Yahoo Noticias Gareth Bale debe salir del Real Madrid cuanto antes
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La historia de Gareth Bale y el Real Madrid podría estar muy cerca de tocar a su fin. No hay que hacer caso a los agoreros: Bale no es Robert Prosinecki, ni Kaká, ni Anelka. El galés ha sido un jugador eficiente cuando ha logrado estar en forma y, más importante aún, cuando se ha implicado con el equipo (siempre hacia los finales de temporada). Lo que también es cierto es que Bale no tenía un valor hace seis años de 101 millones de euros y si lo tiene ahora no es más que porque el mercado ha sufrido un inflación terrible en los últimos años. Por eso el Real Madrid debería aprovechar la que podría ser su última oportunidad de hacer caja con el traspaso del galés.
Lo que también ha quedado claro es que Bale no es, no puede ser nunca, el heredero de Cristiano Ronaldo. No sólo le falta fiereza competitiva y gol, sino que también le falta carácter, liderazgo, esfuerzo y muchos otros adjetivos.
Bale fue clave en dos de las cuatro finales de Champions League que el Real Madrid ganó con él en el terreno de juego. La de Kyev ante el Liverpool, pues dinamitó el partido tras salir del banquillo, y la de Milán ante el Atlético de Madrid, pues mientras le duró el físico fue uno de los mejores del partido. Además marcó el 1-2 en la prórroga de Lisboa y aquel golazo en la final de la Copa del Rey ante el FC Barcelona de 2014 en Valencia. Más allá de esto, nada.
Momentos puntuales, jugadas de un futbolista con un gran talento para el desborde y la definición, ímpetu de velocista. Sin embargo, en seis temporadas en el club, cuesta mucho recordar un partido en el cual Gareth Bale “se echara el equipo al hombro”. Esa descripción tan futbolera es difícil de explicar, si acaso con ejemplos claros a los que se puede apuntar, pero es difícil de enseñarle a un jugador joven cómo debe hacerse. Quizás eso fue lo que ocurrió con Bale, que nadie jamas se lo explicó, pero para mí hay un detalle muy claro que define cuando un jugador se echa el equipo al hombro: Sus compañeros le buscan en el campo.
Era lo que ocurría con Ronaldo, lo que ocurría con Zidane… ¡es lo que está ocurriendo con Vinicius Jr! Bien. A Gareth Bale no se le puede recordar ni un sólo partido en el que haya sido tan determinante para el Real Madrid que podamos decir “se echó el equipo al hombro”. Al contrario, son cantidad los partidos en los que el equipo le necesitaba y él simplemente se borraba, como si las cosas no fueran con él.
Los jugadores capaces de implicarse al máximo son los que pueden costar 100 millones de euros. Los especialistas, como Bale, te podrán sacar de algún apuro, pero no deberían tener ni status de estrella ni un precio como tal.
Si a eso le sumamos los problemas con las lesiones (se estima que Bale se ha pasado el 40 por ciento de su tiempo en Madrid en la enfermería), estamos ante un jugador que no aporta lo que debería para ser considerado parte importante en el equipo, por eso la mejor opción para el Real Madrid sería venderle en el mercado de verano próximo.
Ya el año pasado, tras la final de la Champions League, Zinedine Zidane apostó por vender al galés y así se lo comunicó a Florentino Pérez. En los planes del francés Ronaldo seguía siendo la estrella del equipo, mientras que apostaba por los fichajes (apalabrados) de Sadio Mané, Thomas Lemar y Eden Hazard para revitalizar al equipo, tras ganar tres Champions Leagues seguidas.
Bale acababa de ser el héroe de la decimotercera y tenía ante sí ofertas jugosas de los grandes de la Premier, que bien hubiera pagado hasta 100 millones por su traspaso. Las desavenencias de Zidane y Florentino, que dieron con la salida del francés del club, le otorgaron al galés una nueva oportunidad en el club, pero esta temporada su aportación está siendo quizás la peor en su corta historia como madridista, cuando se le necesitaba mucho más para paliar la baja de Ronaldo.
Por eso este verano, el club debería intentar sacar rédito económico cuando todavía puede por el galés. En este caso si deberían recordar lo que ocurrió con Kaká, que por darle demasiadas oportunidades tuvieron que acabar por regalarlo de vuelta al AC Milan. Por Gareth Bale, a sus 29 años, todavía se podrían sacar entre 70 y 90 millones de euros en un mercado como el británico, tan inflado como hambriento de nuevas estrellas.
Manchester United, Chelsea, Arsenal e incluso Liverpool estarían dispuestos a hacer una gran inversión por el galés, y el Real Madrid no debería perder la oportunidad de llevar esa operación a cabo. De lo contrario, el equipo podría perder su última oportunidad de sacar rendimiento económico a un jugador que deportivamente no ha cumplido con las expectativas en el club.
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