Nico Hulkenberg: del café con un amigo a correr en Nürburgring y espiar un asiento para 2021

El Gran Premio de Eifel quedará en la historia de la Fórmula 1. El récord de 91 victorias de Lewis Hamilton, cifra con la que igualó la estadística de Michael Schumacher; los 324 grandes premios de Kimi Räikkönen, el piloto con más partidas en el Gran Circo; el tercer puesto de Daniel Ricciardo, que devolvió a Renault a un podio tras nueve años; el circuito de Nürburgring, que luego de ser escenario de los GP's de Alemania, Europa y Luxemburgo tomó una nueva denominación para la aventura 2020, y la sorpresiva y alocada irrupción en la grilla de Nico Hulkenberg para ocupar una butaca en Racing Point, detalles que convirtieron a la carrera en una montaña rusa de datos y emociones.

La sensación única que envolvió a Hulkenberg, que pasó de estar compartiendo un café con un amigo a tomar parte de la carrera, se reflejará también en las páginas de la historia de la F.1. A las 11 recibió el llamado y a las 15 estaba sentado en el auto; en ese tiempo desanduvo los 102 kilómetros que separan a Colonia del circuito de Nürburgring, se sometió a un test de Covid-19 y con los datos que le brindaron los ingenieros durante 40 minutos encaró directamente la clasificación. El recorrido final del fin de semana dirá que fueron 30 horas de puro vértigo que terminó con un octavo puesto, después de partir desde el último cajón de la grilla. Una prueba de manejo, pero también de fortaleza mental y concentración para asimilar información en tiempo reducido. Un compromiso que el piloto, de 33 años, aceptó y utilizará como credencial para ensayar un regreso a la F.1 a tiempo completo el año próximo, luego de la desvinculación de Renault en 2019.

El destino se empecinó en que Hulkenberg fuera parte del GP de Eifel. Fue el piloto al que buscó Racing Point el sábado, después de la indisposición que le impidió a Stroll tomar parte del entrenamiento, aunque un día antes Helmut Marko lo consultó para que estuviera alerta: el test de Covid-19 de Alexander Albon arrojaba resultado no concluyente y la escudería de Milton Keynes quería reservar sus servicios. Pero la siguiente prueba a la que se sometió el piloto británico que corre con licencia tailandesa fue negativo, y Red Bull Racing mantuvo a sus nombres habituales en Alemania.

Szafnauer, esa voz en el teléfono

"Hulkenberg, date prisa: te necesitamos aquí", el mensaje en el teléfono celular del alemán de un casi desesperado de Otmar Szafnauer, director ejecutivo y jefe de Racing Point. "Me siento bien considerando que tuve un ataque cardíaco alrededor de las 11", bromeó Hulk, luego del revuelo que causó su presencia en el paddock."Tuve sentimientos encontrados, aunque tienes que esperar lo inesperado. Estamos viviendo épocas muy alocadas y no lo esperaba, aunque hubiera venido de todos modos a la carrera, pero por otros motivos. Pero los tiempos se aceleraron y mi presencia fue desde la parrilla, desde un lugar distinto al que tenía en mente el sábado mientras tomaba un café con un colega".

"Fue otra clasificación para la historia, aunque complicada. Todo un reto; divertido, aunque el resultado no fue increíble", analizó quien una hora antes de la qualy fue oficializado por Racing Point para el GP de Eifel. El alemán exhibió en las redes sociales su credencial habilitante, aunque la misma ofrecía una contradicción: sin acceso a la grilla, se leía. La FIA igualmente había tomado nota y aprobado el cambio por Stroll.

El desafío fue desbordante. Hulkenberg iba a asistir como comentarista para la TV y terminó como protagonista de la carrera, al punto que fue elegido "Piloto del día". Rompió con las rutinas, esa que indica que en la previa se utiliza el simulador para memorizar el dibujo y sus marchas, el jueves se recorre el circuito a pie o en bicicleta para observar el asfalto y tomar referencias, el viernes se ensaya en las pruebas libres. Nada de eso sucedió: sin prácticas saltó a la pista en un circuito que la F.1 no visitaba desde 2013. Superar el corte de la Q1 era prácticamente un milagro y estuvo a 0,4 segundos de lograrlo. Fueron 10 giros en 18 minutos, aunque un par contabilizaron como tiempos en los cronómetros. "Lo importante era dar un par de vueltas para tener sensaciones, más no se podía hacer para adaptarme lo antes posible al auto", se sinceró en una charla con la señal alemana de televisión RTL.

"La pista está con más baches de lo que la recordaba. La conozco, la recorrí con otros autos, pero Racing Point evolucionó desde Silverstone y el paquete aerodinámico era distinto", advirtió el alemán, que en 2020 ya tuvo una experiencia en la F.1. Hulkenberg reemplazó a Sergio Checo Pérez en los GP's de Gran Bretaña y 70° Aniversario, que se corrieron en el mítico trazado inglés: cuando el mexicano dio positivo de coronavirus, el germano fue la mejor opción, por encima del regiomontano Esteban Gutiérrez y del belga Stoffen Vandoorne, ambos pilotos de reserva de Mercedes, proveedor de los motores que utiliza Racing Point. Las cuatro temporadas en Force India -ex Racing Point-, el conocimiento del garaje, la escasa inactividad respecto a los dos restantes candidatos, motivaron su elección.

La aventura en Gran Bretaña tuvo un duro percance, de esos que desmotivan. Hulkenberg tenía previsto ese fin de semana de agosto correr en Nürburgring -vaya paradoja- en una carrera de Gran Turismo, cuando fue llamado para suplantar a Pérez. Con más tiempo en la preparación se clasificó en el 13er lugar, aunque no logró tomar parte de la largada del GP de Gran Bretaña por un problema mecánico que el equipo detectó camino a la grilla. Una semana después, en el GP 70° Aniversario, el desquite: marcó el mejor tercer tiempo en la qualy y finalizó séptimo.

Pero en su país todo ocurrió a una abrumadora velocidad. La largada en Nürburgring estuvo lejos de provocar un impacto y Hulkenberg admitió que cometió un error. "Por lo general, después de darle temperatura a los neumáticos y de ubicarte en la grilla, el dial del modo de motor tiene dos posiciones y yo solo apliqué una. Me di cuenta rápidamente, actué con rapidez, pero no fue un gran inicio y mucho menos la mejor salida", comentó en una charla con la señal Sky. El objetivo era arribar entre los 10 mejores y puntuar, por lo que la tarea para escalar posiciones fue constante: "Obviamente no quería que todo terminara en la primera vuelta, porque sabíamos que tenía un buen auto. Por eso fui muy cauteloso en el inicio". Los abandonos de Russell, Bottas, Ocon, Albon y Norris alivianaron el trabajo de quien gestionó adelantamientos para avanzar sobre otros siete rivales y sumar cuatro puntos para Racing Point.

El futuro, una incógnita

Nueve temporadas en la F.1 no le aseguraron una butaca para 2020, aunque como suplente tomó parte de tres grandes premios y dos carreras. Con 10 puntos, cosechó más unidades que Räikkönen, Giovinazzi -ambos de Alfa Romeo-, Magnussen y Grosjean, los dos pilotos de Haas, y Russell y Latifi, los comandos de Williams. La idea de Hulkenberg es recuperar un asiento y no tener que salir de su casa con una pequeña valija en la que llevar un casco y un buzo, por si suena el celular y una escudería lo cita de urgencia. Las vacantes son escasas y poco seductoras: Alfa Romeo y Haas no confirmaron sus alineaciones. Pero existe una carta tapada que animaría a cualquier piloto: Red Bull Racing.

Las conversaciones entre Marko y Hulkenberg no se limitan al llamado por el GP de Eifel, el alemán y el mexicano Checo Pérez -su espacio en Racing Point lo tomará Vettel en 2021, cuando el equipo tome el nombre de Aston Martin- figuran con ventaja en el caso que Christian Horner y la escudería de Milton Keynes decidan apartar a Albon. "La pregunta es ¿qué tan lejos estarían de Max [Verstappen]?", se sinceró Marko, que a la vez ofreció un parámetro: "Tenemos comparaciones con Ricciardo y podemos sacar conclusiones sobre la posición de los pilotos. No creo que nadie se acerque a menos de tres décimas de Max".

"Creo que lo peor que le puede pasar a un piloto es subirse a un auto directamente para clasificar, aunque conozca el Racing Point de las carreras anteriores, la situación no dejó de ser compleja. Y Hulkenberg mejoró gradualmente hasta llevar el monoplaza al octavo lugar. Seguimos sus tiempos, a veces Gasly y Kvyat [los pilotos de Alpha Tauri, equipo subsidiario de RBR] también estaban en ese ritmo, pero más tarde observamos que de a poco se acercó al ritmo de Pérez. Entonces me quito el sombrero, porque fue una gran actuación", la descripción que hizo Marko acerca del seguimiento que le hicieron al alemán, el piloto que desea regresar para romper una racha: 179 grandes premios sin marcar un podio.

El 15 de noviembre la F.1 visitará Turquía y para esa fecha Red Bull Racing quiere confirmar a sus cuatro pilotos para 2021. Quizás Hulkenberg sea parte de esa cita, en calidad de comentarista de TV, aunque también puede suceder que mientras toma un café con un amigo deba abordar un vuelo y presentarse en Estambul, esas situaciones extrañas y cargadas de adrenalina que protagoniza el alemán en 2020.