Gareth Bale, mejor si se va hoy que mañana: un final indigno que él mismo se ha buscado

Gareth Bale bostezando durante un partido de Liga del Real Madrid. (Foto: Santiago/Getty Images)
Gareth Bale bostezando durante un partido de Liga del Real Madrid. (Foto: Santiago/Getty Images)

"Si se va mañana, mejor", dijo Zidane en una rueda de prensa hace algo más de un año, en plena pretemporada y cuando la salida de Gareth Bale rumbo a la Premier parecía casi hecha. Casi catorce meses después, la situación es exactamente la misma, pero todo lo ocurrido durante este tiempo ha dado la razón al técnico galo. Hubiera sido mejor ayer que hoy y lo mejor es que sea cuanto antes.

La despedida del galés me recuerda a esas relaciones desgastadas que se alargan en el tiempo de manera agónica mientras ambas partes se faltan al respeto constantemente casi sin darse cuenta. Los menosprecios son tan habituales que ninguna de las dos personas se dan cuenta. Este martes, Bale se fue mientras a su casa mientras el Real Madrid jugaba un partidillo amistoso de preparación cuando aún quedaba más de una hora de dicho encuentro. Total, qué más da ya todo, si las cartas están sobre la mesa desde hace demasiado tiempo, como dejó claro Zizou en el final de la temporada pasada, cuando apenas le dio minutos en la Liga post-pandemia. O como lo ha hecho también Gareth con sus declaraciones.

Trato de ponerme, a veces, en la situación de Bale. Asediado por la prensa, que busca en cualquier detalle suyo algo con lo que sacar carnaza, se ha cansado y contesta a su manera, sin darse cuenta de que sus burlas no solo van dirigidas a esos periodistas que tanto le molestan, también las reciben los aficionados. A algunos nunca les ha gustado el británico, pero otros le han idolatrado y esa actitud molesta. El culmen fue esa foto con la famosa bandera de 'Gales. Golf. Madrid. En ese orden' con la que cavó su propia tumba hasta con los que siempre le habíamos defendido.

Otra cosa que ha conseguido Bale es manchar su legado hasta el punto de que nadie habla de todo lo que ha conseguido de blanco. Su inolvidable gol al Barça (sí, el de Bartra) parece cosa de otro futbolista. Su inolvidable chilena que dio una Champions, su cabezazo en Lisboa para hacer el 2-1 en la prórroga al Atlético y sus impresionantes cifras durante sus primeras cinco temporadas (que mejora nada menos que la de Raúl), todo ello ha sido borrado por su cabezonería de permanecer de blanco, por su insistencia en cobrar absolutamente todo el sueldo que firmó cuando era top 5 del mundo. Legítimo, sin duda, pero un detalle que dejó claro lo poco que le importaba su carrera futbolística.

La gente habla ahora de Bale como si de un don nadie se tratara, como si su paso hubiera sido el de Anelka, poco más que un par de goles afortunados. Los comentarios despectivos se suceden entre aficionados madridistas a los que ha dado mucha felicidad pero que ni lo recuerdan, lo sucedido en el último año ha borrado todo lo anterior y ha sido él y solo él el que se lo ha buscado. Espero que, con el tiempo, todos estos meses tan desafortunados se curen y se le recuerda como la leyenda que ha sido y no por un año (o quizás dos) indignos de un profesional.

Vídeo | Bale: “Aquí me siento cómodo, amado y querido”

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