Las historias más asombrosas y extrañas de la Copa Mundial de Rugby

Increíblemente, Argentina es el único equipo en la Copa Mundial de Rugby que puede afirmar que sus 31 jugadores son nativos del país. La representación de Samoa es la que tiene la mayoría de jugadores nacidos en el extranjero, un total de 13, aunque todos vienen de Nueva Zelanda y califican porque tienen ascendencia en Samoa.

Extraño pero cierto

¿Dónde se ha visto un japonés australiano? ¿Un galés tongano? ¿O un escocés holandés? En la Copa Mundial de Rugby donde, increíblemente, Argentina es el único equipo que puede afirmar que sus 31 jugadores son nativos del país.

La representación de Samoa es la que tiene la mayoría de jugadores nacidos en el extranjero, un total de 13, aunque todos vienen de Nueva Zelanda y califican porque tienen ascendencia en Samoa.

Curiosamente, Gales ocupa el tercer lugar, con 11 jugadores, junto a Japón y Escocia. De los hombres de Warren Gatland (es mejor decirlo en voz baja), 9 nacieron en Inglaterra pero reclamaron la herencia galesa, mientras que 10 de los 11 jugadores extranjeros de Japón califican solo por la residencia.

Según las reglas de nacionalidad de la International Rugby Board, entre las 20 naciones que compiten en la Copa del Mundo de 2015 están representados un gran número de países, cortesía de los jugadores que piden ser seleccionados a pesar de haber nacido en Algeria, Burkina Faso, Costa de Marfil, República Democrática del Congo, Nigeria, España, Bélgica, Israel, Papúa Nueva Guinea, Arabia Saudita y los Países Bajos.

Jonny sin H

El torneo de la Copa del Mundo suele tomar el primer nombre de su estrella destacada. ¿Quién será en 2015? ¿Será la ortografía un desafío?

Cuando Inglaterra se convirtió en el primer equipo del hemisferio norte en levantar la Copa Webb Ellis, en 2003gracias a Jonny, miles de bebés que nacieron después fueron bautizados con su nombre, en honor al maestro de las palizas.

Este año muchos de los héroes de Inglaterra 2003 están firmando autógrafos para una multitud de Jonnys, como atestigua Will Greenwood. “He conocido a chicos de nueve y diez años llamados Jonny, es obvio por qué”, explicó. “El otro día un hombre me pidió que le firmara un autógrafo para su hijo, me dijo que le había llamado así por Wilko. Por eso escribí: ‘Para Jonny’, pero el hombre me dijo: “No, olvidaste la h’. Parecía un poco destrozado cuando lo rompí”.

Intentar envolverse para un regalo

En un deporte de élite nadie regala puntos, ni siquiera lo intentan, pero los jugadores de rugby que cumplen años tienen la costumbre de aceptar las felicidades por el día de su llegada al mundo.

Esta semana, Finn Russell continuó una tendencia que comenzó en 1999, al anotar uno de cinco intentos en la segunda mitad del partido de Escocia contra Japón, en su 23 cumpleaños.

Otros que celebraron una marca personal y de equipo fueron Jeff Wilson de Nueva Zelanda en 1999; Manuel Dallan de Italia, Tevita Tu'ifua de Tonga y Gheorge Chiriac de Rumania, en 2003; Chris Latham de Australia en 2007 y Keith Earls de Irlanda, en 2011.

Discurso irónico (Parte 1: lo positivo y lo negativo)

Antes de su partido contra Nueva Zelanda, Namibia habló mucho sobre a) la ‘experiencia única’ que significaba enfrentarse al Haka y jugar contra los campeones del mundo y b) ‘causar una buena impresión’ y ‘dejar que el marcador hablase por sí solo’.

Lo que realmente querían decir era, a) ‘No esperamos ganar, pero vamos a contarles a nuestros nietos el día en que nos enfrentamos a los poderosos All Blacks y b) ‘no nos juzguen por los puntos sino por nuestro espíritu’.

Hablando del Haka…

Esta versión de 1973 es verdaderamente espantosa.

Derrotas inesperadas

En abril de 2013 Ron Rutland, un intrépido fan del Springboks, salió de su casa en Ciudad del Cabo para recorrer en bicicleta 43.000 kilómetros a través de África y Europa con el objetivo de apoyar a su equipo en la Copa Mundial de Rugby. Ese año Sudáfrica clasificó entre los tres primeros, y cuando Rutland llegó a Brighton, era uno de los favoritos para ganar, con probabilidades de 5-1.

No obstante, si pensó que su asiento para ver el partido de los Boks contra Japón fue el premio por su heroica peregrinación de 29 meses, aún tenía mucho que ver… porque le aguardaba uno de los mayores choques en la historia del deporte. Japón, que ya había ganado una Copa del Mundo, fue superado a lo largo del juego, pero finalmente venció a los campeones de 1995 y 2007.

“Estaba atónito”, reconoció. “Para ser un gran fan que recorrió todo ese camino, ver aquello fue surrealista. Fue el mayor revés en la historia de rugby, me sentía como si estuviera viendo una película. No podía creer lo que acababa de presenciar”.

Más tarde Rutland tuiteó con ironía: ‘Fue un privilegio haber sido testigo de tanta historia en el campo y fuera de este, los fans del Bok y los japoneses dejaron escenas increíbles. Fue rugby en su máxima expresión’.

Sin embargo, aún no es demasiado tarde. ¿Recuerdas la humillante derrota de Inglaterra 36-0 ante los sudafricanos en el año 2007? Los hombres de Phil Vickery progresaron hasta los octavos de final. Rutland aún puede tener la última palabra.

Imagen de Facebook

La batalla entre las ciudades anfitrionas

No importa si se trata del hemisferio sur contra el hemisferio norte, o del Twickenham contra el Millennium Stadium de Cardiff, dentro del torneo se desarrolla una batalla reñida por ser la sede con más suerte.

Las ciudades más destacadas hasta el momento son Brighton y Hove. Los dos equipos que se alojaron en la costa sur, Japón y Samoa, ganaron. Los japoneses no solo celebraron la victoria en el mar, sino que fueron aplaudidos junto a su entrenador, por el personal del hotel que había cuidado de ellos.

“Estamos muy satisfechos por cómo Brighton y Hove han celebrado el primer fin de semana de la Copa del Mundo”, sonrió Warren Morgan, líder del consejo de la ciudad.

Por Sarah Edworthy