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Un gol con nombre propio

Madrid, 2 jul (EFE).- El salto de Beamon, el diez de Comaneci, la canasta de Belov, el mordisco de Tyson... Hay lances deportivos ligados a un nombre propio y que, así citados, no requieren más explicación. Cada país tiene su propia lista de gestas asociadas a un nombre. En España, durante 60 años, el gol, el gol por antonomasia, fue 'el gol de Zarra'. El 2 de julio de 1950, en el estadio Maracaná, Telmo Zarraonaindia (1921-2006) marcó un tanto que cambió el rumbo del fútbol español y que trascendió hasta otras esferas: sociales, políticas, identitarias. Para entonces, el hijo del jefe de estación de Erandio ya había sido cuatro veces el máximo goleador de la liga con el Athletic Club y sumaba cinco años como internacional indispensable en la selección española. El Mundial de Brasil se jugó bajo el sistema de liguilla. Los hombres dirigidos por Guillermo Eizaguirre ganaron a Estados Unidos por 3-1 y a Chile por 2-0, con un tanto de Zarra en cada encuentro. El tercer rival era Inglaterra, en su primera participación mundialista, que llevaba una victoria y una derrota. A España le bastaba el empate para pasar a la fase decisiva, los ingleses necesitaban la victoria. Zarra dijo que se trataba del 'partido del siglo'. El choque llegó sin goles al descanso, pero con dominio de la selección más antigua del mundo, en la que figuraba un Stanley Matthews de 35 años. Nada más reanudarse el partido, Zarra cambió la cara al enfrentamiento y al Mundial. Piru Gainza recibió un pase cruzado de Gabriel Alonso desde la banda derecha y, de cabeza, bajó el balón al suelo. Su compañero en el Athletic llegaba a la carrera y, adivinando la salida desesperada de Bert Williams hacia la izquierda, chutó hacia el lado contrario y marcó gol. 'La mejor cabeza de Europa después de la de Churchill' había metido el tanto de su vida con la pierna diestra. Y la historia del deporte español había dado a luz a uno de sus hijos predilectos, 'el gol de Zarra'. Ese tanto, el único del partido, supuso la eliminación de los inventores del fútbol de su primera Copa del Mundo y el pase de España al grupo final de cuatro selecciones. Entre las incontables reacciones que siguieron a la inesperada derrota de los ingleses, dos son las más recordadas. Una, la esquela publicada al día siguiente por el 'Daily Herald', con un comienzo demoledor: "Nuestro afectuoso recuerdo al fútbol inglés, que falleció en Río de Janeiro el 2 de julio de 1950". Y dos, el telegrama enviado por Francisco Franco a la selección española, con un final previsible: "Al terminar la retransmisión con que seguí el emocionante y brillantísimo triunfo, os envío mi entusiasta felicitación por vuestra técnica y coraje en defensa de nuestros colores. ¡Arriba España!".

El presidente de la Federación Española de Fútbol, Armando Muñoz Calero, dijo que España había vencido a "la pérfida Albión", expresión de origen francés popularizada por Napoleón y que al directivo español le costó el puesto tras una queja de la embajada británica. España no volvió a ganar un partido en aquel Mundial de Brasil. En el grupo decisivo, empató 2-2 ante Uruguay, perdió 6-1 ante Brasil y cayó 3-1 ante Suecia. Fue cuarta entre cuatro, pero esa clasificación le permitió presumir de su condición de 'semifinalista' del Mundial durante seis décadas. Su mejor resultado hasta que en el Mundial de Sudáfrica 2010 se coronó campeona con otro gol con nombre propio, 'el gol de Iniesta'. Pero esa es otra historia.

Natalia Arriaga Recursos de archivo en www.lafototeca.com Código: 1973545

(c) Agencia EFE