La historia de la lapicera que Perón le regaló a Reutemann y Lole usó... 17 años después

1974: aunque se le escapó la carrera en el final, Carlos Reutemann fue recibido por Juan Domingo Perón en el palco, junto con Isabelita y López Rega
1974: aunque se le escapó la carrera en el final, Carlos Reutemann fue recibido por Juan Domingo Perón en el palco, junto con Isabelita y López Rega

Una actuación excepcional. Una victoria que era indiscutible se convirtió, de repente, en una escena de lágrimas y de frustración. Dos horas para aplaudir una clase de manejo y dos minutos para llorar una injusticia. El 13 de enero de 1974, la Fórmula 1 abrió su calendario en el autódromo de Buenos Aires. Carlos Reutemann marcó el sexto mejor tiempo en la prueba de clasificación, pero su destreza provocó que durante la mayor parte de la carrera llevara de paseo a los mejores pilotos y a los mejores autos, al extremo de armar una diferencia de 27,4 segundos sobre el escolta, el neozelandés Denis Clive Hulme. El abandono, a media vuelta de la bandera a cuadros, por falta de combustible, la repercusión deportiva de un Gran Premio que tuvo, además, un costado político, con la anécdota que protagonizaron Lole y el presidente Juan Domingo Perón en el palco.

El Brabham BT37 de Reutemann, que hizo entusiasmar a miles de argentinos el día de su debut; así reflejó La Nacion las noticias de aquel fin de semana: en la edición del domingo 23, la sorpresa por la
El Brabham BT37 de Reutemann, que hizo entusiasmar a miles de argentinos el día de su debut; así reflejó La Nacion las noticias de aquel fin de semana: en la edición del domingo 23, la sorpresa por la


Reutemann hizo entusiasmar a miles de argentinos a bordo de su Brabham.

El flamante Brabham BT44 se detuvo en la entrada del mixto y a casi 100 mil espectadores se les estrujó el corazón. La reacción sentimental del público pudo más que el doloroso análisis para fundamentar cómo un desempeño magistral no se coronó con una victoria. “No creo en la mala suerte, creo que hay razones para todo. El día que tuve problema con el combustible, en Buenos Aires, no fue cuestión de mala suerte: fue un detalle técnico, porque tuvimos un problema al sacar la rueda trasera derecha con el portamasa. No pudieron sacarla con un martillo ni cortar la tuerca. Se perdió mucho tiempo y en lugar de vaciar el tanque se llenó de apuro. Me faltó menos de medio litro, nos quedamos en la última vuelta, la 52, cuando llevaba 27 segundo de ventaja”, contó Reutemann, en 2017, en Cadena 3.

Las crónicas reflejaron que el desprendimiento de la toma de aire, que se ubicaba detrás, por sobre la cabeza, generó que el motor quemara más combustible que lo habitual. La imagen de Lole desconsolado, sentado junto al Brabham BT44 número 7, recorrió el mundo.

En el palco, Perón, que viajó en helicóptero desde Olivos al autódromo porteño junto con María Estela Martínez de Perón –Isabelita-, y Raúl Lastiri, vestía impecable traje blanco. La ilusión popular de entregarle el trofeo de ganador a Reutemann resultó una fiesta que quedó trunca, pero que dio espacio a un acontecimiento breve y curioso que trascendió el tiempo. Además de Hulme, el vencedor, Niki Lauda y Clay Reggazoni -ambos pilotos de Ferrari- integraron el podio de premiación.

Reutemann en boxes; en la vuelta de la F. 1 a la Argentina en 1972 sorprendió a todos con la pole en su debut
Reutemann en boxes; en la vuelta de la F. 1 a la Argentina en 1972 sorprendió a todos con la pole en su debut


Reutemann en boxes, en la vuelta de la F1 a la Argentina en 1972.

Lole, a pesar de la desilusión y el desconsuelo por no poder firmar su primer éxito en la F.1 y nada menos que en la Argentina, logró acceder hasta donde estaba el presidente, que le estrechó un abrazo. A un diálogo corto le sucedió un gesto que tomó escasa trascendencia en el momento, pero que los años renovarían. Perón metió las manos en sus bolsillos, sacó su lapicera y se la regaló. “Mire pibe, no tengo otra cosa para entregarle: es la lapicera que tengo”, le susurró.

Setenta y seis días más tarde, Reutemann lograría su primera victoria en la F.1 en el circuito de Kyalami. Perón moría el 1° de julio de ese mismo año. El 8 de septiembre de 1991, Lole ganó las elecciones a gobernador de Santa Fe por la aplicación de la Ley de Lemas, por sobre el candidato Horacio Usandizaga (UCR); el 11 de diciembre asumió el cargo y firmó el acta respectiva con la lapicera que aquel 13 de enero de 1974 le regaló Perón.