El día que Alonso dejó claro que era el elegido para acabar con Schumacher

IMOLA, ITALY - APRIL 24:  Fernando Alonso of Spain and Renault celebrates winning the San Marino F1 Grand Prix at the San Marino Circuit on April 24, 2005, in Imola, Italy. (Photo by Mark Thompson/Getty Images)
Alonso firmó una de las defensas más épicas en F1 en Imola 2005. (Photo by Mark Thompson/Getty Images)

Sin duda alguna Imola es un trazado donde adelantar es muy complicado por no decir imposible. Con los actuales monoplazas aún lo es más si cabe debido a sus dimensiones, cada vez más voluminosas. No obstante, esto no quiere decir que no se puedan disputar carreras épicas y, si no, que se lo pregunten a Fernando Alonso y Michael Schumacher. En el trazado italiano, en 2005, fuimos testigos de un cambio de dinastía.

Pongámonos en contexto. Tras un 2004 de dominio insultante del Kaiser con el Ferrari, donde ganó 13 de las 18 carreras del Mundial, 2005 empieza de una forma bien distinta. Fernando Alonso gana con el Renault 2 de las 3 primeras carreras del año mientras que el alemán aún no se ha subido al podio. Y llegamos a la cuarta carrera del año, en Imola.

Ahí somos testigos de uno de los duelos más recordados en toda la historia de este deporte. Con una estrategia totalmente distinta, Schumacher llegó a la estela de Fernando a falta de 11 vueltas del final. El de Ferrari venía de remontar desde el 14º con un ritmo endiablado. Con un paso por vuelta 2 segundos más rápido que el del asturiano, lo normal era pensar que Michael se lo comería y por fin ganaría su primera carrera del año. Alonso se encargó de dejarnos claro que era el elegido para acabar con el dominio de Schumacher y Ferrari. Su defensa con el Renault fue heroica tapando todo hueco posible con acciones al límite tanto de uno como el otro. Quizás en otro trazado, la historia hubiera sido diferente pero la poca amplitud de pista y las pocas rectas jugaron en favor del español. Fue una defensa que quedará para la historia y que sirvió para minar la moral del alemán de cara a las próximas carreras.

El que para muchos es el mejor piloto de la historia no pudo con él a pesar de estar en un coche que en ese instante era mucho más rápido. Esa carrera consagró al español en F1. Prometía mucho y el año había empezado muy bien para él pero no todo el mundo tenía fe en Alonso. No hay mejor manera de despejar las dudas que batir de tú a tú, sin ningún tipo de ayuda tecnológica o electrónica como hay ahora, al hombre que llevaba siendo el rey de este deporte los cinco años anteriores. Al cruzar la línea de meta, con la euforia desbordada ante lo que se había presenciado, todos nos dimos cuenta que el automovilismo español tenía por fin un héroe en el que confiar.

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Desgraciadamente para la F1, este duelo no se volvió a repetir ese año. El Ferrari no estuvo a la altura en toda la temporada y ‘Schumi’ solo ganó el GP de Estados Unidos y se subió al podio en cinco ocasiones de 19 carreras. Todo lo contrario para Fernando, que ganó siete carreras y se convirtió en el campeón más joven de la historia con 24 años, récord que ostentó hasta que Sebastian Vettel se lo arrebató en 2010.

Sí que vimos ese duelo en 2006 donde al kaiser sí que le acompañó el coche. De hecho, en el propio trazado de Imola, el alemán le devolvió la jugada del año anterior a Alonso y hubo otra batalla épica entre ambos donde el defensor del primer puesto volvió a salir vencedor. Sin embargo, el campeonato se lo llevó el asturiano. En un duelo entre ambos para ganar el Mundial, volvió a ganar Alonso. Por si aún quedaba alguna duda, volvió a dejar claro que era el elegido para acabar con la hegemonía de Schumacher. Este fin de semana el asturiano volverá a correr donde firmó tal hazaña y lo vuelve a hacer con la escudería francesa. Desgraciadamente, el contexto no tiene nada que ver como el que fue ese 24 de abril.

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