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Jon Ram: la sombra de Seve Ballesteros detrás del nuevo número 1 del mundo del golf

Jon Rahm le adjudica a Severiano Ballesteros el hecho de haberse dedicado al golf. El discípulo emuló al maestro, al convertirse en el segundo español en alcanzar el número 1 del mundo, como el propio Seve había hecho entre 1986 y 1989.

Rahm logró este hito luego de conquistar The Memorial Tournament, sexto certamen del PGA Tour luego de la interrupción por la pandemia del coronavirus. El nacido en Barrika, País Vasco, se impuso con suspenso con 5 golpes de ventaja sobre el norteamericano Ryan Palmer y consiguió su cuarto título en el circuito mayor, el 10º de su carrera profesional.

"Voy a tardar algunos días en procesarlo, un par de días o un par de semanas. Pasamos tantas cosas por esta cuarentena, hay muchas cosas pasando por mi cabeza", dijo Rahm al recibir el premio. "Se lo dedico a mi madre y a mi abuela que falleció hace poco", amplió.

Según el propio Rahm, de no haber sido por Ballesteros, probablemente nunca habría podido ser jugador profesional. En reiteradas ocasiones se encargó de resaltar que fue la inspiradora actuación de Seve, como capitán de la Copa Ryder que conquistó Europa en Valderrama en 1997 lo que sembró la semilla del golf en toda España e impulsó directamente a su padre a jugar al golf. "Así es como yo empecé", recordó Rahm.

En la exigente cancha de Muirfield Village, la casa de Jack Nicklaus, Rahm comenzó jugando en otra dimensión, con birdies en los hoyos 5 y 7 para sacar 8 golpes de ventaja sobre Palmer. Ni el viento ni el calor, ni una interrupción de 50 minutos por amenaza de tormenta eléctrica ni finalmente la lluvia parecían detenerlo.

No obstante, sendos bogeys en los hoyos 10 y 14 y un doble-bogey en el 11 redujeron el margen a tres, con cuatro hoyos por en el camino. Cuando los nervios parecían alterar la habitual frialdad del español, un espectacular birdie embocando con el wedge desde el tupido rough del 16 sentenció el desenlace. "El mejor golpe corto que pegué en mi vida. Es justo lo que necesitaba en ese momento", dijo Rahm. (La pelota se movió cuando apoyo el palo antes de hacer swing, pero al cierre de esta edición no había recibido penalidad y de todas formas los dos golpes de multa no lo privarían del título.)

El éxito le permitió a Rahm sobrepasar al tope del ranking mundial a Rory McIlroy, quien necesitaba terminar segundo para sostener la supremacía, pero una vuelta de 78 lo retrasó hasta el 33º lugar.

A los 25 años y con sólo cuatro como profesional, Rahm se afirma como uno de los máximos animadores del circuito y candidato a llevarse alguno de los tres majors que se aglomeran entre agosto y noviembre. Dueño de un furibundo drive, con el que promedia 305,3 yardas, como buen español deslumbra con su juego corto, lo que demostró con el espectacular birdie en el 16. Temperamental, su mentalidad y confianza para jugar siempre al límite es lo que en definitiva le permite codearse con la elite.

En su época de amateur fue Nº1 del mundo durante 60 semanas (un récord) y en su primera temporada en el PGA Tour (2016/17) ganó Farmers Insurance Open y terminó como Novato del Año. Este es su cuarta campaña consecutiva con al menos un triunfo, tras adjudicarse también el Career Builder Challenge en 2018 y el Zurich Classic of New Orleans en 2019, además de otros seis títulos en el European Tour, circuito que dominó en 2019.

El ranking mundial del golf se instauró en 1986. Greg Norman fue el primero en llegar al 1 y Ballesteros lo sucedió tres semanas más tarde. Los dos intercalaron la primera posición durante tres años. Desde entonces, ningún español había alcanzado la cima pese a que José María Olazábal y Sergio García llegaron al segundo escalón.

Rahm se convirtió en el 24º jugador en ser Nº1 del mundo, un sitial que desde 2018 cambió 15 veces de dueño alternándose entre seis jugadores diferentes.

Tiger, conforme

En su regreso al PGA Tour luego de cinco meses, Tiger Woods se mostró conforme con su performance. El domingo empleó 76 golpes para finalizar +6 en el puesto 40. Lo rescatable es que no se quejó de los dolores en la espalda que lo habían alejado del circuito desde febrero y que reaparecieron durante la segunda vuelta.

"Tengo que trabajar más en mi putter, pero mi swing se sintió bien. Pude pegar buenos golpes", dijo Tiger, cinco veces ganador de The Memorial. "El viernes me costó físicamente, pero en general, para ser mi primera semana de regreso, hay muchas cosas positivas".

¿Cuándo volverá a jugar? "Pronto", contestó ambiguamente, abriendo la incógnita sobre si estaría en el WGC-FedEx St. Jude de Memphis que comienza el 30 de julio, una semana antes del PGA Championship, el primero de los tres majors de este año y el único de la temporada 2019/20.