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La ITF, "preocupada" por la mentira de Mariano Puerta, no reabrirá el caso pero será más severa en futuros juicios por dopajes

El ex tenista Mariano Puerta descolocó al mundo de las raquetas y dejó, prácticamente en absurdo, al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) al confesar, en LA NACION, que había mentido en su estrategia legal para tratar de que le disminuyeran la pena tras el doping en la final de Roland Garros 2005, hecho que finalmente ocurrió (tras la apelación en Lausana, la suspensión fue de dos años en lugar de los ocho originales). Quien también bebió un mal trago luego de las recientes palabras del cordobés fue la Federación Internacional de Tenis, que, en aquel momento, después de que se encontrara una sustancia prohibida (etilefrina) en el organismo del ex N° 9 de la ATP, insistió en que la teoría de la contaminación (por tomar del mismo vaso de la esposa) no era confiable. A la ITF le llamó la atención el artículo publicado en LA NACION el 3 de agosto pasado y, hace algunas horas, reconoció su "preocupación".

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"La ITF ha revisado cuidadosamente el reglamento relativo al caso de antidopaje de 2005 de Mariano Puerta, a la luz de su reciente admisión de haber fabricado evidencia ante el Tribunal Independiente y Corte de Arbitraje Deportivo. Puerta cumplió una suspensión de dos años en ese momento y se retiró del tenis profesional en 2009, dos años después de haber recuperado su elegibilidad", narra el statement que la ITF le hizo llegar a LA NACION. Y prosigue, sobre una potencial posibilidad de reabrir el caso del ex jugador argentino y proceder a una revisión "basada en nueva evidencia", tal como sugirió el TAS que podía llegar a ocurrir: "La admisión de Puerta es motivo de gran preocupación, sin embargo, se ha decidido no reabrir este caso y, por lo tanto, no existe intención de tomar medidas adicionales".

La ITF entiende que no puede destinar sus recursos actuales en un caso del pasado cuando tiene otras cuestiones vigentes que observar, por ello descartó la posibilidad, por ejemplo, de impedirle a Puerta el ingreso a los torneos o algún otro castigo. Ello no significa que el testimonio del ex integrante de la Legión argentina no haya generado un disgusto importante en la sede de la ITF en Roehampton, Londres, y que haya marcado un antecedente riesgoso con miras al futuro. Este nuevo capítulo del segundo caso de doping más escandaloso de la historia del deporte argentino (después del de Diego Maradona en la Copa del Mundo de los Estados Unidos 1994) hará que la ITF, según conoció LA NACION, ponga en mayores dificultades a los tenistas a la hora de probar su inocencia en futuras audiencias y juicios por dopaje.

Los (siete) casos de doping del tenis argentino en los tiempos de la Legión, especialmente el de Puerta, quien fue el primer reincidente de la historia en el deporte de las raquetas, fue un dolor de cabeza para la ITF, en especial para el italiano Francesco Ricci Bitti, presidente de la entidad desde 1999 a 2015. El hombre nacido en Faenza, una ciudad del norte italiano, tuvo una simpática relación con la Argentina, ya que su carrera en la ITF había comenzado como miembro del comité de competencias para los juniors, en 1981, cuando ese sector era dirigido por Enrique Morea, emblemático jugador y presidente de la Asociación Argentina de Tenis (inclusive en 2005, cuando la Argentina tuvo tres casos de doping).

Ricci Bitti fue, además, uno de los directores fundadores de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA, por sus siglas en inglés), entidad creada por el Comité Olímpico Internacional para controlar el dopaje en el deporte. Ello no impidió que durante el US Open de 2005, en un diálogo con LA NACION, el dirigente le adelantara que en el Abierto de Francia de esa temporada se habían registrado cinco casos de doping, dos de ellos de un mismo país (luego se supo que además de Puerta, se trataba del doblista Mariano Hood, por finasteride).

Ricci Bitti tuvo un vínculo cordial con la Argentina, además, porque disfrutaba de la atmósfera que se generaba con los hinchas en la Copa Davis y él deseaba un tenis que se descentralizara, que fuera más allá de las potencias del mundo y los organizadores de Grand Slam. Fue uno de los que aprobó que en esa competencia se utilizaran las remeras con diseños de las banderas, como hizo Franco Squillari, por ejemplo, quien marcó tendencia utilizando la camiseta con la bandera argentina en febrero de 2001, en Mendoza, ante México, por la primera rueda de la Zona Americana (en aquella serie se produjo el debut de la empresa L'Egalité, de Fernando Marín, como socio comercial de la AAT).

Más de una vez, antes de la conquista de la Ensaladera en 2016 ante Croacia, Ricci Bitti (en septiembre de 2015 fue reemplazado por el estadounidense David Haggerty) declaró públicamente que quería que el equipo nacional se quitara la espina luego de varias frustraciones. Asimismo, aunque se declaró admirador de Guillermo Vilas, nunca quiso interceder para que el Poeta fuera reconocido retroactivamente como número uno, investigación que sigue en marcha.

"Tememos que la evidencia del jugador y su esposa con respecto a la contaminación del vaso del jugador no es confiable. Tememos que el relato de ambos constituye una teoría especulativa derivada de la necesidad de explicar el resultado positivo del análisis", fue uno de los fallos que en diciembre de 2005 dio el Tribunal Independiente Antidoping de la ITF sobre el caso Puerta. Esa explicación, mucho más amplia, estuvo acompañada por una sanción de ocho años que luego sería alterada en la instancia de apelación ante el TAS. Un dato no menor es que el representante legal de Puerta fue el ya fallecido Eduardo Moliné O'Connor, vicepresidente de la Corte Suprema de Justicia durante el menemismo, dirigente de la Asociación Argentina de Tenis, miembro de la ITF y del propio TAS entre 1998 y 2006.

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Puerta fue muy claro hace algunas semanas en LA NACION, desde los Estados Unidos, donde está radicado desde hace casi siete años. Al ser consultado sobre qué cree que hubiera sucedido si el TAS hubiera conocido que la estrategia del vaso era falsa, el ex tenista nacido en la localidad cordobesa de San Francisco, reconoció: "Creo que me hubiesen mantenido, probablemente, los años. Ellos hacen mucho hincapié en la responsabilidad, en si fuiste negligente. Creo que el resultado del TAS hubiese sido diferente, probablemente para peor".

Sin embargo, con su mentira en la apelación, Puerta pudo volver a jugar en 2007. Quince años después del dopaje en la final ante Rafael Nadal en París, el caso sigue haciendo ruido.