Fórmula 1. Otro desastre de Ferrari: Sebastian Vettel se quedó sin frenos, Charles Leclerc chocó y los dos abandonaron en Monza

Ferrari anda de desastre en desastre. Y este domingo, el Gran Premio de Italia de Fórmula 1 no sirvió para rectificar el rumbo, no mucho menos. Las pruebas están a la vista: el alemán Sebastian Vettel duró menos de 10 minutos sobre la pista de Monza, mientras que su compañero Charles Leclerc apenas llegó hasta la vuelta 25...

Ya el sábado, la escudería había protagonizado un papelón histórico. Es que Vettel ni siquiera había logrado pasar a la segunda etapa de la clasificación, después de mostrar un rendimiento malísimo sobre el trazado. La dimensión de la catástrofe se dimensiona con un dato: solo cinco autos de los 20 no logran superar esa barrera. Y uno fue el de color rojo tan afamado...

Con esa perspectiva, Vettel se acomodó en la grilla este domingo (allí donde Michael Schumacher llevó a la Ferrari a la victoria tantas veces) en la posición 17 para largar, mientras su compañero Leclerc lo hacía apenas más adelante: en la ubicación 13, luego de no haber podido acceder a la última etapa de la clasificación del sábado.

Iban menos de 10 minutos de carrera hoy cuando Vettel se quedó sin frenos en la Curva 1, siguió de largo por la escapatoria y se llevó por delante un letrero de poliestireno, mientras por la radio informaba al equipo lo obvio ("me quedé sin frenos"). En la rueda izquierda trasera del bólido se pudo divisar fuego.

Así hizo toda la vuelta hasta llegar el box, de donde no volvió a salir. abandonaba. Se trata de la segunda vez en ocho carreras que Vettel deja la competencia de forma anticipada.

Otro desastre de Vettel

Unos minutos después lanzaba una ironía en la televisión alemana: "Ahora tengo unos dias para descansar. El martes vuelvo a trabajar en el simulador, por lo menos ese coche va a durar...".

No pasó mucho tiempo hasta que llegaba la otra mala noticia, como si pudiese ser posible empeorar el escenario: Leclerc golpeaba su auto en la vuelta 25 en una curva rápida conocida como "Parabólica", lo que obligó a detener momentáneamente la carrera. Enseguida el monegasco se bajó del auto y llevó algo de tranquilidad. Su salud, al menos, estaba a salvo.

El golpazo de Leclerc

La Ferrari de Leclerc, a remolque

Otra lágrima corre por los bordes de la historia de Ferrari, que la semana próxima, en Mugello, cumplirá su carrera número 1000 en la Fórmula 1. Infeliz aniversario.