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Fórmula 1: la aventura que nació hace 70 años con un argentino y un error periodístico

La bandera a cuadros cae y marca la victoria del italiano Giuseppe Farina en Silverstone; con el Gran Premio de Gran Bretaña, la Fórmula 1 empezó un recorrido de setenta años

La película ofrece escenas que el paso del tiempo jamás podrá borrar. La Fórmula 1 cumple 70 años. Una historia que empezó a escribirse el 13 de mayo de 1950, en Silverstone, pero la celebración del aniversario resultará atípica, impensada: sin el glamour que desprende el recorrido del Gran Circo, lejos de las pistas y con los motores en silencio. La pandemia mundial de Covid-19 desarticuló el calendario y la temporada todavía no descubre el modo de darle forma al campeonato 2020.

Las proyecciones señalan que el primer fin de semana de julio, en Austria, la categoría se lanzaría a recorrer su aventura deportiva, que esconde un trasfondo económico millonario que, de no cumplirse, podría llevar a la ruina a varias escuderías. Retomar la marcha para no desilusionar a aquellos 21 pilotos, de nueve nacionalidades -entre ellos, Juan Manuel Fangio-, que emprendieron un sueño en un circuito que fue una base aérea donde había operado durante la Segunda Guerra Mundial la Real Fuerza Aérea Británica, es un compromiso, la ratificación del legado.

La victoria después de poco más de 2 horas y 13 minutos de manejo de Giuseppe Farina, que con Alfa Romeo lideró 63 de las 70 vueltas; la marca italiana, con Luigi Fagioli y Reg Parnell, sellando un 1-2-3, y el abandono de Fangio -la cuarta espada que presentó Alfa Romeo- son datos estadísticos de un Gran Premio que inauguró una época, que le dio forma con otros pilotos y otras marcas a una idea que venía consolidándose desde antes del conflicto bélico mundial. Una carrera cuyos participantes tenían un promedio de 39 años, algo impensado para los tiempos que corren: el inglés Geoffrey Crossley, de 29, fue el protagonista más joven, mientras que Figioli, Louis Chiron y Philippe Etancelin superaban los ¡50!

Los italianos Farina y Fagioli, con Alfa Romeo, en la primera fila de la grilla en Silverstone; después de 70 vueltas, Farina selló el histórico triunfo

La competencia, que fue presenciada por 120.000 espectadores, fue un suceso no ajeno a la realeza: el rey Jorge VI, de Inglaterra, entregó el premio al vencedor y estuvo acompañado por la reina Isabel II (la actual monarca); la princesa Margarita y el lord Louis Mountbatten compartieron con los reyes el palco de honor. Y también en la pista se asomaron representantes de la aristocracia: Kirabongse Bhanudej Bhanubandh, popularmente conocido como "el Príncipe Bira", de Tailandia, y el barón Emmanuel Toulo de Graffenried tomaron parte de la carrera con respectivos Maserati 4CLT/48. El trompetista de jazz Johnny Claes, nacido en Fulham, Inglaterra, pero que hizo su campaña automovilística bajo la bandera de Bélgica, finalizó en el undécimo puesto, a seis giros de Farina, con un Talbot-Lago.

Fangio y Froilán González, pioneros

El sello criollo estuvo presente 70 años atrás en aquel estreno en Silverstone. Fangio se había instalado en Europa un año antes como integrante del equipo argentino Achille-Varzi, que tenía su sede en Galliate, un pueblo ubicado a 34 kilómetros de Milán. El balcarceño era el capitán de un conjunto que completaban Benedicto Campos, Clemar Bucci y José Froilán González; además de pilotos eran mecánicos y hasta los choferes de los camiones -llevaban el escudo del Automóvil Club Argentino- que transportaban los autos y repuestos a cada competencia.

En San Remo, con un Maserati 4CLT/48, Fangio había logrado su primer éxito en el Viejo Continente, antes de escribir sus mejores historias en la Fórmula 1. A su destreza como piloto agregó su enorme capacidad mecánica: después de la clasificación, en la que marcó el mejor registro, comprobaron que un cojinete de biela había rayado el cigüeñal... El jefe de mecánicos, Amedeo Bignami, explicó al balcarceño que sería imposible ser parte de la largada, pero la declaración no fue aceptada por el "Chueco", que resolvió el problema mecánico y obtuvo la victoria. La serie de éxitos logrados en 1949 lo llevaron a la grilla en Silverstone.

El auto N°1, de Juan Manuel Fangio, recibe asistencia antes de la largada; el balcarceño, el único piloto argentino que participó de la cita inaugural de la Fórmula 1, abandonó a falta de ocho giros, cuando marchaba segundo

En el debut de la F. 1, Fangio lideró una de las 70 vueltas -la 15ª- y debió retirarse por un problema de aceite a falta de ocho giros, cuando marchaba segundo, aunque con escasas posibilidades de atacar a Farina, con quien había mantenido un duelo vibrante por la victoria. Se repartirían en partes iguales los éxitos en los seis grandes premios que tenían sede en Europa -Gran Bretaña, Suiza e Italia para Farina; Mónaco, Bélgica y Francia, el argentino- y de apenas tres puntos (30 a 27) sería la ventaja que coronaría al turinés como monarca de la primera temporada.

Ausente en Silvertone, José Froilán González se estrenó en la F. 1 en el Gran Premio de Mónaco, la segunda cita del calendario. La carrera tuvo a Fangio como vencedor y al arrecifeño como protagonista de un espectacular accidente en cadena. El piloto de Maserati -con el apoyo del ACA- logró el tercer tiempo en la clasificación, a 3s5/10 del Chueco. La aventura apenas duró una vuelta: en el inicio se generó un accidente múltiple que provocó el abandono de nueve pilotos; Froilán sufrió un incendio, porque los mecánicos no habían asegurado la tapa del tanque de nafta. En la primera frenada, el combustible se derramó y empapó la espalda del piloto, el compresor lanzó fuego por el escape y en su desesperación el Cabezón a punto estuvo de tirar el auto al mar. Logró detener la marcha y tirarse al piso para apagar las llamas, que le provocaron quemaduras de segundo grado. La segunda participación de González fue en Francia -el 2 de julio-, y se retiró en el cuarto giro, por una rotura del motor.

Los dos pilotos tuvieron en aquellos años el apoyo del Estado argentino decidido por el gobierno de Juan Domingo Perón, un entusiasta de los autos y un fanático de las motocicletas.

El error que derivó en "Fórmula 1"

Antes de que existiera la categoría, el primer Grand Prix se desarrolló en Francia, en 1906, y el triunfo fue firmado por Renault. La marca tuvo su último reingreso al Gran Circo en 2016, pero no logra una victoria desde Japón 2008, con Fernando Alonso. "Grand Prix Racing", para los ingleses; "Voitures des Grandes Epreuves", imponían los franceses. Bajo esas denominaciones se desarrollaron los "mundiales" de autos entre 1925 y 1927, que tuvieron a las fábricas Alfa Romeo, Bugatti y Delage como ganadoras. Los campeonatos europeos le dieron continuidad a la actividad entre 1934 y 1939 y los alemanes arrasaron: Mercedes-Benz y Auto Union, con apoyo de subsidios bajo el régimen nazi.

En 1945, tras la firma del acuerdo de paz, la actividad se desarrolló con rapidez y al año siguiente en París asomó por primera vez la denominación "Federación Internacional del Automóvil" -antes se llamaba "Asociación Internacional de Automóvil Clubs Reconocidos"- y se dispuso de un nuevo reglamento técnico para autos de Grand Prix: motores de 4500cm3 aspirados o de 1500cm3 con compresor. ¿El nombre? "Fórmula Internacional". Dos años después, el 24 octubre de 1947, al crearse la categoría menor se modificó el nombre y para diferenciar las potencias de los motores, se las nombró "Fórmula Internacional I" y "Fórmula Internacional II".

La denominación "Fórmula 1" fue instalada, por error, por el diario francés L'Equipe, que anunció la realización de una carrera en el autódromo de Monthlery, de las afueras de París. Sin embargo, bajo esa denominación los medios italianos e ingleses empezaron a publicar y popularizaron la categoría.

Setenta años después la Fórmula 1 ha consagrado a 33 pilotos campeones del mundo; tiene a Ferrari como única escudería presente en todos los certámenes, y resalta en cada auto los avances tecnológicos: la mecánica, la ingeniería, el diseño, y también la seguridad. La aventura tuvo apenas siete episodios en su año de estreno y para esta temporada tenía proyectados 22 grandes premios. El recorrido de siete décadas incluyó a 32 países, 72 circuitos y cinco continentes. Desde los Alfetta, construidos en 1938 y que según la leyenda un agricultor salvó de la destrucción de los bombardeos, hasta la actual hegemonía de Mercedes, trancurrieron setenta años de marcas, pilotos y constructores que agigantan y sostienen en el mundo la pasión por el automovilismo.