Jon Rahm toca el cielo del golf al conseguir el primer US Open de la historia para España

Jon Rahm, con el título del US Open (Photo by Ezra Shaw/Getty Images)
Jon Rahm, con el título del US Open (Photo by Ezra Shaw/Getty Images)

El español Jon Rahm necesitó dos putts para cambiar la historia del Abierto de Estados Unidos que este domingo ganó para conseguir su sexto título del PGA Tour con un brillante final.

Lo hizo en el Día del Padre cuando recibió el trofeo después de haber tenido en brazos a su hijo Kepa, de tres meses, tras una actuación llena de pasión y sin errores con lo que superó a todos sus rivales, incluido el sudafricano Louis Oosthuizen, que acabó segundo.

Rahm, de 26 años, hizo un putt para birdie de al más de siete metros en el hoyo 17 que le permitió alcanzar a Oosthuizen. Enterró otro putt rizado para birdie de izquierda a derecha desde menos de cinco metros en el hoyo final para un 67 (-4) y una victoria con un golpe de ventaja.

"Hombrecito, no tienes idea de lo que esto significa en este momento", le dijo Rahm a su hijo en el campo de práctica cuando ganó. "Lo harás muy pronto".

Rahm se convirtió en el primer español en ganar el U.S. Open, consiguiendo finalmente el premio mayor junto con su enorme talento. Su victoria también lo devolvió al No. 1 del mundo.

En una segunda vuelta llena de dobles bogeys por tantos contendientes y un colapso impactante del campeón defensor, el estadounidense Bryson DeChambeau, Oosthuizen fue el último en caer.

Con un tiro atrás, Oosthuizen condujo hacia el cañón a la izquierda de la calle 17 para un bogey que lo dejó dos tiros atrás, y luego falló la calle en el par 5 18 que le impidió ir al green para echar un vistazo al eagle que hubiese forzado el desempate.

Se conformó con un birdie y un 71 (par). Fue su segundo subcampeón consecutivo en un major y su sexta medalla de plata desde que ganó el Abierto Británico en 2010 en St. Andrews.

Hace solo dos semanas, Rahm estaba en la cúspide de otra gran victoria. Tenía una ventaja de seis golpes en el Memorial después de 54 hoyos, solo para ser notificado cuando salía del green 18 en Muirfield Village que tenía una prueba covid-19 positiva y tenía que retirarse.

Peor aún, sus padres habían volado desde España para ver a su nuevo nieto, y Rahm estaba aislado y no podía estar allí en un momento especial.

El domingo lo compensó. Sus padres estuvieron en Torrey Pines para presenciar una actuación de clase mundial coronada por uno de los grandes finales en la historia del Abierto de Estados Unidos.

Rahm terminó con 5 bajo par 278 para su duodécima victoria en todo el mundo. El primero fue en Torrey Pines hace cuatro años cuando embocó un putt del eagle de algo más de 15 metros en el 18 y se aseguro una victoria que lo encumbró en la historia del golf mundial y de las leyendas.

Rahm celebra el putt de birdie del 18 (Photo by Keyur Khamar/PGA TOUR via Getty Images)
Rahm celebra el putt de birdie del 18 (Photo by Keyur Khamar/PGA TOUR via Getty Images)

CREYENTE EN EL KARMA

Rahm, que vivió su jornada más memorable como profesional al ganar este domingo la edición 121 del Abierto de Estados Unidos, dijo que era un "gran creyente" en el Karma y estaba convencido que algo bueno le deparaba el volver al campo de Toorey Pines, donde consiguió su primer título profesional.

La histórica victoria de Rahm se produjo en el mismo campo que en el 2017 ganaba el Farmers Insurance Open 2017, el primer título profesional en el PGA Tour, de los seis que ya posee, y se dio también apenas tres semanas después de que se viera obligado a retirarse del Memorial por causa del Covid-19 cuando tenía todo a su favor para llevarse el triunfo.

"Soy un gran creyente en el karma", dijo un emocionado Rahm. "Después de lo que sucedió hace un par de semanas, me mantuve muy positivo sabiendo que iban a suceder grandes cosas. No sabía qué, pero estábamos llegando a un lugar donde obtuve mi primera victoria y es un lugar muy especial para mí y mi familia. Sentí que las estrellas se estaban alineando".

Cuando salió del green 18 después de su ronda, que la acabó con un birdie memorable, Rahm fue abrazado por el hermano de Phil Mickelson, Tim, quien era su entrenador de golf universitario en Arizona State. Rahm le dijo a Tim Mickelson: "Lo creí".

Pero no solamente había logrado un título especial y significativo sino que también se convirtió en el primer español que lo lograba, de ahí que su satisfacción fue aún mayor, como hacerlo también en el tradicional Día del Padre, que se celebra en Estados Unidos, con su hijo, Kepa, de tres meses en sus brazos.

"Esto definitivamente fue para Seve", dijo Rahm, refiriéndose a su ídolo del golf español, Seve Ballesteros. "Sé que hablamos mucho de Seve en el Masters, pero sé que él quería ganar este sobre todo".

Mientras que a su hijo, en brazos, ya le había dicho de lo mucho que significaba el triunfo, aunque él todavía no podía darse cuenta, pero que muy pronto lo haría.

Rahm, de 26 años, también compensó todo los malos momentos vividos con el abandono forzoso en el torneo Memorial.

Esta vez, sus padres estuvieron en Torrey Pines para presenciar una actuación de clase mundial coronada por uno de los grandes finales en la historia del Abierto de Estados Unidos.

"Tenía que suceder en un entorno hermoso como este", destacó Rahm. "Tres generaciones de Rahms en este green. Uno de ellos no sabe lo que está pasando".

Pero el mundo del golf si sabe ya de la leyenda en la que comienza a convertirse Rahm, quien a sus 26 años está en la cúspide del deporte.

De momento, vuelve a ser el líder en la clasificación mundial al desbancar al estadounidense Dustin Johnson, que acabó en el decimonoveno puesto con un acumulado de 286 (+2), y con 600 puntos para la FedEx Cup ascendió 17 puestos para colocarse en el segundo lugar.