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Fox-Turner y la AFA: un triángulo con un acta fantasma y una opción para renovar por cuatro años

Pese a no haber partidos y a bonificar el pack fútbol, Fox-Disney y Turner pagaron su parte del contrato de la TV. Lo hicieron a cuenta de una llave para renovar por cuatro años al final del convenio actual, en 2027.

Pese a que la pelota está parada y el pack premium está bonificado, las señales que televisan la Liga Profesional (LPF) pagaron lo que les correspondía durante la cuarentena. Pero necesitaban un instrumento contable para que desde Estados Unidos sus casas matrices autorizaran el desembolso de dinero contra nada, porque no hay producto. Porque en todo el mundo hay una pandemia. Luego de semanas de charlas encontraron una llave: tener una opción de renovar el contrato en 2027 por otros cuatro años, es decir, hasta 2031. Esta es la historia de cómo Fox/Disney, Turner, la AFA y la LPF negociaron que no se rompiera la cadena de pagos. Lo hicieron ante la atenta mirada de un Gobierno que tiene todo hablado para que, desde la temporada 2021, la TV Pública transmita tres partidos de primera división.

Todo empezó en abril. El coronavirus ya había paralizado el fútbol y la Superliga transitaba sus últimos días antes de rebautizarse como Liga Profesional y quedar bajo el paraguas de la AFA. Las cadenas de TV habían dejado de cobrar el Pack Fútbol e intuían que no habría partidos ni ingresos por un tiempo prolongado. Claudio Tapia, presidente de la AFA, designó a Pablo Toviggino, secretario ejecutivo de la presidencia, como único interlocutor válido con las señales.

La empresas y la AFA armaron un acuerdo de paz por tres meses y luego, con el avance de la pandemia y la imposibilidad de volver a los entrenamientos, lo ampliaron hasta fines de agosto.

El negocio del fútbol premium había vivido una mini primavera días antes del parate. La fecha final de la Superliga, con el cabeza a cabeza entre River y Boca por el título, había traccionado la suscripción: 2.060.000 personas pagaban el pack. Las dos cadenas tenían que honrar la factura del mes de abril, pero marzo ni siquiera se había terminado de jugar, porque el Gobierno decidió que todo el mundo debía guardarse para prevenir la expansión del virus. El tablero para sentarse a negociar era complejo: la Liga Profesional no había nacido y la Superliga no había terminado de extinguirse. La única autorizada para hablar con las empresas era la AFA. A ella acudieron.

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"Esto va a ser largo", aventuraron los ejecutivos de las dos compañías con sede en Estados Unidos. Toviggino, el canciller de Tapia, los escuchó. El 5 de abril, las dos señales propusieron una "solución a tres meses" que implicaba pagar las cuotas de abril, mayo y junio ($1350 millones netos, descontados todos los impuestos) y brindar cierta tranquilidad a los clubes. Pero el altruismo pasó de moda. "Y nosotros no somos una ONG", deslizó un ejecutivo de una de las dos compañías. Así que la AFA debía entregar algo a cambio, sobre todo porque en el resto del planeta todas las ligas que se cancelaron dejaron de percibir sus ingresos de TV.

Si bien el dinero de la TV equivale al 5-6% de clubes como Boca o River, otros equipos de la Liga Profesional como Arsenal, Patronato de Paraná o Central Córdoba de Santiago del Estero equilibran el presupuesto de sus planteles con lo que les ingresa de Fox y Turner por mes.

Ocho días después de la reunión inicial, las dos señales recibieron la comunicación formal de lo que habían hablado: los millones de la paz irían a cuenta de una opción para renovar el contrato hasta mediados de 2031. Es decir, una llave en efectivo por cuatro años más de fútbol premium. La prórroga, claro, quedaba sujeta a su aprobación en el comité ejecutivo. Ahí sobrevinieron los problemas, porque la pandemia no distingue. Aunque la AFA hizo una Asamblea virtual para renovar el mandato de Tapia 18 meses antes de su final, el comité sólo se reunió en forma remota para resolver la finalización de la temporada y la suspensión de los descensos por dos años. El tema de la TV jamás se trató. Las empresas precisaban algún documento que certificara el destino de los millones que pagarían y así poder asentarlo en sus propios balances.

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El 7 de mayo, y pese a que no había acta de comité, Fox y Turner aceptaron la propuesta escrita de la AFA, con los millones a cambio de la llave para prorrogar el contrato hasta 2031. Al día siguiente, un mail aclararía la situación. O casi. Según las empresas, la AFA les confirmó a las dos compañías que la Superliga iba camino a la extinción y que el comité ejecutivo de la AFA ya había aceptado la prórroga. Sin encontrarse. Ni presencial ni virtualmente. Ante la consulta de LA NACION sobre los hechos y pese a la existencia de documentación respaldatoria, cerca de Tapia desconocieron la certeza entregada a las dos compañías: "Les dijimos que haríamos nuestros mejores esfuerzos para que el comité aprobara lo que nos pedían", precisaron las fuentes.

La confirmación de que tendrían el documento y la aprobación de los dirigentes de la AFA gatilló los pagos que faltaban: mayo y junio llegaron a las tesorerías de los clubes, sin mayores problemas. Terminaron así los tres meses de tregua. Pero la pandemia seguía avanzando y los planteles no volvían siquiera a entrenarse. Nadie podía aventurar una fecha de regreso. Algunos, incluso, se preguntaban si habría fútbol en lo que quedaba del año.

El contrato de Fox y Turner con AFA-Liga Profesional, firmado en 2017, rige hasta 2022, cuando las dos empresas pueden renovar por 5 años si ambas están de acuerdo en continuar. Y ahora podrían quedarse hasta 2031 si ejecutan la opción por la que les imputaron los pagos de los meses sin fútbol.

"Nadie pide que los dirigentes les den las gracias a las empresas, pero hay que tener en cuenta el contexto mundial y local: las economías están trituradas y ellas siguieron pagando pese a no tener su producto ni poder cobrar el pack fútbol. Es una situación única", graficó un integrante de la mesa chica de la Liga Profesional ante la consulta de LA NACION. Luego de esos tres primeros meses de gracia, llegó julio y se venció el plazo original. Con la Liga Profesional en funciones, Fox y Turner volvieron a tocar el timbre (virtual) de Viamonte y preguntaron por los interlocutores autorizados a hablar de la TV. Misma respuesta: Toviggino.

Las partes tenían que verse las caras. Remota o físicamente. Necesitaban saber cómo seguir. ¿Pagar a cambio de qué? ¿Habría entrenamientos? ¿Cuándo podrían volver los partidos oficiales? ¿Qué le decía el Gobierno a la AFA sobre el regreso a las prácticas? Se fijó el 20 de julio para el encuentro, como si fuera un Zoom por el Día del Amigo. Pero después, como esa fecha era posterior al vencimiento de las cuotas de julio, se adelantó para el 6. Y tampoco pudo realizarse. Todo terminó en una teleconferencia el lunes 13, con los clubes ya impacientes porque no habían recibido las transferencias. "Tenemos voluntad de pago, pero necesitamos que nos manden el acta del comité ejecutivo", escuchó la AFA de parte de las empresas. Y también lo escuchó Marcelo Tinelli, ya en funciones como presidente de la Liga Profesional, y quien se había integrado a las charlas por su experiencia en el mercado televisivo.

A mediados de este mes, los caminos de Turner y Fox/Disney se bifurcaron con un hecho. Porque los primeros decidieron pagar su parte del contrato sin tener el documento que pretendían (y que, por otra parte, no existe porque el comité ejecutivo jamás se juntó para tratar el tema). Las fuentes de TNT aseguraron que en Fox/Disney estaban al tanto de esa determinación, por más que los dejara en offside frente a la AFA, la Liga Profesional y los propios clubes. En Fox/Disney recuerdan que siempre tuvieron voluntad de pago, pero que precisaban ciertas condiciones lógicas: acordar bajo concepto se pagaría, a cambio de qué, y cómo se instrumentaría. Dos nuevas cartas, esta vez firmadas por el propio Tinelli, destrabaron el pago de unos $500 millones netos (julio, ya transferido, y agosto, por acreditarse) de la empresa que hizo famoso al ratón Mickey.

En la primera, el conductor de Bailando por un Sueño informó que el comité ejecutivo de la AFA se reunirá en agosto (si la pandemia lo permite) y aprobará el acta con el pago de la opción para prorrogar el contrato hasta 2031. En la segunda carta, Tinelli le confirmó a Fox/Disney que los pagos de esa empresa correspondientes a julio y agosto también serán imputados a cuenta de la opción para tener la renovación acordada. Y le prometió dos cuestiones, atadas a las situación epidemiológica del país: que los clubes de primera volverán a entrenarse en agosto, y que en septiembre la cadena de TV tendrá a disposición entre 10 y 20 partidos amistosos para poder transmitir a través de Fox Premium. Además, le confirmó que el torneo "oficial y de transición" para clasificar a un equipo a la Libertadores 2021 y Sudamericana 2022 tendrá 13 fechas, más una de clásicos interzonales.

A diferencia de Turner, Fox Sports debe cumplir con una diligencia legal relevante: la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia debe decidir sobre la fusión entre esa empresa y ESPN, ambas controladas en la práctica por Disney. El trámite fue iniciado el 19 de marzo de 2019. Si el Ejecutivo no autoriza que ambas empresas se unan con el argumento de que crearía un "gigante de las transmisiones deportivas por TV", Fox se vería obligado a desinvertir. Y eso lo sacaría del contrato de TV. En una de sus cláusulas, ese convenio, firmado en 2017, establece que la otra parte (Turner, en este caso) puede tomar su lugar. Pero hay quienes piensan que esto estaría cuestionado por otra fusión mundial: el nuevo grupo Warner Media formado por Turner y HBO (ahora una división de AT&T, quien es además dueña de DirectV e inversora mayoritaria en Torneos), porque se correría el riesgo de posición aún más dominante al tener Turner el 100% del futbol local en vez del 50% que tiene hasta ahora.

Es por eso que algunos alientan mantener las cosas como están, ya que además de que el fútbol estaría repartido, estarían también asegurados los pagos dada la probada solvencia de Disney y Turner. Y es por eso que alientan desde el llano la llegada de un socio local. En conversaciones muy informales mencionan al grupo Vila (América) o al grupo Pierri (dueños de TeleCentro y Canal 26) o incluso a Cristóbal López (C5N) como interesados en el negocio. Y hay otros que especulan con un eventual regreso del gobierno para reeditar el Fútbol Para Todos. Las fuentes oficiales lo niegan una y otra vez. Aunque en 2021 puede haber un aperitivo: todo apunta a que la Televisión Pública transmita tres partidos por fecha de la Liga Profesional.