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¿Hay que frenar el juego de Sergio Ramos?

Sergio Ramos y Salah (AP Foto/Efrem Lukatsky)
Sergio Ramos y Salah (AP Foto/Efrem Lukatsky)

Sergio Ramos, capitán del Real Madrid y de la Selección Española, es un jugador físico. De eso no queda duda. Desde que debutara con el Sevilla con 18 años Ramos ha sido siempre un jugador fuerte físicamente y que ha sabido utilizar esa fuerza para destacar. Tanto en el área rival, donde se impone por ímpetu, como en su propio campo, donde es capaz de anular a los más temidos delanteros gracias a su velocidad y su capacidad para la anticipación, Sergio Ramos utiliza su cuerpo para ganar los duelos que se le presentan; aunque a veces se le pase la mano.

En la final de la Champions League, Sergio Ramos forcejeó con Mohamed Salah en el minuto 23 de partido y, tras la caída del egipcio sobre su propio hombro, la estrella del Liverpool tuvo que salir del terreno de juego. A partir de ese momento, el sevillano se convirtió en el gran enemigo de todo el mundo árabe.

Hemos podido ver como un Iman ha pedido en un programa televisivo que sea Dios quien se encargue de castigar al capitán español. También hay un abogado egipcio que ha interpuesto una denuncia a la FIFA por valor de mil millones de dólares contra el defensa por los daños y perjuicios que le haya podido causar al pueblo egipcio. Pero quizás lo peor, desde un punto de vista futbolístico, es que la jugada haya sacado a relucir los multiples episodios en que el capitán blanco se ha visto envuelto en este tipo de situaciones.

En España, el periódico La Vanguardia, de Barcelona, ha hecho un sesudo recorrido por los momentos clave en los que Sergio Ramos ha participado en jugadas violentas, varias de ellas causando lesiones de mayor o menor gravedad.

Lo cierto es que en el mundo árabe la figura de Ramos es a día de hoy repudiada, a pesar de que la lesión de Salah no sea tan grave como lo pareció en un principio y llegará al Mundial sin problemas. La plataforma de Change.org ha recibido una petición para recoger 500,000 firmas, de las cuales ya se han efectuado cerca de 485,000, pidiendo que la FIFA y la UEFA sancionen a Ramos si Mohamed Salah no llega a disputar el Mundial con Egipto. La UEFA ya ha asegurado que no tiene ninguna intención de entrar de oficio en esta situación, por lo que Ramos puede estar bien tranquilo, aunque el daño a su marca personal parece que ya está hecho.

Otra de las joyas que ha resurgido en las redes sociales es el video que recoge las peores agresiones y acciones violentas de Ramos contra Lionel Messi en la última década. Viendo las imágenes, no queda duda que el sevillano es un jugador extremadamente físico y muchísimas veces inoportuno en sus intervenciones, pero de ahí a llamarle “carnicero” –como han hecho en Egipto– parece ir un buen trecho.

Sergio Ramos cuenta con el dudoso récord de ser el jugador con más amarillas (177) y expulsiones (19) en La Liga, mientras que también es el jugador con más amarillas de la Selección Española (21) y de la Champions League (31). Si acaso, esta estadística debería probar que más allá de su voracidad en el cuerpo a cuerpo, a Ramos se le caza bastante desde el punto de vista arbitral, aunque el hecho de que la acción con Mo Salah quedara sin ningún tipo de sanción haya avivado el fuego de los que sólo ven injusticias a favor del Real Madrid y su capitán.

De lo que no hay duda es de que las acciones de Sergio Ramos, más allá de que haya sido muy amonestado en su carrera, han causado más de un percance físico. El juvenil del Betis Vadillo sufrió una rotura de ligamento cruzado tras un choque con el camero, Nacho González del Levante estuvo fuera de los terrenos de juego 6 meses tras otra acción de Ramos, mientras que Gustavo Cabral (Celta de Vigo), Fernando Torres (Chelsea) o Ricardo Montolivo (con Italia) también probaron la guadaña de Sergio Ramos.

Por eso la pregunta tiene validez: ¿Debería ser frenado el juego de Sergio Ramos? ¡No dudes en opinar!

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