El fenómeno de Adama Traoré es un espejismo que no marca el futuro del fútbol

, SPAIN - OCTOBER 10: (L-R) Rodriguez of Switzerland, Adama Traore of Spain, Freuler of Switzerland during the  UEFA Nations league match between Spain  v Switzerland  on October 10, 2020 (Photo by David S. Bustamante/Soccrates/Getty Images)
Adama Traoré concentra la atención de dos futbolistas suizos mientras conduce el balón. (Foto David S. Bustamante/Soccrates/Getty Images)

Si el fútbol solo fuera técnica, Diego Armando Maradona podría haber jugado hasta los 45 años, pero lo hizo hasta los 37. Si el fútbol solo fuera físico, la selección española jamás podría haber salido campeona del mundo, pero lo hizo con un centro del campo formado por Sergio Busquets, Xabi Alonso, Xavi Hernández, Andrés Iniesta y David Silva. La aparición de Adama Traoré en la selección española ha vuelto a reabrir un debate tan añejo como el propio fútbol: ¿se impondrá el físico sobre la técnica en el futuro? ¿está ganando tanto peso como parece la preparación física? ¿Son aspectos que viven por separado o son indivisibles? Hablamos con cuatro expertos de la preparación física sobre ello.

Según las declaraciones del preparador físico del Getafe, Javier Vidal, en Marca, la tendencia del balompié camina hacia la desaparición de los pequeños jugones con técnica exquisita para dejar paso a los superdotados físicos en un fútbol cada vez más atlético. El preparador físico del Viitorul rumano, Antonio Caballero se muestra más escéptico: “el bueno será siempre el bueno, y eso no tiene por qué tener relación con tener más o menos músculo. Buscamos una relación causa-efecto en el rendimiento del jugador y eso es imposible porque este deporte siempre será multifactorial y la complejidad del juego nunca permitirá análisis tan reduccionistas”.

El expreparador físico del Deportivo de A Coruña entre otros clubes, Marcos Marcén, detalla “siempre va a haber hueco para los jugadores talentosos y que interpreten bien el fútbol, si estos jugadores tienen un nivel físico aceptable, claro está. El objetivo sería potenciar físicamente a estos jugadores, más que desecharlos por otros con unos parámetros físicos brutales”.

Algo en lo que coincide el expreparador físico del Granada juvenil, Juanjo Castilla. “No va a haber una imposición tan radical. El trabajo de fuerza es fundamental en el rendimiento, pero al final es un deporte de contacto donde hay disputas por hacerse con el balón y se necesitan herramientas para conseguir ganarlos. La musculación será necesaria, pero no por ello excluyente de una buena técnica”. Por su parte, el preparador físico del filial del Almería, Pepe Ruíz, afirma “lo que sí se va a quedar atrás es el prototipo de jugador que descuida su cuerpo. Futbolistas pequeños y técnicos siempre van a existir, pero estar delgado no significa que no estés fuerte”.

Pensemos en Luka Modric, Leo Messi o el Kun Agüero. No pasan del 1,75 metros de altura, pero chocar contra ellos es sinónimo de salir disparado como una peonza. ¿No son jugadores fuertes? Castilla aclara “muchas veces pensamos que el volumen de masa está relacionado con el nivel de fuerza pero no siempre es así. El tren inferior y el tronco de estos tres jugadores son muy, muy fuertes. Fíjate como en muchos duelos y disputas salen vencedores”. Marcén sigue la corriente “todos ellos son jugadores con un centro de gravedad bajo, lo que les aporta un gran equilibrio ya de por sí. A todo esto hay que añadirle que quizá sean jugadores con un gran control motor, el cual está relacionado con el concepto de que el movimiento comienza en el cerebro mediante ajustes para anticiparse antes de que ocurra la acción”.

Caballero está de acuerdo “el caso de Adama es algo excepcional. Ha habido, hay y habrá jugadores menos musculados que pueden dar la impresión de estar menos fuertes o ser menos rápidos pero lo son, pues lo verdaderamente importante además de aplicar la fuerza óptima en cada situación será la gestión de dos aspectos diferenciales en el juego como son el espacio y el tiempo”. Ruiz confirma la teoría “jugadores como los que nombras no basan su juego en un cuerpo a cuerpo continuo, porque tienen otras virtudes que les hacen llegar la mayoría de los duelos milésimas de segundo antes que su oponente, pero no quiere decir que no sean jugadores fuertes”. Cierra Caballero “recuerdo que antes decían que los ‘bajitos’ no podían jugar juntos, hasta que llegaron Xavi, Iniesta y Silva. El entrenamiento de fuerza va a seguir cobrando importancia pero lo que seguirá estando por encima de cualquier aspecto será el dominio del juego”.

Una de las preguntas que más ha rondado la mente de los aficionados es si Adama Traoré no sería todavía más hábil si perdiera músculo para favorecer su velocidad. El mayor regateador de la pasada Premier League 2019/20 (183 regates) es una fuerza de la naturaleza que rebasa defensores tirando de cambio de ritmo y potencia. “Más allá de lo que pueda llamar la atención su masa muscular, lo cual yo creo que es por cuestiones genéticas simplemente una consecuencia del trabajo de fuerza, el principal factor es la fuerza que él es capaz de aplicar; él ha sido capaz de optimizar su estructura condicional y lo demuestra con su rendimiento” opina Caballero.

Por su parte, Castilla está de acuerdo “probablemente ese físico sea muy positivo para su juego y potencia sus virtudes pero estaríamos muy equivocados si creemos que lo ideal para Adama es lo ideal para todos. En la individualización está la clave”. Marcén respalda la teoría “el nivel de musculación de Adama creo que es superior a lo que la mayoría de jugadores establecería como su ideal y a lo que estamos acostumbrados a ver en el fútbol. Cada jugador es un mundo y por lo que parece, Adama tiene una grandísima facilidad para hipertrofiar”.

Además, Marcén destaca la genética privilegiada del flamante debutante español “¿cuánto de esta evolución se debe a este ‘cambio físico’?. No nos olvidemos que es un jugador que entró en la cantera del Barça muy joven y debutó en Primera División con 17 años, lo que quiere decir que siempre ha tenido unas grandes condiciones”. Ruiz apuntala la afirmación “que es positivo para su forma de jugar actualmente es evidente, ha evolucionado a ser un jugador aún más rápido y potente y él explota como nadie sus virtudes. En cuanto a si una perdida de musculatura le haría ser mas habilidoso, quizás la pregunta sea ¿le hace falta ser más habilidoso para rendir mejor?”.

Los expertos insisten en la importancia mayúscula que está cobrando el físico en la preparación de los futbolistas sin desmerecer la técnica. Ruiz abre la puerta al funcionamiento de los clubes: “desde los departamentos de rendimiento se esta dando énfasis a un trabajo orientado a mejorar la condición atlética del jugador, desarrollar jugadores que se muevan bien y sean fuertes. Se busca construir un ‘‘chasis’’ más eficiente a la hora de soportar las demandas del juego a nivel fisiológico y biomecánico”.

En esta línea, Marcos Marcén apunta “el futbolista es conocedor de que que durante un partido tiene que realizar una gran cantidad de acciones a alta intensidad y quiere ser capaz de chocar, proteger el balón, aguantar agarrones, empujones...quiere sentirse “poderoso” en los duelos y para ello sabe que tiene que estar en unos valores determinados de porcentaje de grasa corporal y tener una buena estructura muscular.

En este sentido, Caballero comparte la reflexión “el fútbol y el entrenamiento individual del jugador están en constante evolución, pero por otro lado, el resultado y la novedad genera una inclinación que dura hasta que otra forma gana. Todos queremos ganar y buscamos parecernos a quien está cerca de ello”. Algo en que los cuatro coinciden. Así lo ve Ruiz “especialmente con la progresión de Adama y el éxito de los jugadores del Bayern”.

Y es que el impacto mediático que ha generado el fútbol abrasador bávaro ha calado en la mente del aficionado. “Hay muchas fotos de ‘antes’ vs. ‘después’ que se relacionan con triunfos a nivel colectivo como el Bayern de Múnich; esto ha generado una opinión sobre la importancia del físico y su relación con la victoria que no es del todo real. Existe esa tendencia, pero no tanta como se observa en las redes sociales”, declara Castilla. Marcén pone punto y final al debate “puede que la tendencia sea pensar que han tenido éxito por su estado físico y los cambios notorios en sus músculos. Sin embargo en ese mismo Bayern, también hay jugadores como Müller o Kimmich, que no tienen una musculatura tan definida y que también son jugadores muy importantes”.

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