Kosovo, la selección de fútbol que tenía estrellas perdidas por el mundo

Soccer Football - Euro 2020 Qualifier - Group A - England v Kosovo - St Mary's Stadium, Southampton, Britain - September 10, 2019  Kosovo's Aro Muric celebrates with Amir Rrahmani after saving a penalty from England's Harry Kane   REUTERS/David Klein
El portero Aro Muric, de la selección de Kosovo, celebra con su compañero Amir Rrahmani después de a atajarle un penal al inglés Harry Kane en un partido de las Eliminatorias a la Euro 2020. Inglaterra ganó 5-3 (Foto Reuters/David Klein).

Antes de 2018, la alegría más grande para el fútbol de Kosovo fueron los goles que anotaron en el Mundial de Rusia de ese año Granit Xhaka y Xherdan Shaqiri, quienes jugando para Suiza derrotaron a Serbia en la primera fase (2-1).

Las celebraciones de ambos, imitando con sus manos el águila presente en la bandera albanesa -cuya etnia es mayoría en Kosovo-, les provocaron una multa por parte de la FIFA, que prohibe mezclar gestos políticos con el deporte.

Xhaka y Shaquiri podrían haber jugado para Kosovo, pero cuando se hicieron profesionales, este territorio no tenía selección nacional, ni siquiera federación avalada por FIFA y UEFA.

El primero, hoy en el Arsenal de Inglaterra, nació en Suiza pero su familia es de origen kosovar, y juega para su país desde las categorías juveniles; el segundo, en cambio, es originario de Gnjllane, una pequeña ciudad kosova que antes de la guerra era una provincia serbia -de allí la polémica celebración en Rusia-, pero su familia emigró hacia tierras suizas cuando tenía un año, y al igual que su compañero de selección, representa a ese país desde hace varios años.

Como este par, Kosovo tenía regados por Europa una gran cantidad de futbolistas que no pudo unirse a ese combinado nacional, pues recién en 2016 fue aceptada por FIFA y UEFA.

Hasta ahora, Kosovo ha participado en las clasificatorias para Rusia 2018 y la Liga de las Naciones de la UEFA 2018-2019, pero ha sido en las eliminatorias a la Eurocopa 2020 que le ha mostrado al mundo del fútbol que tiene con qué dar una sorpresa, si no es que ya la está dando, pues marcha tercero en su grupo, y alcanzó a asustar a Inglaterra en su quinto encuentro. Finalmente perdió 3-5, pero dio señales de que algo grande podría ocurrir en próximos años.

Su origen

Con 141 votos a favor y 23 negativos, la FIFA anunció en mayo de 2016 la admisión de Kosovo entre las federaciones nacionales que conforman dicha organización. Esta cifra es superior a los 111 estados miembros de Naciones Unidas que reconocen su estatus como país independiente.

Esta nación, habitada por cerca de dos millones de personas en la península balcánica, declaro su independencia de Serbia en 2018, pero esta no es reconocida por todos los países en el mundo, entre ellos potencias futbolísticas como Argentina, Brasil, España, Uruguay, México y Rusia.

Los deseos separatistas de gran parte de su población comenzaron a finales de la década de los 90, cuando aún pertenecían a la exYugoslavia, ya que su gente no aceptaba la represión que el gobierno central serbio le infringía a su autonomía como comunidad. La opresión arreció durante los años de gobierno de Slobodan Milosevic, quien incluso les suprimió dicha condición en medio del conflicto interno en Yugoslavia.

Fue en 1999 cuando se desató la Guerra de Kosovo, entre las filas separatistas y Yugoslavia, con la mediación incluso de la OTAN a favor del Ejército de Liberación de Kosovo. Tras años de estar en una zona gris, en 2008 fue declarada su independencia.

Pese a su no reconocimiento por la mayoría de miembros de la FIFA, esto no ha sido impedimento para que Kosovo dispute partidos oficiales desde 2016. Su debut en competencias internacionales ocurrió en septiembre de ese año, con un empate a un gol frente a Finlandia, en las eliminatorias para Rusia 2018. El gol lo hizo Valon Berisha, quien justamente no nació en el país que representa, sino en Suecia, y quien antes había disputado encuentros internacionales con la selección de Noruega.

Berisha -delantero actual del Lazio de Italia-, de hecho, fue el autor de primer gol en el encuentro que Kosovo perdió 3-5 con Inglaterra a comienzos de septiembre de este año. Él no fue el único que para el debut de Kosovo a nivel internacional fue autorizado por la FIFA para jugar pese a haber representado a otro país. En ese partido ante Finlandia, fueron 16 los futbolistas que antes disputaron encuentros con otras selecciones.

Samir Ujkani, Alban Meha, Milot Rashica, Amir Rrahmani, Imran Bunjaku, Herolind Shala y Vedat Muriç habían vestido la camiseta de Albania; Fanol Perdedaj y Enis Alushi con Alemania, entre otros.

Para que Kosovo pudiera participar en eventos internacionales se necesitó casi un tratado internacional. En principio no podía enfrentarse a países de la exYugoslavia, menos contra Serbia. La FIFA le permitió jugar partidos amistosos en 2014, como primera medida que habiltaba a su federación, antes de acogerla como miembro oficial.

Esas limitaciones acabaron de pleno en 2016. Fue entonces cuando sus directivos tuvieron que hacer un trabajo de scouting por todo Europa para convocar a aquellos jugadores con orígenes kosovares, o a aquellos que habiendo nacido en ese país, estuviesen representando a otros, al menos en categorías juveniles.

Uno de los casos recientes más sonados ha sido el de Milot Rashica, de 23 años, quien jugaba para Albania pero al conocer las decisiones de la FIFA, optó por representar a su país natal. Hoy es delantero del Werden Bremen alemán, y la misma Bundesluga ha destacado sus habilidades.

La derrota ya mencionada ante Inglaterra acabó con una racha histórica para Kosovo: entre el 13 de noviembre de 2017 y el 10 de junio de 2019 estuvo 15 partidos internacionales sin derrotas. En ese lapso enfrentó a rivales de menor categoría como Albania, Madagascar, Burkina Faso, Islas Faroe, Azerbaijan y Malta, pero un par de selecciones con pasado mundialista como Dinamarca y Bulgaria -contra la que empató 1-1 como local y le ganó 2-3 como visitante por las eliminatorias a la Euro-.

Si en los mayores los resultados, hasta ahora, dan para pensar en un futuro esperanzador, en juveniles hay motivos para pensar en la misma línea

La derrota, por 0-2, también ante Inglaterra, frenó la racha de cuatro victorias consecutivas de la selección nacional sub-21 de Kosovo durante 2019. Dos de ellas fueron en encuentros amistosos ante Turkmenistán y Malta, y las otras dos ante Andorra y Turquía por las eliminatorias para el torneo europeo de la categoría en 2021.

La escuadra kosovar se ubica por ahora en la tercera casilla de su zona, por detrás de Inglaterra y Austria, pero el rendimiento es aceptable.

Su liga local

A nivel interno, Kosovo tiene una liga nacional desde 2007-2008, casi a la par que su declaración de independencia. Antes de esta temporada la liga también se disputaba, pero hacía parte de ligas regionales yugoslavas, serbias y en otras ocasiones como una competencia independiente bajo el amparo de la ONU.

El club más fuerte en estos doce años de competiciones como territorio independiente ha sido el KF Pristina, que ha conseguido el título en cuatro ocasiones y el subtítulo en otras cinco.

El tránsito de sus clubes por las competencias europeas desde 2016-2017 no ha sido exitoso, y el avance más notorio ha sido el de la segunda ronda preliminar de clasificación para la Europa League en un par de ocasiones con sus clubes Feronikeli y Drita.

Sin embargo, recién su historia comienza en el fútbol de élite, y el tiempo dirá si sus incipientes avances tendrán secuela en el futuro.