Ferrari por 1000: el aporte argentino a la escudería más popular en sus 70 años de Fórmula 1

En 2002, Michael Schumacher alcanzó el récord de cinco coronas de Fórmula 1 de Juan Manuel Fangio, y en la premiación anual la Federación Internacional del Automóvil recordó al argentino, campeón en 1956 con Ferrari; en aquella gala en Mónaco, Jean Todt, el jefe de equipo, representó a la escudería
Fuente: LA NACION

Claro: en 70 años de historia, ¿cómo no habría momentos malos? Setenta años son una vida; imposible evitar los puntos bajos. Y los muy bajos. Si algún chico está interesándose en Fórmula 1 recién este año, podrá pensar que Ferrari no es lo que es. Y si le contaran que en la primera carrera de la categoría, Gran Bretaña 1950, la Scuderia no participó por escasez de presupuesto, tal vez pensaría que el mito está sobrevalorado.

Pero Ferrari sustenta con hechos su fama. Nadie compitió más en el mejor automovilismo del mundo. Nadie ganó más. Nadie atrae más a pilotos a querer ser parte de la familia; en su caso, de la leyenda roja. Nadie tiene más simpatizantes en el mundo. Ahora, en Mugello y por la novena fecha de este año atípico, cumple mil grandes premios, y su grandeza data de los propios comienzos de estas siete décadas.

Hay nombres propios enormes dentro del equipo, por supuesto. El de Enzo Ferrari, claro, es el primero que sobresale, porque El Comendador fundó y manejó el timón hasta que su cuerpo no pudo más, incluso soportando la temprana muerte por esclerosis de un hijo, Alberto ("Dino"), apenas echada a andar esta historia (1956). Don Enzo, piloto de Alfa Romeo en sus años de plenitud física, fue pasando de la pista al taller y en 1947 logró presentar autos de carrera propios. Con esfuerzo, mucho esfuerzo, al punto de que en aquel comienzo de la F. 1, Silverstone 1950, no hubo coches de la fábrica de Maranello.

Mugello. Ferrari celebra sus 1000 en un "parque de diversiones" del automovilismo

Trabajador, apasionado, frío, memorioso, sereno, inteligente, a veces despiadado, Ferrari se valió de muchos talentosos para hacer grande el producto de su anhelo. Y entre ellos hubo tres argentinos, que lejos estuvieron de pasar de largo en la historia de la marca más popular del automovilismo.

Por uno tuvo una consideración especial: José Froilán González. ¿Cómo no tenerle un afecto extra, si Pepe fue el autor material del primer triunfo de Ferrari en Fórmula 1? En su novena carrera, el cavallino se volvió rampante en un podio gracias al arrecifeño, que había largado primero en Silverstone. Con el coche número 12 y ya sin "casco" -¿cómo llamar a aquella precaria protección en la cabeza?-, luego de la vuelta de honor Froilán recibió por segunda vez la bandera de cuadros, en festejo por su aplastante éxito con 51 segundos de ventaja sobre el segundo y dos giros más que el tercero. Cuentan que El Cabezón era el único que podía entrar a ver a Don Enzo sin haber golpeado la puerta. Quince carreras, 2 victorias (Silverstone 1954, la restante), 3 pole positions, 3 records de vuelta y el título de subcampeón mundial (1954) dejó el paso de Froilán por Maranello.

José Froilán González lleva al Ferrari número 26 al segundo puesto en el Gran Premio de Italia de 1952; el arrecifeño le dio a la escudería italiana su primera victoria (Gran Bretaña 1951) en Fórmula 1, y con ella fue subcampeón en 1954.
Fuente: LA NACION

Aquel escolta del arrecifeño en Gran Bretaña '51 fue un balcarceño. Que también tendría historia importante con Ferrari. Incluso más exitosa, pero por algún motivo menos idílica. El apellido italiano y la conquista de un campeonato no terminaron de forjar una relación de cariño entre Juan Manuel Fangio y Ferrari, que estuvieron juntos una sola temporada. Siete competencias, apenas, compartieron El Quíntuple y la Scuderia, pero les fue muy bien: 3 triunfos, 6 poles, 4 records de vuelta. Suficientes para que El Chueco obtuviera su cuarta corona, la más apretada en cuanto a diferencia de puntos (3 sobre Stirling Moss). Pero el año en algún sentido fue difícil, quizás por la influencia del deceso del ingeniero Dino Ferrari, tan joven a sus 24 años, por una esclerosis. En ese contexto, el piloto más grande de los primeros 40 años de la categoría y el equipo más emblemático de los 70 años no sintonizaron y pronto se escindieron. Fangio, campeón con cuatro escuadras, quedó en el tiempo como referencia de una gran marca adversaria, Mercedes-Benz, de la que fue presidente honorario.

Uno de los tres triunfos de Fangio a bordo de un Ferrari, en el Gran Premio de Gran Bretaña de 1956; el balcarceño fue campeón ese año, pero su única temporada no se le dio cómoda en Ferrari y el quíntuple se fue a Maserati e 1957.
Fuente: LA NACION

En mejores términos quedó el otro argentino que tuvo el privilegio de conducir los coches rojos. Al muy profesional Carlos Alberto Reutemann se lo recuerda con buenos ojos en Maranello, a pesar de que Don Enzo lo consideraba "atormentado y tormentoso", según contó recientemente Giorgio Ferri, el último secretario privado del fundador, en Infobae. Algo más de dos temporadas pasó el santafesino en el conjunto italiano, y se marchó justo después de su mejor año. En 1978 se impuso en cuatro carreras (33% de sus 12 éxitos) y llegó a casi triplicar en puntos a su compañero Gilles Villeneuve (48 a 17) y a superar al campeón vigente, Niki Lauda (Brabham), no sólo en una memorable acción en Brands Hatch sino también en el certamen (48 a 44). De Ferrari partió hacia Lotus al cabo de 35 participaciones, 5 victorias, 2 poles y 2 records de vuelta.

"Se atormentaba internamente, y dudaba sobre todo. Carlos era un piloto muy, muy veloz; un gran piloto, pero no dio su salto de calidad por su temor, por su no agresividad. Recuerdo que Mauro Forghieri [el director del equipo] le gritaba y le preguntaba «¿cómo querés el auto?». Era indeciso en todo", detalló Ferri en esa entrevista. Pero esa crítica no es signo de un mal vínculo entre Lole y la Scuderia. De hecho, 16 años después de irse, en el Gran Premio de la Argentina de 1995 Reutemann dio un par de giros con una bandera albiceleste a bordo de un Ferrari, a modo de exhibición.

Claro que la historia grande del cavallino se construyó con muchos otros ilustres, entre los cuales sobresalen cuatro pilotos. Alberto Ascari fue el primer campeón, en 1952, y repitió en 1953; al día de hoy es el único italiano que ha reinado en la escuadra icónica de Italia. El propio Lauda dejó una huella profunda, con dos coronas (1975 y 1977) que pudieron ser tres: el terrible accidente que lo quemó en Nürburgring '76 lo hizo ausentarse un par de fechas y perder el torneo contra James Hunt... por un punto. Gilles Villeneuve no saboreó la gloria de ser campeón mundial de Fórmula 1, pero quedó en la galería de los ídolos, más por su estilo conductivo osado y espectacular, a veces temerario, que por el segundo puesto en el que concluyó el certamen de 1979. Y Michael Schumacher, ya en los años dos mil, convirtió a Ferrari en un monopolio. El alemán casi no dejó récord por batir, con mucha destreza en la pista y fuera de ella: en parte armó el equipo de trabajo (Jean Todt, Ross Brawn, Rory Byrne y él) más exitoso de las siete décadas de la categoría reina del automovilismo.

Marzo de 2000, en Dublín: Schumacher y un Ferrari de comienzos de los años cincuentas; el alemán obtuvo cinco cetros en la Scuderia y fue el piloto más importante de las siete décadas del equipo en la Fórmula 1.
Fuente: LA NACION

En medio, otras figuras estelares, grandes batallas, papelones y este presente opaco, justo cuando se cumplen los 1000 grandes premios y en un autódromo propio, Mugello. Las 11 temporadas en fila sin cetros de constructores y las 12 sin uno de conductores contrastan con los 16 campeonatos de equipos y los 15 de pilotos. No por nada Mercedes-Benz, actual acaparador de la F. 1, pintó de rojo el auto de seguridad de la categoría para esta ocasión. "Es nuestro reconocimiento a una historia que nos trajo algunos de los mejores momentos de la Fórmula 1. Los hombres y mujeres de Maranello tienen una orgullosa historia por celebrar y nosotros la respetamos", apuntó Toto Wolff, el jefe del equipo de la estrella en el círculo. ¿Marketing? Tal vez, sí, algo. En todo caso, basado en un argumento incontrastable. En una historia ahora "milenaria", a la que la Argentina supo contribuir. Y no poco, ciertamente.

Ferrari cumple 1000 grandes premios en su autódromo de Mugello; la foto familiar incluye a los autos actuales, a los pilotos Sebastian Vettel y Charles Leclerc y al personal que está en escenario toscano.
Fuente: LA NACION

TC: logró su primer triunfo en la carrera que marcó el regreso de la categoríaNúmeros no tan en rojo

1950: el año del debut, en Mónaco (segunda carrera de la historia)71 temporadas2 motoristas (Jaguar equipó el auto de Clemente Biondetti en Italia '50).109 pilotos84 modelos238 triunfos228 pole positions254 records de vuelta

a

772 podios462 carreras lideradas en algún momento84 1-2 en las posiciones de arribo6,7: la posición de largada en promedio3: el lugar de partida más repetido (275 veces)4,6: el puesto de llegada en promedio2: la ubicación más repetida de llegada (274 veces)

16 títulos de campeón de constructores (1961, 1964, 1975, 1976, 1977, 1979, 1982, 1983, 1999, 2000, 2001, 2002, 2003, 2004, 2007, 2008)15 cetros de conductores (Alberto Ascari 1952 y 1953, Juan Manuel Fangio 1956, Mike Hawthorn 1958, Phil Hill 1961, John Surtees 1964, Niki Lauda 1975 y 1977, Jody Scheckter 1979, Michael Schumacher 2000-2004, Kimi Räikkönen 2007)15.124 vueltas lideradas sobre 113.065 dadas (13,3%)78.491 kilómetros encabezados sobre 580.021 recorridos (13,5%)

Estadísticas: Statsf1.com.