De Jorge Almirón a Juan Antonio Pizzi: la metamorfosis de San Lorenzo en tan solo 77 días

El 8 de mayo pasado, San Lorenzo perdió por 1 a 0 con Palmeiras, en San Pablo, en el encuentro que marcó la despedida de Jorge Almirón. Días más tarde, en San Luis, el Ciclón, en estado de shock y dirigido por Diego Monarriz, quedó afuera de la Copa Argentina, luego de caer frente a Estudiantes de San Luis por 2 a 0. Se consiguió la clasificación para los octavos de final de la Copa Libertadores, mientras que en la Superliga fue un despiste: logró 23 puntos en 25 encuentros, con apenas tres victorias, la menor recompensa en ese rubro entre los 26 equipos.

Almirón, el entrenador más ganador de la historia de Lanús, con tres títulos y finalista de la Libertadores 2017, que a punto estuvo de asumir en Boca y hasta dirigir el seleccionado, hoy conduce a Al-Shabab, un conjunto de Arabia Saudita. De 48 años, es un entrenador audaz, que exige salir jugando desde el fondo, que se inclina por el toque y, sobre todo, prefiere el protagonismo. Su módulo ideal es el 4-3-3.

Pasado mañana, a las 19.15, en el Bajo Flores, San Lorenzo se enfrentará con Cerro Porteño en el primer encuentro de los octavos de final de la Copa Libertadores, que marcará el regreso de Juan Antonio Pizzi como entrenador. Campeón del Torneo Inicial 2013, aceptó una oferta de Valencia -con la doble nacionalidad, su sueño siempre fue dirigir en la Liga de España- y renunció antes de la siguiente Libertadores. El Ciclón se consagró campeón por primera vez de su historia en 2014, con Edgardo Bauza como entrenador, mientras que Pizzi apenas dirigió 35 partidos en Valencia.

Siempre la relación se corta por el DT porque es lo más fácil. No culpo a nadie. Quería seguir porque estábamos en la mitad del procesoJorge Almirón, extécnico de San Lorenzo

Más tarde, se consagró con Chile en la Copa América Centenario 2016, luego de derrotar a la Argentina por penales en la definición, y dirigió al seleccionado de Arabia Saudita en el Mundial de Rusia. Como una broma del destino, ocupó el lugar que dejó Bauza. Destinos cruzados: justamente, en esa liga doméstica, es donde se prueba Almirón. El San Lorenzo de ahora, como el aquél, será un equipo agresivo, con una libreta parecida: 4-3-3. Más allá de las formas, Pizzi, de 51 años, nacido bajo el mismo signo de Géminis que su predecesor, golpeó la mesa. En épocas de elecciones, se benefició de la decisión política de la renovación y cambio. De ayer a hoy, exactamente en 77 días de un encuentro copero a otro, sólo tres figuras se mantienen, en la teoría, en la formación titular. Dos zagueros, Coloccini y Senesi y un volante delantero, Fértoli. El resto, fueron borrados de un plumazo.

Pienso que San Lorenzo le puede ganar al que tenga enfrente. En mi mente está ganar la Libertadores, la Superliga, y todos los torneos que tengamos. Tenemos material para ilusionarnosJuan A. Pizzi (técnico de San Lorenzo)

Monetti; Gonzalo Rodríguez, Coloccini, Senesi y Damián Pérez; Herrera, Loaiza y Román Martínez; Torres, Reniero y Fértoli fue el último equipo de Amirón. Torrico; Salazar, Coloccini, Senesi y Bruno Pittón; Menossi, Poblete y Belluschi; Cerutti, Adam Bareiro y Fértoli sería el primer equipo de Pizzi. La misma camiseta, el mismo sentimiento -en el trayecto, San Lorenzó selló definitivamente el regreso a Boedo y volvió a consagrarse en el básquetbol-, el mismo certamen y otro conjunto, literalmente. Como un abrir y cerrar de ojos: quién recuerda al viejo Ciclón.

El futuro puede esperar

En el camino, una coincidencia más: los dos entrenadores consideran que las jóvenes promesas, que se destacan en los seleccionados juveniles, todavía no están en condiciones de dar el gran salto. Adolfo Gaich y Matías Palacios están en la vidriera. Los dos, además, tienen el pulso firme al tomar decisiones. Almirón solía hacer cambios drásticos en los entretiempos y Pizzi le avisó a Nicolás Blandi que arrancará desde las sombras, como hipotético tercer número 9.

El mercado de pases es la llave para entender, en parte, el nuevo escenario. Con Almirón, el presupuesto estaba ajustado -fue sancionado por la Superliga, más allá de que la quita de puntos quedó en suspenso-, con Pizzi se transformó la ecuación. Bruno Pittón y Mauro Pittón (Unión), Ezequiel Cerutti (Independiente), Lucas Menossi (Tigre), Santiago Vergini (Bursaspor), Adam Bareiro (Monterrey) y Nicolás Navarro, que regresó de Querétaro y se quedó. Pero en las últimas horas, fue más allá en calidad y cantidad: otros hermanos aterrizan en Boedo.

Oscar y Ángel Romero. Oscar tenía vínculo por un año y medio más en Shangai Shenhua, de China, pero consiguió quedarse con el pase en su poder porque el club necesitaba liberar un cupo extranjero. Ex Racing, jugó 11 partidos en 2019 para el club chino y anotó un gol. Integró el seleccionado paraguayo en la Copa América. Ángel llega desde Corinthians, pero no jugó este año al ser apartado del plantel por no arreglar su renovación.

No tuvo la misma fortuna Almirón. Y cuando avanzaba la pretemporada, se inclinó por un grupo de colombianos de relativa calidad que conocía de su paso por Atlético Nacional. La nómina de la Libertadores será la primera decisión de peso de Pizzi, tan poderosa como la formación y el estilo. La Conmebol permite cinco cambios en relación a la lista de "buena fe" anterior. Afuera Fernando Monetti, Damián Pérez, Gabriel Rojas, Gonzalo Castellani, Román Martínez, Ariel Rojas, Andrés Rentería, Juan Camilo Salazar y Gustavo Torres. Y se sumaría Raúl Loaiza.

Bruno Pittón, Lucas Menossi, Ezequiel Cerutti y Adam Bareiro estarán seguro: son titulares. Y, más allá de que en las últimas horas surgieron trabas legales por demoras en los pagos y supuestos cheques sin fondos, San Lorenzo está en una nueva estación. Nadie cambió tanto: ni Boca, ni River, ni Godoy Cruz. El mismo sentimiento, la misma camiseta, la misma obsesión, la Copa Libertadores. Y en la cancha -y en el banco de suplentes- un equipo totalmente diferente, 77 días después.