Yahoo Noticias India, la selección que renunció a un Mundial por no poder jugar descalzos
Más allá de que hoy la FIFA cuente con federaciones vinculadas en cada rincón del mundo, y que dicha entidad haga gala siempre que puede de cómo consigue integrar al mundo detrás del balón, lo que sucedió con el seleccionado de la India en el Mundial de Brasil 1950 poco tiene que ver con dar la mano y mucho con falta de comprensión. O, al menos, desde la versión oficial.
Lo cierto es que tras el período de interrupción de las Copas del Mundo por el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, con buena parte del mapa devastado, no fue fácil volver a darle cierta relevancia al torneo. India, por su parte, había conseguido en 1947 la independencia del Imperio Británico en una batalla que dejó casi un millón de muertos y un nuevo líder eterno, Mahatma Gandi.
India, la pasión descalza de Asia
Mientras todo eso sucedía, la selección nacional india comenzaba a crecer, dejando sus huellas en el plano futbolístico internacional. En los Juegos Olímpicos de 1948, en Londres, los asiáticos abandonaron la competencia sólo en octavos de final, luego de caer en un partido muy disputado ante Francia. Fue 2-1 ante los europeos, con dos penales desperdiciados.
Mucho se empezó a hablar de India como el gran equipo asiático, una posible nueva potencia. Pero más aún se comentó el hecho de que los futbolistas del seleccionado indio jugaban descalzos. Ni siquiera usaban medias y sólo unos pocos recurrían a vendajes para protegerse. Nadie se calzaba con botines, artículo considerado de bien superficial en aquel país, donde la mayoría de la población casi no tenía para comer.
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Al saberse competitivo, los directivos indios, motivados por algunas federaciones que los habían enfrentado, decidieron iniciar los trámites para tener a su equipo en la Copa del Mundo de 1950, que se disputaría en Brasil.
La ilusión del primer Mundial
No tuvieron problemas para superar la zona asiática, ya que sólo Birmania (hoy, Myanmar) se registró, pero decidió no presentarse al duelo. Como preparación, los indios realizaron una larga gira por Singapur, Sri Lanka y Malasia, consiguiendo resultados positivos.
Sin embargo, poco antes de viajar hacia Brasil, recibieron el duro golpe: la FIFA no les permitiría disputar los partidos sin botines. Cuando las autoridades indias fueron notificadas, les bajaron la información a los jugadores, que con mucha tristeza declinaron enseguida de ser parte de la Copa del Mundo que, hasta hoy, habría sido la única participación de aquel país en esta competencia.
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Pies congelados
Más allá del descalabro que sufrió la organización por la renuncia de India, no mucho cambió para ellos, que aún vislumbraban un crecimiento en su juego. Se quedaron sin inconvenientes con los Juegos Asiáticos en 1951 y disputaron los Juegos Olímpicos en Helsinki, en 1952. Allí no fueron obligados a utilizar calzado, pero el problema fue mayor: por el frío, los pies de los jugadores llegaron casi a congelarse. De cualquier forma, batallaron en su debut ante Yugoslavia, en el cual cayeron por 1 a 0, siendo rápidamente eliminados.
A partir de allí, el seleccionado indio supo que calzarse iba a ser fundamental. En los Juegos Olímpicos de Melbourne, Australia, la selección india ya tenía en su formación varios jugadores con botines (algunos aún se rehusaban). En dicha competencia, llegaron hasta semifinales después de vencer a Australia. En instancias decisivas, volvieron a caer ante Yugoslavia (4-1) y perdieron el bronce contra los búlgaros (3-2).
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Participaron sin mucho éxito de los Juegos Olímpicos de Roma, en 1960, donde fueron eliminados por Perú. A partir de allí, sólo algunos campeonatos en Juegos Asiáticos y, luego, casi nada.
Ni rastros de las glorias pasadas
Para que se den una idea, en las Eliminatorias rumbo a Rusia 2018, India sólo ganó un partido de ocho disputados, 1-0 ante Guam, de local. Después, perdió ante Omán, Irán, Turkmenistán y Guam (como visitante).
La Superliga India intentó reavivar la pasión por el campeonato local, contratando a figuras de la embergadura de Alessandro Del Piero, David Trezeguet, Nicolas Anelka, Robert Pires, Elano, entre otros. Pero, de a poco, esa tenue llama se ha ido apagando.
Alejados de su selección, los ojos de millones de indios se desviven por Cristiano Ronaldo y Messi, compran las camisetas del Real Madrid, el Barcelona, Manchester United o PSG. Lejos están de saber, muchos de ellos, lo cerca que su selección, hoy mediocre, estuvo cerca de jugar un mundial.
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