La feminista radical que luchó por acabar con los hombres e intento asesinar a Andy Warhol
En 1967 apareció en la escena underground neoyorquina Valerie Solanas, una desconcertante y joven mujer que rápidamente fue conocida en el ambiente de los movimientos contraculturales de la Gran Manzana como alguien desequilibrada, de temperamento agresivo y pensamiento radical.
Valerie llevaba la mitad de sus 31 años de edad sobreviviendo en las calles de numerosas poblaciones en las que había transitado, desde que siendo una adolescente huyó de su hogar harta de los abusos sexuales que sufrió durante su infancia por parte de su padre.
Su vida en la calle no fue nada fácil (abusos, drogas, malos tratos, ejercer la prostitución para sobrevivir…) y todo ello fue imprimiéndose en su fuerte carácter y controvertida personalidad.
Empezó a relacionarse con grupos feministas que durante la segunda mitad de la década de los 60 se organizaron para reclamar igualdad y las mismas oportunidades que los hombres, tanto dentro de la sociedad como laboralmente.
Valerie Solanas vio que la lucha de géneros realizada desde el feminismo convencional era estéril y que de nada serviría pretender llegar a ser igual que los hombres, por lo que radicalizó su mensaje y abogó por el exterminio de estos, con el fin de que la mujer fuese un único y dominante género.
Para ello creó una plataforma de defensa radical del feminismo a la que denominó como ‘SCUM’; un juego de palabras que significaba por un lado ‘escoria’ y por el otro era el anagrama de ‘Society for Cutting Up Men’ (Sociedad para cortar a los hombres).
También escribió una proclama con una serie de estrambóticas medidas a llevar a cabo (entre ellas la intervención eugenésica durante el embarazo o los actos terroristas) que fue llamado ‘Manifiesto SCUM’ y que acabó convertido en un libro autoeditado que se vendía en puestos callejeros o algunas librerías progresistas del Greenwich Village por 1 dólar (2 dólares si el comprador era un hombre).
Cabe destacar que lo que realmente dio algo de fama a Valerie Solanas (aunque efímera) no fue su lucha radical feminista sino un acontecimiento que tuvo lugar el 3 de junio de 1968 en ‘The Factory’, el estudio de creación del artista Andy Warhol en el sexto piso del edificio Decker de Nueva York.
Ese día, Valerie se presentó en aquel lugar provista de un revolver y disparó tres veces a Warhol, siendo gravemente herido por dos de las balas que le perforaron el estómago, el hígado, el bazo, el esófago y los pulmones y obligándole a llevar para el resto de su vida una faja ortopédica (falleció dos décadas más tarde, en 1987).
Pero el intento frustrado de asesinar a Andy Warhol no se debió a la misandria patológica (odio hacia los hombres) que padecía Valerie Solanas, sino como un acto de venganza hacia el artista y creador del pop-art, debido a que éste había ‘perdido’ el manuscrito de la obra ‘Up your ass’ que le había entregado unos meses antes para que produjera una película.
Warhol en un principio había sentido cierto interés por dicho escrito e incluso hacia la desconcertante y controvertida personalidad de Valerie, contando con ella para algún que otro trabajo como actriz de figuración en su filme ‘I, a Man’.
Desde que le entregó el manuscrito de ‘Up your ass’ habían pasado muchas semanas sin que Warhol le diera respuesta alguna sobre cuándo empezaría la producción y el rodaje de la película, reconociéndole finalmente que no sabía dónde lo había metido y que, posiblemente, se habría perdido durante la mudanza (el estudio de The Factory se había trasladado hacía poco tiempo a su nueva ubicación).
Esto encolerizó a Valerie Solanas, quien decidió asesinar a Andy Warhol, de quien se había llevado un enorme desengaño ya que éste había sido uno de los poquísimos hombres de quien había confiado en toda su vida.
Tras el intento de asesinato, Valerie fue arrestada y juzgada por un tribunal que la condenó a una pena de tres años (Warhol declinó declarar en el juicio) y tras salir en libertad en septiembre de 1971 pasó los siguientes 17 años de su vida (falleció de enfisema pulmonar en 1988) entrando y saliendo continuamente de instituciones psiquiátricas.
Durante varias décadas el nombre de Valerie Solanas quedó en el olvido, pero en los últimos años ha sido recuperado por varios grupos del feminismo actual más radical y reeditando el ‘Manifiesto SCUM’ del que se han publicado numerosas ediciones y que actualmente puede encontrarse a la venta en un gran número de plataformas online y librerías.
Fuentes de consulta e imágenes: nytimes / irishtimes / theguardian / gettyimages