El mayor foco de coronavirus de Europa contagió a alrededor de 6.000 personas (y no está en España o Italia)

Fue en Ischgl, una de las estaciones más concurridas y populares de Europa y donde, según la demanda colectiva de un abogado que está reuniendo a los afectados, se podrían haber contagiado por coronavirus en torno a 6.000 personas. Conocida como la ‘Ibiza de hielo’, se encuentra en el valle de Paznaun en el estado de Tirol (Austria). Los afectados acusan a las autoridades de haber actuado demasiado tarde, según informa The Guardian en un amplio reportaje en el que recoge todo lo sucedido.

La estación de esquí de Ischgl, en Austria, está en el centro del huracán por ser considerada como un foco de contagio que aceleró la primera ola de coronavirus en Europa. (Foto: Sean Gallup/Getty Images)
La estación de esquí de Ischgl, en Austria, está en el centro del huracán por ser considerada como un foco de contagio que aceleró la primera ola de coronavirus en Europa. (Foto: Sean Gallup/Getty Images)

Ischgl es un lugar para amantes del esquí, de la naturaleza y de la diversión. Paisajes de ensueño, buenas pistas y locales exclusivos en los que ir de fiesta en fiesta. Entre los muchos datos recogidos por el mencionado diario británico se encuentran los testimonios de algunos de los turistas, como Nigel Mallender, que pasaron unos días en marzo en la zona y aseguran haberse contagiado allí. Cuenta que, tras el anuncio del canciller de Austria, Sebastian Kurz, de que se ponía el valle en cuarentena la estampida de turistas intentando salir de allí rumbo a sus lugares de residencia fue como una película de terror.

Los datos publicados por The Guardian cifran en 28 las personas que se alojaron y visitaron la estación de esquí entre finales de febrero y principios de marzo y que murieron poco después como consecuencia del COVID-19. El número de contagiados, si se tiene en cuenta a quienes se han unido a la demanda colectiva, ascendería a 6.000. Al elevado número y a la variedad en las nacionalidades de los turistas que se encontraban en aquellas fechas en el valle responde el hecho de que haya quien considere que aquel fue uno de los grandes focos del coronavirus en Europa y que allí se produjo la aceleración de la ola de contagios que recorrió el continente.

Señalan los autores del reportaje y el podcast, que los brotes del norte de Alemania, Dinamarca, Suecia, Noruega e Islandia estuvieron relacionados con esquiadores procedentes de este valle tirolés. La demanda es contra la región del Tirol y agrupa a turistas de 47 países distintos que señalan su visita a la mencionada estación de esquí como origen de su contagio.

Los dueños de algunos negocios de la zona, que ya se preparan para una nueva temporada con nuevas medidas de pandemia, creen que se ha exagerado hasta cierto punto lo que allí ocurrió y que se les está señalando de manera injusta. Lo cierto es, siguiendo la cronología de los hechos, que el 5 de marzo Islandia declaraba la zona de alto riesgo mientras las autoridades locales enviaban un mensaje de tranquilidad.

El director médico estatal, Franz Katzgraber, señalaba el viaje en avión de Múnich a Reykjavik de los turistas islandeses como posible origen del contagio: “Desde una perspectiva médica, no parece muy probable que las infecciones se lugar en el Tirol”. Lugar de turismo exclusivo capaz de ofrecer a sus visitantes un concierto de Elton John y Rihanna, el desembolso de los visitantes en la zona puede rondar los 8.400 millones de euros al año. Cerrarlo, como ha ocurrido en el resto del mundo con infinidad de negocios y sectores, ha supuesto un zarpazo a su economía.

La fecha que lo cambió todo, según The Guardian, fue el sábado 7 de marzo. Entonces se registró el primer positivo dentro de la propia ciudad. Era el barman de un bar, el Kitzloch. “Se especuló que acababa de regresar de unas vacaciones en Italia. Eso no era cierto. Estuvo aquí todo el tiempo”, ha reconocido Bernhard Zangerl, gerente de Kitzloch.

Las autoridades del Tirol tampoco actuaron en ese momento. El lunes 9 de marzo se supo que 15 personas que habían estado en contacto con el barman también habían dado positivo. El bar cerró ese mismo día. La demanda colectiva defienden que ese día debería haberse procedido al cierre masivo. No fue así. El doctor Peter Kolba, presidente de la Asociación Austriaca de Protección al Consumidor, mantiene que “si Ischgl hubiera sido puesto en cuarentena una semana antes, miles de turistas no se habrían infectado y el virus no se habría extendido por Europa”.

La orden para cerrar todos los bares no llegó hasta el martes 10 de marzo, pero solo algunos lo hicieron y eso provocó, según testigos de personas alojadas allí aquellos días, que el resto estuviesen más abarrotados. Muchos siguieron abiertos hasta finales de semana, cuando el canciller anunciaba públicamente que el valle de Paznaun “con efecto inmediato” sería puesto en cuarentena y pidió a los turistas que dejaran el lugar.

Habían pasado días, probablemente miles de contagios se habían producido para entonces y la orden de poner en cuarentena la zona desembocó en autobuses llenos y horas y horas de retenciones. Ahora, los representantes legales recopilan pruebas y testimonios para armar su demanda contra el Tirol por considerar que no actuaron a tiempo convirtiéndose en foco de aceleración de contagios en Europa.

El documento presentado consta de 36 páginas y señala con nombres y apellidos a 21 propietarios de bares y funcionarios locales como posibles sospechosos, aunque en último término se considera responsable al gobierno.

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