Jakub Moder, pie enorme y toque exquisito para sustituir a Krychowiak

Madrid, 16 jun (EFE).- Dicen que todo buen futbolista habilidoso y con buen golpeo de la pelota siempre tiene que tener un pie pequeño. Muchos recuerdan siempre al gran Sócrates, que con 1'92 y una talla 37, hizo maravillas en la selección brasileña del Mundial de 1982. Pero hay excepciones. Una es la de Jakub Moder, que sustituirá al sancionado Krychowiak para enfrentarse a España. Su número se acerca más al de un jugador de baloncesto que de fútbol.

Moder calza un 44 y mide 1'90. No es la talla más grande de la Eurocopa. El récord lo tiene Romelu Lukaku, que gasta una 47'5. Otro "gigante" como Thibaut Courtois, que alcanza los dos metros, usa un número 45'5. Cristiano mide 1'87 y calza una 41'5, mientras que fuera de la competición, el brasileño Neymar, con menos estatura (1'75), llega a la talla 40.

Al contrario que Sócrates, Moder no tiene precisamente un pie pequeño. Pero eso no le impide tener una gran calidad. De hecho, es una de las esperanzas polacas, es futuro puro de la selección que ahora dirige Paulo Sousa. Con sólo 22 años, ha conseguido abrirse paso después de jugar en la elite apenas dos temporadas: una y media en el Lech Poznan y la otra media en el Brighton & Hove Albion de la Premier League.

Ahora, la doble cartulina amarilla que vio Krychowiak frente a Eslovaquia, ha abierto a Moder las puertas de la titularidad en una gran competición internacional de primer nivel. Krychowiak, cuestionado por una acción que provocó la derrota de su equipo (1-2) cuando empataba e iba claramente a por la victoria, se perderá la segunda jornada de la fase de grupos por sanción.

TRABAJO PARA ADAPTAR SU GRAN PIE AL GOLPEO DE LA PELOTA

Paulo Sousa no pondrá a un jugador cualquiera. No muy conocido fuera de Polonia, Moder es un diamante en bruto que ha trabajado duro para mejorar sus condiciones. Aún tiene muchos detalles que pulir, pero, su buen golpeo de balón pese a tener un pie grande, lo ha conseguido gracias a la búsqueda de la postura perfecta.

"Cuando era pequeño, no me di cuenta de que tenía fuerza en la pierna. Solo cuando era juvenil noté que sí la tenía. Comencé a trabajarlo. No soy ese tipo de jugadores que tienen una bomba en la pierna. Tampoco la tengo fuerte. Y se dice que cuanto más pequeño es el pie, mejor se puede golpear, pero uso un 44. Mi gran golpeo lo he conseguido trabajando la técnica: sincronización, posición del cuerpo y dinámica. Ahora es un arma formidable", dijo en unas declaraciones de 2020 al diario Weszlo.

Pero Moder no es solo eso. Es un jugador polivalente que puede jugar tanto de centrocampista defensivo como de extremo o incluso delantero. Se mueve con mucha elegancia por el terreno de juego, tiene buena llegada y buen toque de balón. Y, además, tiene gol. Hizo cinco en su primera temporada en el Lech Poznan y antes de irse en el mercado de invierno a Inglaterra sumaba otros cuatro.

Ya desde pequeño dio muestras de que tenía buena puntería. El Lech Poznan mostró su interés por él cuando uno de sus trabajadores vio a un chaval marcar cinco goles en un partido. Ese era Moder, que nació en Szczecinek, un pueblo de 1.000 habitantes y que acabó haciendo 100 kilómetros con sus padres en el coche para ir a entrenar a Poznan casi cada día.

TRANQUILO, DORMILÓN Y CON GANAS DE DEBUTAR EN UN GRAN TORNEO

Poco a poco, ese chaval se convirtió en un buen jugador. Cedido en el Odra Opole en la temporada 2018/19, se hizo con un hueco en el primer equipo del Lech Poznan a su vuelta después de un partido amistoso de prueba ante el Unión Berlín. El cuerpo técnico del Lech tenía que decidirse entre él o Mateusz Lewandowski. Se llevó el gato al agua y esa mismo curso, el 2019/20, se convirtió en el futbolista revelación de la liga de su país.

Pero en su carrera no han sido todo alegrías. Antes de llegar a la absoluta, se llevó un disgusto cuando el seleccionador sub-20 le dejó fuera del Mundial de la categoría que se disputó en su país. Para aliviar sus penas, sus amigos le organizaron un viaje a Croacia y un mundial alternativo en la playa. Regresó con más fuerza.

Muy educado, introvertido, sin muchas ganas de acaparar focos en los medios de comunicación, Moder tiene una afición muy barata: dormir. Sus amigos dicen que podría hacerlo todo el día. Aprovecha cualquier rato para echarse una siesta. Pero, sobre el terreno de juego, no se echa cabezadas, todo lo contrario. Está siempre alerta.

Su último gran salto lo dio con el fichaje por el Brighton. Llegó en enero al club inglés y ha acabado las últimas jornadas en el once titular de Graham Potter. Con Polonia, acumula once internacionalidades y ya ha marcado goles. Lo sabe Inglaterra, que recibió uno de Moder en Wembley en marzo.

Su siguiente paso está a punto de llegar. Sin duda, es la opción más lógica para sustituir a Krychowiak frente a España, que se verá las caras con un desconocido que tiene un gran pie con un toque exquisito peligroso para los intereses del combinado dirigido por Luis Enrique. Moder se muere de ganas de debutar en un gran torneo internacional. En breve, podrá lograr su sueño.

Juan José Lahuerta

(c) Agencia EFE