Euforia está dispuesto a jugarse la máscara con el Forastero

CIUDAD DE MÉXICO, octubre 8 (EL UNIVERSAL).- Treinta años cumplió en mayo pasado Euforia como luchador profesional. Y tal parece, que ha llegado el momento de capitalizar toda esa experiencia en la Arena México.

La semana pasada probó el temple del joven Forastero, quien no se arrugó con el lagunero y aceptó un duelo en mano a mano que protagonizarán este viernes."Es un odio que ha ido creciendo con los tres (Nueva Generación Dinamita), y al final supe sacarle la casta y ya está el combate", presume satisfecho.

Volver al coloso de la colonia Doctores tiene un doble significado en época de pandemia. “Me da gusto estar una semana más sano. Siempre he querido un mano a mano en viernes, en la Arena México. Él (Forastero) es un joven con experiencia y que trae mucha confianza. La ‘moneda está en el aire’ y si en el futuro llega el enfrentamiento de máscara contra máscara, lo vamos a aceptar. Es un paso gigante que todos queremos dar".

Hacerlo lejos de los Guerreros Laguneros, la agrupación con la que ha cobrado mayor fama, implica un reto mayor. "Cuando inicias tu carrera quieres triunfar de manera individual, en mi caso he tenido la oportunidad de estar en equipos con el Satánico, Virus y el Último Guerrero, y esta es una oportunidad para hacer un camino propio y espero que se concrete pronto uno de los retos, para ser el lagunero número uno".

Así que pese al encierro al que lo mandó la contingencia, el enmascarado no se 'echó a la hamaca'. "Nos poníamos a 'jugar luchitas' en la casa con mi hijo (Soberano Jr.) para no perder el ritmo. Ya cuando se abrieron los gimnasios lo hicimos de manera más estricta, así que estamos preparados para este combate y lo que venga".

SANA DISTANCIA

Hablando de su heredero, con quien ya ha compartido esquina, acepta que en la nueva era de la lucha libre, volver a unirse y disputar algo importante es una posibilidad real. "Sería una buena sensación luchar al lado de mi hijo Soberano. Buscar los campeonatos de parejas, ya hemos hecho equipo en algunos torneos. No es desconocido para mi el bando que él maneja, y sé que él podría acoplarse también a la esquina ruda".

Lo ha visto madurar y mucho antes de que fuera indispensable, guardó sana distancia con su muchacho. "Me ha gustado estar a un lado de su carrera, no me gusta ver sus luchas. Claro que me entero de su evolución y de cómo se expresan de su trabajo, pero he dejado que haga su labor y se den cuenta que no depende de un familiar. Así me enseñaron y así tiene que hacerlo él".