El grupo de Boca en la Copa Libertadores 2020: morbo por Ramón Díaz, fortuna en los cruces y la presión por ganar la zona

La ilusión azul y oro se puso en marcha. Los hinchas de Boca empezaron a soñar desde anoche con que las nuevas autoridades los lleven a levantar la séptima Copa Libertadores de su historia. Se realizó el sorteo de la edición 2020 y dejó muchas sonrisas. Aunque, también, mucha tela para cortar: habrá cruces ante un técnico muy identificado con River.

La realidad es que las sensaciones en el nuevo staff son de tranquilidad y conformismo a partir del grupo que les tocó. Había fuertes potencias entre las opciones, pero el azar quiso que entre los rivales aparecieran algunos de menor jerarquía y calidad: por ejemplo, esquivó el cruce con algún conjunto de Brasil y, al menos por ahora, algún equipo que tenga localía en un sitio con considerable altura sobre el nivel del mar. El propio Román lo dejó entrever: "Por suerte, en el sorteo salió todo bien".

Más allá de los equipos con los que compartirá el grupo H, está lo que generan, especialmente uno de ellos: Libertad, de Paraguay. Siempre que se cruzó en la vida internacional de Boca, al xeneize le fue muy bien. En 1977 consiguió su primer título en una edición que lo tuvo enfrentando y eliminando a los paraguayos en semifinales, a partir del doble 1-0 en la Bombonera, primero, y en el Defensores del Chaco, en la revancha. Cruzarlos y ser campeón se repitió en 2007, su última gesta: en la ida de cuartos de final empató 1-1 y se impuso 2-0 en Asunción con un sobresaliente Riquelme. El año pasado, la casualidad estuvo muy cerca de repetirse: el xeneize resolvió fácilmente los octavos (2-0 en casa y 4-2 en Paraguay) y llegó hasta la final, pero ahí estuvieron Marcelo Gallardo y sus hombres para detenerlo en Madrid.

El sorteo de la Copa Libertadores 2020: River va "al grupo de la muerte" y Boca enfrentará al equipo de Ramón Díaz

Habrá morbo. Mucho. Y no por lo anterior. Fue justamente ayer, por la mañana, cuando Ramón Díaz fue oficializado como nuevo entrenador del elenco aurinegro. Por eso, en la previa al evento, en una entrevista le consultaron si quería que su nuevo equipo cayera en el mismo grupo que su amado River, a lo que respondió sonriente que había que esperar al sorteo, sin deslizar deseo alguno. Esa sonrisa se repitió luego de manera pícara, de esas que son marca registrada de Ramón: su conjunto había caído con uno de sus mayores rivales de su carrera como técnico. Y los hinchas de Boca ya lo están esperando para silbarlo y recordarle el descenso millonario que el riojano, alguna vez, negó adjudicarse.

Otro de los adversarios será Caracas, de Venezuela. Aunque está claro que está más de un escalón por debajo del xeneize, tiene un reciente palmarés por el cual suma un respeto mayor: salió campeón del Torneo Clausura y, luego, se consagró como Campeón Nacional.

"Es un lugar bastante complicado", lo describió. Boca no tiene antecedentes de haberse enfrentado al elenco de la capital venezolana, ni siquiera en algún amistoso. Sin embargo, la mayor preocupación pasa por incluir uno de los vuelos más extensos: cerca de siete horas para llegar al extremo norte de Sudamérica.

Para conocer al dueño del cupo restante habrá que esperar a los repechajes. Aunque sí tiene precisiones de los únicos cuatro equipos con posibilidades de sumarse. Deportivo Táchira se enfrentará a Independiente Medellín, dirigido por Aldo Bobadilla, exarquero xeneize que fue suplente en la consagración de 2007; Atlético Tucumán, por su parte, se cruzará ante el conjunto boliviano que termine mejor ubicado en el acumulado de puntos de la temporada (restan cuatro jornadas para que finalice el Clausura): al día de hoy, esa plaza la está ocupando The Strongest.

Los ganadores de esas llaves se enfrentarán y el vencedor se meterá en el grupo. A priori, lo más dificultoso para Boca parece ser que la vacante se la termine quedando el conjunto tucumano, un conocido que suele complicarle las cosas: aunque el historial es corto (17 encuentros), lo domina el Decano. O, quizás, que se introduzca la plaza boliviana, lo que significaría, casi con seguridad, tener que visitar una altura considerable: The Strongest, por ejemplo, juega sobre casi 3600 metros.

De todas maneras, es grande la diferencia entre Boca y los rivales. Ya empieza a sentirse la presión de terminar en el primer lugar. Por lo pronto, Riquelme llevó toda su mística al sorteo y la fortuna jugó a favor.