Perritos calientes y selfies para ver en vivo un volcán en erupción
La erupción del monte islandés Fagradalsfjall, a unos 50 minutos por carretera de Reikiavik, se ha convertido en toda una atracción turística a la que acuden decenas de curiosos y científicos para contemplan en vivo y en directo el espectáculo de ver la lava salir de la tierra y recorrer la ladera del monte. Aunque en un primer momento la zona fue cerrada, ahora está abierta y se permite el paso.
La fascinación por el volcán islandés de nombre impronunciable para la mayoría del mundo es tal que son muchos quienes se han acercado al lugar. Una peregrinación que está dejando estampas curiosas. Quizá la más llamativa sea la de un grupo de personas cocinando salchichas aprovechando el calor que desprende la tierra. Según la BBC, se trataría de un grupo de científicos. Aunque no se han dado más datos sobre la curiosa imagen. Y muchos de los curiosos no se resisten, como cabe esperar, a hacerse selfies con la lava de fondo.
Para llegar al Fagradalsfjall hay que recorrer un camino de hora y media, unos seis kilómetros desde la localidad más cercana. Una caminata que no parece disuadir a quienes no se conforman con ver la emisión en directo de la cadena nacional de Islandia, la RUV, o el vídeo espectacular grabado por el piloto de drones islandés, Bjorn Steinbekk y embebido sobre estas líneas. Hay quienes prefieren verlo allí mismo y asombrarse por el color de la lava y el olor que desprende el lugar.
“Es absolutamente impresionante. Huele bastante mal. Para mí lo que me sorprendió fueron los colores de la lava: mucho, mucho más profundos de lo que uno esperaría”, ha declarado a la agencia de noticias AFP Ulvar Kari Johannsson, un ingeniero de 21 años desplazado hasta el lugar.
Cuando comenzó la erupción el pasado viernes las autoridades prohibieron el acceso. Después se desaconsejó a la población que acudiesen hasta allí y finalmente, desde el pasado sábado, se permiten las visitas. Aunque, eso sí, los servicios de emergencia están alerta ante cualquier posible complicación o una mayor virulencia de las erupciones. Además, se han organizado vuelos en helicóptero para contemplar el cráter a vista de pájaro
En Islandia, puntualizan los expertos, este tipo de fenómenos son habituales y suelden darse cada cinco años, aproximadamente, aunque el Fagradalsfjall lleve más de 800 años en silencio. De hecho, en la mente de todos está lo sucedido en 2010, cuando la actividad del Eyjafjallajokull provocó el caos aéreo en decenas de países.
A día de hoy, y aunque las autoridades han recomendado a las aerolíneas que estén pendientes de las previsiones, esta nueva erupción en Islandia no afecta al tráfico aéreo y, según los vulcanólogos, podría debilitarse en solo unos días.