Cómo la FIFA apunta a terminar con los pases-puentes

La última ventana del mercado de transferencias internacionales del futbol se abrió el 1 de junio de 2019 y se cerró el 2 de septiembre. A las 18 de ese día, hora de Zurich, el TMS dejó de estar operativo para inscribir jugadores en el mercado del verano europeo. En ese lapso se hicieron 8.746 pases por un monto global de 5.800 millones de dólares. El 76 por ciento del gasto en transferencias lo concentraron las cinco principales ligas: Inglaterra, España, Alemania, Francia e Italia. Sobre los 50 pases más resonantes de la temporada, 48 fueron concentrados por el "Big 5". El encargado de aportar esta información fue Jacques Blondin, jefe del TMS de FIFA, el sistema de registro de transferencias internacionales de jugadores durante el Congreso de Derecho Internacional del Fútbol, en Buenos Aires.

Pero el fútbol es un deporte más que global y esos datos no lo explican enteramente. "El fútbol del que hablan la TV y los diarios cuando se menciona el mercado de pases no es el real: a pesar de esas grandes cifras, el 59 por ciento de las transferencias internacionales son de jugadores libres, el 12 por ciento son préstamos, otro 12 por ciento son retornos de préstamos y sólo el 14 por ciento son compras permanentes", advierte Blondin. Los préstamos masivos de futbolistas son el próximo nudo que la FIFA tiene previsto desatar en los años por venir.

Las últimas noticias sobre las normativas y reglamentaciones que pondrá en práctica la FIFA fueron debatidas en este Congreso que tuvo lugar en la UCA y que fue organizado por el estudio jurídico Clariá & Trevisán, especializado en derecho deportivo. Representantes de la FIFA, Conmebol, AFA, Superliga, La Liga y la liga mexicana ofrecieron información y puntos de vista sobre las regulaciones hacia las que va el fútbol internacional. Muchas de ellas afectarán directamente al fútbol de la Argentina, para bien y para mal.

El mecanismo de solidaridad por el cual los clubes cobran por haber formado a un futbolista se extenderá a las transferencias nacionales que representan un caso evidente de "internacionalidad": las segundas y hasta terceras ventas millonarias de jugadores dentro de una misma liga impactarán en las tesorerías de los clubes formadores. Para ejemplo, ver casos de Gonzalo Higuaín de Nápoli a Juventus y de ahí al Milan. River, en tanto, "la vio pasar".

Ariel Reck, uno de los expertos en la materia, puso el foco en las cesiones masivas de futbolistas a préstamo. Una modalidad que la FIFA irá desarmando a partir de 2021 de manera progresiva: "Los clubes poderosos de Europa compran futbolistas que por su nivel se sabe que jamás jugarán en ese equipo. Un caso concreto es el Chelsea, que tiene entre 40 y 70 futbolistas a préstamos en otras ligas. Esas compras significan que les quitan la posibilidad a otros equipos de contar con talentos que podrían serles útiles y el futbolista entra en una dinámica de cesiones siendo de un club que jamás piensa contar con él. El club justifica el préstamo de un jugador cuando el futbolista está entre los 18 y los 21 años; esa es una edad lógica ".

Los clubes alimentados con jugadores a préstamo, según Reck, plantean un escenario desigual: "La FIFA puso la lupa sobre un caso de un equipo de Holanda que subió sucesivamente de categoría y saco ventaja por encima de sus rivales al estar compuesto por mayoría de jugadores a préstamos cuyos salarios son pagados por el club que los cede. Es decir, tienen refuerzos de jerarquía que no podrían pagar y además sin cargo".

La FIFA tiene en vista, finalmente, aplicar sanciones en los denominados "pases-puentes". En su pasado reciente el fútbol argentino fue un festival de este tipo de operaciones, conocidas en las mesas de café con amaretis como "triangulaciones". Dice Reck: "Ahí había un vacío: la FIFA no tenia normativa y el TAS reconocía que no era un tipo de operación apropiada, pero no establecía ninguna sanción. Los pases-puentes suelen ser buscados para evitar pagar los derechos de formación. La evidencia es un patrón claro: clubes pequeños comprando jugadores de una jerarquía desproporcionada. Hubo pases-puente de futbolistas que pasaron por tres clubes en cuatro días. La FIFA ahora tiene previsto establecer un lapso mínimo de 16 semanas antes que el jugador tenga una segunda transferencia. Brasil, en ese sentido, tiene una buena normativa: un futbolista no puede tener dos transferencias en menos de tres meses".

Para el abogado, los pases-puentes y las cesiones de jugadores con interés económico y nulo interés deportivo "son dos caras de la misma moneda". Según datos aportados por el propio Reck en el Congreso, el mapa de transferencias en el fútbol argentino está compuesto por un 64.2% de jugadores que llegan libres (en el mundo es del 68.4%), 5.4% son pases permanentes (10.4%), los cedidos a préstamos son el 19.3% (13.7%) y los retornos de préstamos conforman un 11.1% (7.5%). Un mercado volátil y precario, donde adquirir sin dinero es tan habitual que ya nadie lo nota.