La Asamblea francesa, de acuerdo con multar a quienes silben y piropeen a las mujeres por la calle

Desde hace unos meses en Francia existe cierto debate social y político en el que se trata de establecer dónde está el límite para determinar qué es acoso sexual y qué no. En su empeño por aclarar la situación y ponerle remedio, el Gobierno de Emmanuel Macron lleva un tiempo trabajando en una nueva legislación que implica sanciones para quienes silben a las mujeres por la calle que esta semana ha recibido un primer espaldarazo tras ser aprobada en la Asamblea Nacional francesa.

Ahora toca llevar la nueva normativa al Senado y que se debata allí, pero el primer paso para convertir la propuesta en ley está dado. No sin generar cierto revuelo, eso sí. Porque hay quienes aseguran que con este tipo de medidas se puede matar la tópica y típica galantería francesa. Desde el Frente Nacional, por ejemplo, Emmanuelle Menard cree que esta nueva legislación es una “cacería de brujas contra los hombres” y que no es lo mismo “un comportamiento obsceno “ que el “acoso”, como recoge El País.

Lo que el Gobierno de Macron pretende no tiene nada que ver con la cultura de la galantería o el cortejo, si no con conseguir, legislando y educando, que “las mujeres no tengan miedo de salir a la calle”, en palabras del propio presidente galo.

En ese sentido se mueve esta ley aprobada por la Asamblea en la que se contemplan multas que van de los 90 a los 750 euros para comportamientos considerados de acoso sexual callejero incluidos silbidos y piropos.

El grado de gravedad de cada delito y el importe de la multa a pagar dependerá del contexto, las circunstancias, de si hay agravantes, si los acusados son reincidentes… Ahora le toca el turno al Senado, pero el primer paso para que comportamientos que pueden resultar incómodos y violentos para las mujeres por la calle sean considerado un delito y tengan consecuencias para sus ejecutores está dado.

Otras de las medidas que incluye esta nueva ley es la de aumentar de 20 a 30 años la prescripción de las violaciones a menores. En Francia, cabe recordar, que no hay establecida una edad mínima para mantener relaciones sexuales dentro de su Código Penal.