ahora con la tranquilidad de no tener que probar nada, tengo que seguir mejorando”, manifestó.

Aun no ha sido convocado a la Selección de España, pero de seguir manteniendo el ritmo que trae, será inevitable que Julen Lopetegui se fije en él.

Si uno de los mejores entrenadores del mundo lo hizo, ¿por qué el seleccionador español no habría de hacerlo?.

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