Honor al faro que se apagó en el rugby patagónico

Al rugby patagónico se le apagó un faro. Walter Cabrera era de esos verdaderos hombres de rugby, anónimos, que dejan su legado con el ejemplo y la obra. En Río Colorado, la ciudad rionegrina que es la puerta de la Patagonia y limita con La Pampa, donde el viento es un habitante a tiempo completo y donde las temperaturas van desde el pico máximo para todo el país (por encima de los 40 grados) hasta bajo cero, Cabrera no sólo fundó el club Los Maras, sino que además sembró la primera semilla del rugby en el lugar. El martes, la Covid-19 se lo llevó joven, a los 53 años, tras varias semanas peleándola.

A Walter todos lo conocían como "Buda". Facundo Fernández, su mejor amigo, su hermano menor -como le dicen varios-, cuenta en una charla que se quiebra por el llanto en distintos momentos: "No se puede hablar de rugby en Río Colorado sin hablar de Buda. Él es la bandera. Siempre fue un soñador, y nuestro club y nuestra cancha son prueba de ello". Eduardo Vidoni, otro hombre de la Patagonía, que jugó con él en Choele Choel, también define el legado de Cabrera: "Fue un motor para que el rugby se extendiera a distintos lugares, muchos de ellos, muy lejanos, ya que a veces nosotros tenemos que trasladarnos hasta 900 kilómetros para jugar un partido".

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Buda Cabrera y Facundo Fernández se encontraron hace unos 20 años en Río Colorado, Valle de Río Negro. Cada uno venía de jugar en diferentes clubes y ciudades. "Un día empezamos a hacer pases en una plaza y se acercaron chicos de menos de 10 años para ver de qué se trataba esa pelota que picaba para cualquier lado. Era algo nuevo para ellos, ya que Río Colorado es una ciudad absolutamente futbolera. Así fuimos juntándonos, en baldíos, plazas, pero sin club. Hasta que vimos a Juventud Unida, un club ubicado a unos 9 kilómetros, dentro de la Colonia Julia y Echarren, que estaba totalmente abandonado. Sólo quedaban cuatro o cinco hombres grandes que iban a jugar a las bochas. Nos metimos ahí, a reconstruirlo. Walter fue el gran pilar de todo", relata Facundo. Todos esos chicos que empezaron a seguirlos juegan hoy en la primera.

"Buda les inculcó especialmente la cultura de club, de la pertenencia. Era un hombre bueno, solidario, que iba para adelante en todo lo que se le proponía", agrega Santiago Beltrán Costa, organizador junto a otros ex jugadores del SIC de Encuentros de Rugby Social Patagónico, que ya van por su novena realización. La de 2017 se hizo en Los Maras y en la de 2019 venció el club de Río Colorado, por lo cual se ganó el viaje a Buenos Aires -partidos, visitas a museos, entrenamientos-, que quedó inconcluso porque se dio justo al comienzo de la pandemia. Cabrera y el resto de la delegación llegaron a asistir al último entrenamiento de Jaguares y a jugar con Tigre Rugby.

De esos encuentros surgió la Federación Rionegrina de rugby, que no cuenta con autonomía de parte de la UAR, por lo cual los jugadores deben registrarse en las uniones más cercanas. Los de Los Maras -el nombre se debe a la mara patagónica, el roedor también conocido como "liebre patagónica"- lo hacen en la del Alto Valle. "Todos querían que Buda fuese el próximo presidente de la federación, pero él se resistía. No le gustaba ser dirigente; prefería el césped, estar sentado en un banquito al lado de la cancha, llenando planillas, ayudando a cortar el pasto, organizando los micros para viajar", revela Facundo Fernández.

Los Maras es, por idea de Cabrera, un anexo de rugby de Juventud Unida. Al lado había un terreno lleno de cascotes y con pasto de más de un metro de alto. Buda soñaba con tener una cancha propia, además de la del fútbol, donde jugaban antes. Y fue por ella. Lo consiguió. Hoy es una cancha espectacular y los chicos y sus amigos decidieron homenajearlo en vida, llamándola "Walter Cabrera. Buda". "No podrá ver su otro sueño, el salón de 200 metros cuadrados que estamos haciendo de nuevo, ya que una tormenta le había arrancado el techo", completa Facundo.

Honor a esta gente que entrega todo y que deja un legado de amor y compromiso. Honor a la memoria de Walter "Buda" Cabrera.

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