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Girondins, la agonía de un histórico

París, 23 abr (EFE).- Zinedine Zidane, Alain Giresse, Bixente Lizarazu, Jean Tigana, Christophe Dugarry. Son algunos de los nombres que han transitado a lo largo de la historia por el Girondins de Burdeos, club que se encuentra al borde de la desaparición a causa de sus problemas financieros.

Fundado en 1881, el club cuenta en su palmarés con seis ligas, cuatro Copas de Francia y tres Copas de la Liga, finalista de la Copa de la UEFA de 1996, un pasado que agoniza frente a las recientes sacudidas: un inversor poco comprometido, la retirada de la cadena de televisión que difundía el fútbol francés y la pandemia de covid.

Después de que su propietario, el fondo de inversión estadounidense King Street anunciara que no aportará sustento financiero al club, la entidad ha quedado en manos de un interventor judicial que deberá barajar su futuro inmediato.

Las opciones van desde la bancarrota inmediata, que liquidaría al club en plena recta final de la temporada, hasta la llegada de un nuevo inversor que asumiera la deuda, evaluada en 80 millones de euros, e iniciara un nuevo proyecto empresarial.

SI NO LLEGA UN INVERSOR, LA QUIEBRA

Entre medias, siempre con la amenaza de ese déficit, las hipótesis son numerosas, aunque ninguna le salva de la bancarrota si no llega un inversor capaz de comprometerse.

En caso de que el interventor judicial dicte la quiebra antes del final de la temporada, el club sería eliminado y la clasificación de la liga revisada sin contar los partidos jugados contra el Girondins, que perdería la categoría.

El descenso puede producirse también nada más terminar la temporada, en cuyo caso la clasificación no sufriría cambios.

En todo caso, el futuro es sombrío para una entidad que ha visto cómo la sucesión de crisis le han dejado al borde del abismo.

King Street pagó en 2018 100 millones de euros por hacerse con un club de prestigio y a la espera de aprovechar el viento de cola que soplaba en el fútbol francés, que acababa de firmar el contrato más generoso de venta de derechos de retransmisión.

El grupo español Mediapro se comprometió a pagar mas de 800 millones de temporada por el lote más importante del fútbol francés, lo que sumado a otros, valoraba el mismo en más de 1.000 millones por vez primera en su historia.

La liga francesa se colocaba al nivel de las otras cuatro grandes de Europa y el futuro parecía resplandeciente en un campeonato en el que los millones cataríes del París Saint-Germain habían elevado el nivel deportivo.

Pero las promesas de un futuro brillante fueron tropezando con la realidad y la pandemia de covid asestó el golpe definitivo a esos sueños de grandeza.

Mediapro buscó una puerta de salida en el momento en el que los clubes veían sus ingresos de taquilla cercenados por el cierre de los estadios. Sin público y sin tele, las facturas se iban acumulando y los bancos recelaban de sus créditos.

En ese contexto, King Street fue poniendo dinero, hasta 67,5 millones en un año, pero su paciencia no resistió a las obligaciones de beneficio que conllevan este tipo de fondos.

Sobre todo, porque ya habían heredado una importante deuda acumulada a lo largo de años de gestión deportiva dudosa, de la mano de la cadena de televisión M6, propietaria del club hasta la llegada del capital estadounidense.

"Abandonar a un club en un momento tan complicado como el actual es un escándalo", aseguró hoy Lizarazu, mientras Dugarry calificó de "basura" a quienes estaban al frente del Girondins, a quienes acusó de "haber hecho todo lo posible para hundir al club".

GLORIAS PASADAS

Son algunos de los exponentes de la gloria pasada de un equipo que en los 80 y 90 ganó cuatro ligas y se labró un nombre en Europa.

De la mano del entrenador Gernot Rohr, Dugarry, Lizarazu y Zidane, entre otros, alcanzaron la final de la Copa de la UEFA de 1996, en la que cayeron contra el Bayern de Múnich.

Su última liga la ganó en 2009 con Laurent Blanc en el banquillo, que batió el récord de puntos conseguido por un equipo en el campeonato.

La temporada siguiente batieron al Juventus de Turín y al Bayern de Múnich en la Liga de Campeones, encadenaron siete victorias consecutivas en esa competición, un récord para un club francés, y alcanzaron los cuartos de final, su techo en esa competición, donde fueron eliminados por el Lyon.

Al término de esa temporada, Blanc abandonó el club para hacerse cargo de la selección francesa y el Girondins no volvió a recuperar brillo. En 2013 ganaron la Copa de Francia, su último título hasta la fecha.

Luis Miguel Pascual

(c) Agencia EFE