Frenkie de Jong: una nueva dimensión

Cabeza erguida y visión privilegiada. Frenkie De Jong se perfila como la respuesta adecuada ante la progresiva pérdida del juego asociativo blaugrana. Un soplo de aire fresco para recuperar una esencia añeja que peligraba con quedar olvidada en el baúl de los recuerdos. La llegada del cerebro neerlandés del Ajax de Amsterdam al Barça abre un nuevo abanico de posibilidades y eleva el techo competitivo culé.

En el lapso de una década, el Barça ha pasado de juntar a Sergio Busquets, Xavi Hernández y Andrés Iniesta sobre el verde, a presentar una alineación con Sergio Busquets, Arturo Vidal e Ivan Rakitic. Tras alcanzar la excelencia a través del juego de posición en la ‘era Guardiola’, el mundo se rindió ante el tridente más letal que el viejo continente haya visto jamás, con lo que Luis Enrique optó por basar su modelo de juego en transiciones que dinamitasen los encuentros. Así, el juego asociativo de los locos bajitos fue quedando supeditado al fútbol más vertical y físico de los segundos. A consecuencia de ello, el Barça se fue volviendo más vulnerable a la presión alta rival y Sergio Busquets empezó a experimentar un progresivo declive en su juego. A mayor superficie de terreno de juego tenía que cubrir, más sufría.

Con la pérdida de Neymar, el club trató de encontrar un sustituto para su desborde, talento, autosuficiencia y magia. Optaron por Coutinho y Dembélé, pero no surgió efecto. Una temporada más tarde, el Barça recuperó parcialmente la fluidez en la circulación del esférico gracias a la incorporación de Arthur Melo, pero tanto por falta de piezas como de voluntad, se quedó lejos de construir una estructura similar a la que le catapultó hacia la gloria.

Ahora, tres temporadas después de la marcha del astro brasileño, el Barça goza de una oportunidad idónea para volver a los orígenes de su juego. Aquel que comparte sendero y modelo con el Ajax de Amsterdam a través de la figura de Johan Cruyff. Y aquí y ahora, Frenkie de Jong, debe ser clave.

Pero: ¿quién es Frenkie de Jong? Y aún más importante, ¿qué es a día de hoy?¿Realmente es tan bueno?

Soccer Football - Joan Gamper Trophy - Barcelona v Arsenal - Camp Nou, Barcelona, Spain - August 4, 2019   Barcelona's Frenkie De Jong waves to fans before the match   REUTERS/Albert Gea
Soccer Football - Joan Gamper Trophy - Barcelona v Arsenal - Camp Nou, Barcelona, Spain - August 4, 2019 Barcelona's Frenkie De Jong waves to fans before the match REUTERS/Albert Gea

Capaz de actuar como interior izquierdo -su posición preferida-, interior derecho o mediocentro, su figura está estrechamente ligada al continuo contacto con el balón en la base de la jugada. Siempre correctamente perfilado, tiene absoluta conciencia del entorno que le rodea, por lo que antes de recibir el balón ya prevé qué es lo que va a suceder, lo que le permite anticiparse a la jugada. Este aspecto, combinado con un amplio dominio del control del balón, hace que el neerlandés sea élite en su posición pese a tener tan solo 22 años. Se podría decir que domina el espacio-tiempo.

La personalidad que exhibe es otra de sus grandes virtudes, puesto que parece inmune a la presión del rival. No importa el contrario, el contexto, el minuto o el estadio en el que esté jugando, donde a otros se les apagan las luces, Frenkie de Jong sale jugando con una facilidad pasmosa. Para un conjunto como el Barça, al que cada vez más rivales se atreven a presionar arriba, este aspecto puede suponer marcar un antes y un después en la salida de balón blaugrana.

Además, con balón, no solo es capaz de gestionar el ritmo del partido para juntar a su equipo, sino que se constituye como una fuente de energía cuya función es lanzar a su compañeros hacia adelante. Clave en la distribución, filtra pases de forma ininterrumpida. Sin embargo, también es un superdotado en el dribbling. Una virtud que le coloca en el elenco de centrocampistas capaces de realizar múltiples funciones y alterar el ritmo del encuentro. A diferencia de Sergio Busquets, De Jong se vale de su físico para superar rivales por zancada tanto en campo propio como en terreno rival.

Al gran rango de pases que posee para superar líneas de presión y romper líneas de pase, le suma una conducción muy poderosa para atraer, dividir y soltar en el momento preciso. Así, el nuevo centrocampista del Barça genera constantes ventajas para sus compañeros, ya que en la mayoría de ocasiones mejora la jugada tanto con pases agresivos como con conducciones arriesgadas.

Pese a tener un amplio margen de mejora, Frenkie de Jong ofrece unos interesantes atributos sin balón heredados de la asfixiante presión tras pérdida que ejecuta el Ajax de Erik ten Hag. Asimismo, su inteligencia posicional le permite interceptar balones al anticiparse a los movimientos de sus rivales. Si en la pasada Copa de Europa le vimos exhibiciones defensivas como la que realizó en el Santiago Bernabéu ante Luka Modric, en esta campaña se espera que dé un paso más hacia adelante en las transiciones defensivas de su equipo.

Debido a lo expuesto, a sus 22 años, Frenkie de Jong es una certeza y un talento generacional, pero aún no ha coincidido ni un solo minuto junto al que, teóricamente, va a ser su compañero en el centro de campo: Sergio Busquets. Por lo que las opciones en la sala de máquinas son tan amplias como inexploradas. Si bien se está adaptando a la perfección al modelo de juego culé, queda por ver su encaje junto al futbolista más jerárquico en su zona de influencia. Mientras la parroquia blaugrana sueña con un centro de campo formado por Sergio Busquets-De Jong-Arthur, Ernesto Valverde deberá encontrar el balance necesario para darle la libertad que requiere a un futbolista que amasa tanto balón como el neerlandés y, a la vez, darle su cuota de protagonismo a Sergio Busquets sin desnaturalizar a su nuevo pupilo.