El juez da luz verde a la venta de los Clippers de la NBA

Por Eric Kelsey LOS ÁNGELES (Reuters) - La mujer separada del copropietario del equipo de la NBA Los Angeles Clippers Donald Sterling puede seguir con la venta récord de 2.000 millones de dólares del conjunto pese a las objeciones de su marido, dijo el lunes un juez en la probable conclusión a un caso de racismo en el deporte en Estados Unidos. El juez de Los Ángeles Michael Levanas dijo que el acuerdo alcanzado entre Shelly Sterling y el ex consejero delegado de Microsoft Corp Steve Ballmer era permisible y podría consumarse incluso aunque Sterling, que ha sido expulsado de por vida de la NBA por unos comentarios racistas, apelase. "Ella tiene buenos motivos para creer que Donald acordase la venta del equipo", dijo Levanas, quien añadió que encontró el combativo testimonio en el juicio de Donald Sterling "a menudo evasivo e incoherente". El dictamen es una gran victoria para una avergonzada NBA y Shelly Sterling, quien pidió al juez que la confirme como la administradora de la sociedad familiar que dirige los Clippers. En mayo actuó para inhabilitar a su millonario marido de 80 años cuando los neurólogos consideraron que tenía un incipiente trastorno de Alzheimer y que era incapaz de manejar sus negocios. Shelly Sterling, de 79 años, gritó tras el dictamen y dijo a los periodistas fuera de la sala: "Ganamos de cualquier modo. Sólo hago lo que tenía que hacer". Los abogados de Donald Sterling dijeron que apelarían la decisión. En una actuación sin precedentes, el comisario de la NBA Adam Silver sancionó a Sterling y lo multó con 2,5 millones de dólares hace tres meses tras desvelarse grabaciones de comentarios privados en los que pedía a su novia que no se asociase con negros, entre ellos el jugador Magic Johnson. La mayoría de los jugadores de la NBA son negros, y el consejero delegado interino de los Clippers, Richard Parsons, testificó que los patrocinadores estaban dispuestos para marcharse y que el entrenador Doc Rivers podría dimitir y los jugadores negarse a jugar si Sterling conseguía mantener la franquicia que ha dirigido 33 años.