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Impiden al Lleida jugar con una camiseta de la 'senyera'

Los jugadores del Lleida lucen la camiseta de la <em>senyera</em> tras el partido contra el Atlético Saguntino. Foto: Twitter Lleida Esportiu.
Los jugadores del Lleida lucen la camiseta de la senyera tras el partido contra el Atlético Saguntino. Foto: Twitter Lleida Esportiu.

El Lleida Esportiu es el club de fútbol más representativo de la ciudad que en castellano se conoce como Lérida, al noroeste de la región (todavía) española de Cataluña. Bajo otra denominación, el club tuvo épocas gloriosas en las que llegó a jugar en Primera; hoy compite dignamente en el grupo III de la Segunda División B, la tercera categoría nacional, donde es uno de los equipos fuertes: no es raro verle cerca de los puestos que dan acceso al playoff de ascenso. A lo largo de su historia siempre ha lucido los mismos colores: camiseta azul y pantalón blanco.

La entidad decidió repentinamente cambiar esta costumbre en el último partido disputado en el Camp d’Esports, el estadio en el que juegan como locales. Para recibir al Atlético Saguntino (originario de una localidad de la provincia de Valencia), el Lleida quiso jugar con una equipación nueva, de rayas amarillas y rojas, coincidentes con el diseño de la senyera (bandera de Cataluña). La decisión, según contaron responsables del club al diario El Mundo, se debía al “momento excepcional que estamos viviendo”, con la comunidad autónoma sumida en pleno proceso independentista y un referéndum al respecto convocado para el próximo 1 de octubre. Así lo anunciaron durante toda la semana y así se esperaba que ocurriera.

El encuentro se jugó el pasado domingo 24, y el público ya contaba con ver a los jugadores ilerdenses con la camiseta cuatribarrada que les había fabricado el proveedor toledano Joma… pero se encontró con que los futbolistas vestían el azul habitual. Tal como se reflejaba en un comunicado que emitió el club, “la tripleta arbitral nos prohíbe jugar con la camiseta oficial de la senyera por orden de la RFEF”. El colegiado, el murciano Campoy Candela, amenazó incluso con suspender el partido si los locales insistían en lucir la equipación de la bandera.

Es difícil determinar qué razón hubo para llegar a esta situación, porque se ha entrado en una guerra de acusaciones y reproches mutuos. El Lleida insiste en que avisó con antelación más que suficiente de sus intenciones, añadiendo incluso que la Federación dio su visto bueno a condición de que informaran al club rival (algo que, según dicen desde Lérida, hicieron). La RFEF, por su parte, indica que se remitió al Lleida al artículo 216 del reglamento general, que establece literalmente lo siguiente: “Los futbolistas vestirán el primero de los uniformes oficiales de su club. Si los uniformes de los dos equipos que compitan en un encuentro fueran iguales o tan parecidos que indujeran a confusión, y así lo requiriera el árbitro, cambiará el suyo el que juegue en campo contrario”. A esto el equipo catalán contesta que hay precedentes, puesto que al Betis se le permitió en una ocasión cambiar su verdiblanco habitual por una indumentaria verde y rosa para hacer un homenaje a la mujer, y no ocurrió nada.

Hay incluso quien acusa al Atlético Saguntino de haber “boicoteado” el acto reinvindicativo del Lleida. El equipo valenciano se desplazó a Cataluña llevando solo una equipación, la que usan habitualmente, totalmente de color rojo; de hecho, el motivo que esgrimió el árbitro para obligar al Lleida a ir de azul es que la senyera y el rojo saguntino daban lugar a confusión. En esta línea ha seguido la “guerra de comunicados”, primero con el Atlético indicando que nunca recibió notificación oficial de que el Lleida iría de rojo y amarillo…

…y después la réplica del propio Lleida enseñando el mensaje que dice que le mandó al Saguntino:

En todo caso, el Lleida no tuvo más remedio que vestir de azul y mostrar las camisetas de la senyera a su afición después del encuentro. En lo futbolístico, el partido se saldó con victoria valenciana por 0-1. El equipo catalán se negó a firmar el acta porque, según alegan, el árbitro no hizo referencia a que les obligó a cambiarse de ropa. No cabe duda de que, dada la situación de tensión política, el tema seguirá dando que hablar durante los próximos días. De hecho, el Lleida ya ha anunciado que pretende sacar la célebre camiseta en su próximo encuentro, contra el Ontinyent, que se disputará el sábado 30 de septiembre.

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