Hinchas colombianos acuden a la recursividad para conseguir recursos y viajar a Rusia 2018

Por Sebastián Aguirre Eastman – Medellín, Colombia

A diferencia del Mundial de Brasil 2014, al que incluso podían ir en bus o transporte particular, Rusia 2018 plantea un panorama muy complicado para los colombianos que desean acompañar a su Selección. El plan más básico que están ofreciendo las agencias de viaje, con estadía por 13 días y entradas a los tres partidos de primera fase, cuesta cerca de 13 mil dólares, y con tiquetes aéreos se sube a 15 mil dólares (45 millones de pesos colombianos).

La buena noticia es que para ingresar a territorio ruso no requieren visa, por el convenio que tienen los gobiernos de ambos países desde 2011.

Allí no se verán estadios repletos de camisetas amarillas como lo estuvieron en Brasil durante los partidos de Colombia ante Grecia, Costa de Marfil, Japón y Uruguay (en cuartos de final enfrentó al local, cuyo público copó las graderías), pero muchos hinchas a los que no les alcanzan sus recursos para adquirir los paquetes ofrecidos por las agencias están acudiendo a su recursividad para bajar costos y estar al lado de su equipo.

La expectativa esta semana es mayor antes del sorteo que se realizará el próximo viernes 1º de diciembre, donde se conocerán los rivales y las ciudades en las que jugará la Selección.

Rifas de relojes y ventas de camisetas antiguas de fútbol

Antes incluso de que Colombia asegurara su cupo a Rusia ante Perú, Andrés Marín ya había comenzado a recolectar dinero para costearse el desplazamiento.

Andrés calcula que con 3.500 dólares (unos 10 millones de pesos) le alcanza para estar en Rusia por unos 20 días.

Su primera fuente de financiación fue una colección de camisetas antiguas de equipos de fútbol que ofreció a sus contactos en Facebook. Luego vino la rifa de dos relojes de una marca reconocida, y próximamente viene la venta de artículos alusivos a Colombia por medio de un conocido suyo en Estados Unidos, quien le pidió camisetas de la nueva indumentaria de la Selección pero en versión económica.

Su plan es llegar a la primera ciudad en la que juegue Colombia y viajar, o permanecer según el calendario, a la siguiente sede en la que compita su equipo para quedarse en ella y elegir algún partido de calidad en un grupo diferente al del equipo cafetero.

Ya en las fases siguientes, y dependiendo si Colombia clasifica o no, Andrés elegirá entre seguir a su Selección o ir a otra sede, y ver un partido de octavos de final en los fan fest que organiza la FIFA en los exteriores de los estadios para los aficionados que no consiguen boleta pero desean experimentar la fiesta del Mundial.

“Los tiquetes no saldrán tan caros si viajo desde Nueva York, pues directo de Colombia a Rusia me salen más caros; y en cuanto al hospedaje elegiré algún hostal o incluso acampar donde se pueda”.

Andrés no cree que Colombia supere lo hecho en Brasil 2014, pero seguirá a su Selección hasta donde le alcancen sus fondos.

“No deje que otros le organicen el viaje”

Alexander Escobar ya tiene experiencia al organizar un desplazamiento de bajo presupuesto para acompañar a sus equipos preferidos lejos de Colombia.

En diciembre de 2016 acompañó en Japón al Atlético Nacional en el Mundial de Clubes, y en 2014 viajó al Mundial de Brasil, donde hizo fuerza por su Selección.

Ahora está planeando su viaje a Rusia, y cuenta cómo hará para estar tres semanas en Rusia, ver los partidos, comer, dormir y más con los mismos 3.500 dólares que calcula Andrés.

Su preocupación inmediata es conseguir las boletas; no ha tenido manera de entrar al sistema que habilita la FIFA para la adquisición de los tiquetes.

Para las boletas tiene un presupuesto de 350 dólares; el dinero lo obtendrá de las ventas de camisetas alusivas a la Selección Colombia que diseña y confecciona en la empresa de moda que tiene en Medellín. Con la misma estrategia viajó a Brasil, país al que se llevó elementos del equipo nacional que no le ocuparon mucho espacio en la maleta, y los vendió en las entradas de los estadios donde jugaban los colombianos.

Alexander irá a Rusia con seis amigos. Para el viaje han vendido tamales (una torta de masa de maíz con carne y verduras en su interior), postres, organizarán fiestas, han prestado dinero y efectuado otras actividades con las que recogen dinero que va a un fondo común para reinvertir y duplicarlo.

“Dormiremos en hospedajes compartidos, usaremos el transporte que dispone la FIFA para las grandes masas y comeremos donde lo hace la gente del común en Rusia. La idea es estar, no gastar en cosas innecesarias”, cierra Alexander.

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