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Kentucky saca provecho a una extraña fórmula

El entrenador de Kentucky, John Calipari grita durante la segunda mitad de la final de la región del Medio Oeste ante Michigan el domingo 30 de marzo de 2014 en Indianapolis. (AP Photo/Michael Conroy)

DALLAS (AP) — Todos tienen una opinión sobre John Calipari. Algunos lo condenan, al considerar que ha sido, exitoso solo por su habilidad para atraer a jóvenes que brillarán por un año antes de emigrar a la NBA.

Lo señalan como un villano del basquetbol colegial, acusándolo de cómplice — e incluso responsable — de quitarle la etiqueta de estudiante a los jugadores.

También están aquellos que lo ven como un entrenador estelar, el arquitecto de exitosos programas en UMass, Memphis y ahora en Kentucky. Ha moldeado a jugadores que ahora ganan millones como profesionales y es difícil acusarlo de haberle fallado a alguno de ellos.

"Consigue a los mejores, pero los desafía, los presiona para que se encuentren a sí mismos", dijo el escolta de los Pelicans de Nueva Orleáns, Tyreke Evans, quien jugó una temporada para Calipari en Memphis.

Aquellos que aceptan el reto generalmente son recompensados.

Su equipo en Memphis fue encabezado por Derrick Rose, quien jugó el partido por el título nacional en 2008, aunque ese encuentro fue invalidado más tarde. Otra camada de jóvenes estrellas comandada por Anthony Davis venció a Kansas para darle a Kentucky su octavo título nacional en 2012.

Y el más reciente grupo de fabulosos novatos tiene a los Wildcats de regreso en el Final Four. Iniciarán con cinco jugadores de primer año en su partido del sábado contra Wisconsin, encabezados por los escoltas mellizos Andrew y Aaron Harrison y el alero de poder Julius Randle, una posible selección entre las primeras 15 en el draft de junio.

"Es duro con nosotros", dijo Randle cuando se le pidió describir lo que era jugar para Calipari. "Algunos días no te gustará, pero al final, es lo mejor para nosotros".

Calipari no es el único. Thad Matta de Ohio State ha tenido a cinco jugadores que estuvieron un solo año en la Universidad desde 2006, y Rick Barnes ha producido cuatro para Texas.

Sin embargo, nadie tiene las credenciales de Calipari en ese rubro.

Desde 2006, ha enviado a 13 jugadores de primer año a la NBA. Entre ellos se combinan para un sueldo de 181 millones de dólares. Y si todos ellos cumplen con sus actuales contratos superarían los 460 millones de dólares.

"Nos puso mucha responsabilidad cuando éramos jóvenes", dijo el delantero de los Kings de Sacramento, DeMarcus Cousins, quien jugó para Calipari en Kentucky. "Básicamente nos preparó para el siguiente nivel".

Es importante destacar que Calipari no concuerda con la regla de la NBA que requiere al menos un año de universidad antes de ingresar a la liga. Si por él fuera, sería un periodo de espera de dos años, admitió la semana pasada.

"Pero eso es algo entre la NBA y el sindicato de jugadores. Eso nada tiene que ver conmigo o la NCAA", señaló.

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El periodista de la AP Brett Martel contribuyó con este despacho desde Nueva Orleáns